“Nos amó hasta el fin”, así nos dice el Evangelio; este amor lo llevó a entregar la vida muriendo en el madero de la cruz. No conforme con toda esta entrega, se quedó presente entre nosotros, y para ello instituyó la Eucaristía. Y sin embargo qué pocos son los que gozan de su Presencia, porque su fe se ha entibiado y su amor se ha enfriado.
Reflexiona
Jesús presente en el Sagrario con tu Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, haz que ayudado por tu gracia sea capaz de gozar de tu presencia.
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