Elementos Materiales de la Liturgia
El Templo, el Altar, vestiduras del Papa, obispos y sacerdotes, colores litúrgicos
1- lugar de guarda y custodia de vestimentas, ornamentos y objetos sagrados;
2- depósito ordenado de los elementos más variados que hacen a las distintas celebraciones;
3- cuarto donde los celebrantes se revisten y se recogen antes de salir al presbiterio;
4- en él se realizan las abluciones y purificaciones que corresponde a la liturgia. La sacristía debe tener un ambiente decoroso, decorado adecuadamente para acoger a celebrantes y ministros, suficientemente amplio para contener los siguientes roperos, armarios, anaqueles y cajones, debidamente etiquetados: a) Roperos para el resguardo de los ornamentos y vestiduras sagradas (cfr. IGMR 337 - 341) del sacerdote, del diácono y de los otros ministros. Estos armarios deberán disponer de percheros especiales para la colocación de las casullas, de forma tal que no se arruguen o se dañen mientras están colgadas. b) Armarios para guardar: i. objetos sagrados para la celebración: cálices, patenas, copones, cruz procesional, báculo, cirial, custodia, hisopos para aspersión (aspersorios), fuentes para abluciones, turíbulos, naveta, manteles, purificadores, manutergios, etc; ii. insumos litúrgicos: hostias grandes y pequeñas, vino, velas, incienso, óleos, floreros, etc. iii. mobiliario litúrgico: candelabros, floreros, estandartes, etc. c) Bibliotecas con los libros sagrados: Misales, Leccionarios, Evangeliarios, Rituales, etc. El registro parroquial se conserva a menudo en la sacristía, por lo que deberá disponerse de un lugar apropiado y seguro para tal fin. d) Una mesada amplia para ayudar a revestir a los ministros. e) Un sagrario móvil para la reserva Eucarística temporal (conciertos en el templo, Triduo Sacro, etc.); f) Un lavabo (sacrarium) cuyo desagüe no debe estar conectado al sistema cloacal, sino directamente a la tierra natural, donde el ministro celebrante se pueda lavar las manos, y para la purificación de objetos sagrados y otros usos litúrgicos. g) Un reclinatorio y un espejo de cuerpo entero. h) Un crucifijo o alguna imagen conveniente ante la que el ministro celebrante hace una reverencia antes de entrar al santuario o al regresar de él. i) Es conveniente que esté dotada de servicios higiénicos. j) Se acostumbra también tener en la puerta que lleva al santuario una fuente de agua bendita, y una campanilla para avisarle a la congregación de la llegada del celebrante. La puerta de entrada, a ser posible, ha de ser doble: una directamente hacia la zona del presbiterio y la otra hacia la nave, para facilitar el desarrollo de las procesiones de entrada y salida de la celebración. Por la importancia de los objetos, vestiduras e insumos que se resguardan en la sacristía, la misma deberá tener la conveniente seguridad contra eventuales intentos de robo y/o profanación. También su disposición deberá ser tal que impida el ingreso de personas no autorizadas, especialmente en los momentos previos al inicio de la celebración litúrgica. La sacristía no puede ser "lugar de paso". Junto a la sacristía –o en su misma entrada– se podría prever un lugar para el "coloquio" entre sacerdotes y fieles, a fin de favorecer la debida reserva. La sacristía también puede encontrarse en un anexo o en un edificio separado del templo (como en algunos monasterios), aunque por su función y para resguardar la seguridad de los objetos que contiene, se deberá evaluar con cautela este tipo de disposición espacial. El depósito para almacenamiento de otros objetos e instrumentos varios, que además puede servir para la preparación de los adornos florales, podrá ser diferente y separado de la sacristía.
Fuente: : Alejandro Hoese EL TEMPLO CATÓLICO
Fuente: : Alejandro Hoese EL TEMPLO CATÓLICO
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