domingo, 24 de diciembre de 2023

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO SEGUNDO
DOS SUTILES ENEMIGOS DE LA SANTIDAD
El pelagianismo actual Una enseñanza de la Iglesia muchas veces olvidada


    55. Esta es una de las grandes convicciones definitivamente adquiridas por la Iglesia, y está tan claramente expresada en la Palabra de Dios que queda fuera de toda discusión. Así como el supremo mandamiento del amor, esta verdad debería marcar nuestro estilo de vida, porque bebe del corazón del Evangelio y nos convoca no solo a aceptarla con la mente, sino a convertirla en un gozo contagioso. Pero no podremos celebrar con gratitud el regalo gratuito de la amistad con el Señor si no reconocemos que aun nuestra existencia terrena y nuestras capacidades naturales son un regalo. Necesitamos «consentir jubilosamente que nuestra realidad sea dádiva, y aceptar aun nuestra libertad como gracia. Esto es lo difícil hoy en un mundo que cree tener algo por sí mismo, fruto de su propia originalidad o de su libertad»[61].

[61] Lucio Gera, “Sobre el misterio del pobre”, en P. Grelot-L. Gera-A. Dumas, El Pobre, Buenos Aires 1962, 103.


-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 25 de Diciembre - San Juan 1,1-18

 

    Libro de Isaías 52,7-10.

    ¡Qué hermosos son sobre las montañas los pasos del que trae la buena noticia, del que proclama la paz, del que anuncia la felicidad, del que proclama la salvación, y dice a Sión: "¡Tu Dios reina!".
    ¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz, gritan todos juntos de alegría, porque ellos ven con sus propios ojos el regreso del Señor a Sión, ¡Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor consuela a su Pueblo, Él redime a Jerusalén!
    El Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, verán la salvación de nuestro Dios.


Salmo 98(97),1.2-3ab.3cd-4.5-6.

Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria.

El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos.

Canten al Señor con el arpa
y al son de instrumentos musicales;
con clarines y sonidos de trompeta
aclamen al Señor, que es Rey.


    Carta a los Hebreos 1,1-6.

    Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.
    El es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser. El sostiene el universo con su Palabra poderosa, y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo.
    Así llegó a ser tan superior a los ángeles, cuanto incomparablemente mayor que el de ellos es el Nombre que recibió en herencia.
    ¿Acaso dijo Dios alguna vez a un ángel: "Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy?" ¿Y de qué ángel dijo: "Yo seré un padre para él y él será para mi un hijo?"
    Y al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice: "Que todos los ángeles de Dios lo adoren."


    Evangelio según San Juan 1,1-18.


    Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
    Al principio estaba junto a Dios.
    Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
    En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
    La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
    Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
    Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
    El no era la luz, sino el testigo de la luz.
    La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
    Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció.
    Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
    Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
    Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
    Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
    Juan da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo".
    De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
    Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre.

    Palabra del Señor 

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 25 DE DICIEMBRE - "Honra a Belén, que te condujo al cielo"


San Gregorio Nacianceno (330-390) obispo y doctor de la IglesiaOración 7.38 (Le corps mystique du Christ, Desclée de Brouwer, 1936)


"Honra a Belén, que te condujo al cielo"

    Es necesario que yo sea sepultado con Cristo, resucite con él, herede con él el cielo, devenga hijo de Dios. He aquí el gran misterio para nosotros, he aquí lo que es para nosotros el Dios encarnado, hecho pobre por nosotros.

    Vino para elevar la carne, salvar su imagen, restaurar al hombre. Vino para hacernos perfectamente uno, en Cristo. En Cristo, que vino perfectamente y completamente en nosotros, para poner en nosotros todo lo que él es. No hay más ni judío ni pagano, ni esclavo ni hombre libre, ni hombre ni mujer, todas características de la carne. Sólo existe la divina imagen que llevamos en nosotros, según la que fuimos creados, que es necesario se forme y grabe en nosotros, tan fuerte, que sea suficiente para que nos reconozcan.

    ¡Cada misterio de Cristo es una fiesta de alegría! Ellos significan mi perfección, mi restauración, mi retorno a la inocencia del primer Adán. Celebra la Natividad, que ha desligado las ataduras de tu natividad, honra a la pequeña ciudad de Belén, que te condujo al cielo, venera al pesebre en el que fuiste alimentado por el Verbo. Corre tras la estrella, con los magos ofrece tus presentes -oro, incienso, mirra- al Rey y Dios hecho hombre, muerto por ti. Glorifica Dios con los pastores, con los ángeles canta himnos e intégrate al coro de los arcángeles.

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

 25 de Diciembre


    Un hijo nos ha sido dado (Is. 9,5). Estamos convocados a celebrar en Navidad el misterio incomprehensible de un Dios que decide hacerse hombre, para salvar a los hombres que se han alejado de Él. Sin embargo, Isaías, el profeta que nos ha enseñado que el nombre de Dios es Emanuel, el Señor con nosotros, nos confía un secreto que es al mismo tiempo, una prueba de amor y un desafío: Jesús, el hijo de la Virgen inmaculada, es "un hijo que nos es dado". El Hijo del Padre eterno, el Verbo encarnado, el hijo de María, nos es dado como hijo.

