MISTERIOS GLORIOSOS
(Miércoles y Domingo)
Los Misterios Gloriosos nos invitan a meditar y contemplar los acontecimientos que tuvieron lugar en el mundo, después de la muerte de Jesús en la cruz, e incluyen dos momentos muy especiales en la vida de María. Son los Misterios de la esperanza. Nos acercamos a estos Misterios con inmensa alegría, y su meditación y contemplación llenan nuestro corazón de amor y de paz.
PRIMER MISTERIO GLORIOSO
JESÚS SALE TRIUNFANTE DE LA PRUEBA Y RESUCITA A UNA NUEVA VIDA
Del Evangelio según San Lucas: (24,18)
El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida, y al entrar no vieron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas fulgurantes. Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les dijeron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí. Resucitó. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea: "El Hijo del hombre debe ser entregado en manos de los pecadores y ser crucificado, y al tercer día resucitará". Ellas, entonces, recordaron las palabras de Jesús.
Reflexión
El domingo amaneció como todos los días, para los discípulos y discípulas de Jesús. Con las primeras luces del amanecer, las mujeres salieron presurosas hacia la tumba del Maestro, para ungir su cuerpo con los aceites aromatizados, como un último signo de su amor por él. Pero las sorprendió el hecho de encontrar la tumba de Señor abierta y vacía. Su desconcierto y su temor encontraron una respuesta en las palabras del ángel, que les recordó lo que Jesús mismo les había anunciado antes de ir a Jerusalén. Entonces se llenaron de dicha, y emprendieron el camino de regreso para llevar la buena noticia a los demás.
La resurrección de Jesús de entre los muertos es la gran noticia que los cristianos tenemos que llevar a todos los rincones de la tierra, porque en ella está nuestra esperanza y la esperanza del mundo entero. Jesús, con su muerte, venció de manera definitiva y total, al mal y al pecado, y su resurrección a una nueva vida, es para todos los hombres y mujeres del mundo, promesa de vida eterna y feliz.
En esta primera decena del Rosario, demos gracias a Dios por la resurrección de Jesús, que fundamenta nuestra fe y nuestra esperanza en él, y pidámosle que nos ayude a anunciar esta verdad maravillosa que da un nuevo significado y una nueva perspectiva a nuestra vida humana, con nuestras palabras y con nuestras acciones cotidianas.
La resurrección de Jesús de entre los muertos es la gran noticia que los cristianos tenemos que llevar a todos los rincones de la tierra, porque en ella está nuestra esperanza y la esperanza del mundo entero. Jesús, con su muerte, venció de manera definitiva y total, al mal y al pecado, y su resurrección a una nueva vida, es para todos los hombres y mujeres del mundo, promesa de vida eterna y feliz.
Intención
En esta primera decena del Rosario, demos gracias a Dios por la resurrección de Jesús, que fundamenta nuestra fe y nuestra esperanza en él, y pidámosle que nos ayude a anunciar esta verdad maravillosa que da un nuevo significado y una nueva perspectiva a nuestra vida humana, con nuestras palabras y con nuestras acciones cotidianas.
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