    Somos llamados a quererlo, cuidarlo, escucharlo, llevarlo, de igual manera que queremos, cuidamos, escuchamos y llevamos a un hijo.

    Navidad es el tiempo para conmemorar este misterio. Misterio que la liturgia nos propone contemplar, meditar, durante las tres semanas en las que las fiestas se suceden para que podamos gustarlas: la natividad, la celebración de la Sagrada Familia, la maternidad divina, la manifestación a los paganos, la presentación al pueblo elegido en el borde del Jordán.

    La alegría de los pastores de Belén, la veneración de los magos y la presteza de los primeros discípulos, revelan las distintas actitudes que Navidad puede hacer crecer en nosotros. En todo caso, en primer lugar, hay que recibir al Hijo del Padre eterno como a un hijo...

Oremos

    Dios, Padre Nuestro que contemplas la Natividad del Señor, concede que la humildad de los pastores, la perseverancia de los reyes, la alegría de los ángeles, la fidelidad de María y la Paz del Niño Jesús, sean tu bendición para nosotros, hoy y siempre. Amén.

-FRASE DEL DÍA-



 

sábado, 23 de diciembre de 2023

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO SEGUNDO
DOS SUTILES ENEMIGOS DE LA SANTIDAD
El pelagianismo actual Una enseñanza de la Iglesia muchas veces olvidada


    54. El Catecismo de la Iglesia Católica también nos recuerda que el don de la gracia «sobrepasa las capacidades de la inteligencia y las fuerzas de la voluntad humana»[57], y que «frente a Dios no hay, en el sentido de un derecho estricto, mérito alguno de parte del hombre. Entre él y nosotros la desigualdad no tiene medida»[58]. Su amistad nos supera infinitamente, no puede ser comprada por nosotros con nuestras obras y solo puede ser un regalo de su iniciativa de amor. Esto nos invita a vivir con una gozosa gratitud por ese regalo que nunca mereceremos, puesto que «después que uno ya posee la gracia, no puede la gracia ya recibida caer bajo mérito»[59]. Los santos evitan depositar la confianza en sus acciones: «En el atardecer de esta vida me presentaré ante ti con las manos vacías, Señor, porque no te pido que lleves cuenta de mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas a tus ojos»[60].

[57] N. 1998.

[58] Ibíd., 2007.

[59] Sto. Tomás de Aquino, Summa Theologiae I-II, q.114, a.5.

[60] Sta. Teresa de Lisieux, “Acto de ofrenda al Amor misericordioso” (Oraciones, 6).


-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 24 de Diciembre - San Lucas 1,26-38


    Segundo Libro de Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16.

    Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña.»
    Natán respondió al rey: «Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está contigo.»
    Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: «Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para que yo la habite?
    Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel.
    Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra.
    Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará una casa.
    Cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza.
    Seré un padre para él, y él será para mí un hijo.
    Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y su trono será estable para siempre.»


Salmo 89(88),2-3.4-5.27.29.

Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque tú has dicho:
«Mi amor se mantendrá eternamente,

mi fidelidad está afianzada en el cielo.»
Yo sellé una alianza con mi elegido,
hice este juramento a David, mi servidor:
«Estableceré tu descendencia para siempre,

mantendré tu trono por todas las generaciones.»
El me dirá: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le aseguraré mi amor eternamente,
y mi alianza será estable para él.


    Carta de San Pablo a los Romanos 16,25-27.

    Hermanos: ¡Gloria a Dios, que tiene el poder de afianzarlos, según la Buena Noticia que yo anuncio, proclamando a Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad y que ahora se ha manifestado! Este es el misterio que, por medio de los escritos proféticos y según el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las naciones para llevarlas a la obediencia de la fe.
    ¡A Dios, el único sabio, por Jesucristo, sea la gloria eternamente! Amén.


    Evangelio según San Lucas 1,26-38.


    El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
    El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo".
    Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
    Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
    Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".
    María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?".
    El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
    También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios".
    María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 24 DE DICIEMBRE - "María, la mujer de fe, esperanza y amor"


        Benedicto XVI papa 2005-2013 Encíclica «Deus caritas est», § 41


"María, la mujer de fe, esperanza y amor"

    Los santos son verdaderos portadores de luz en la historia, porque son hombres y mujeres de fe, esperanza y amor. Entre los santos destaca por su excelencia, María, la Madre del Señor y espejo de toda santidad. En el evangelio de Lucas, la encontramos comprometida con un servicio de caridad hacia su prima Isabel, junto a la cual se queda «alrededor de tres meses» (1,56), para asistirla en la fase final de su embarazo. «Proclama mi alma la grandeza del Señor», dice ella en esta ocasión: «Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador» (1,46).

    Con ello expresa todo el programa de su vida: no se pone en el centro, sino que deja que Dios, a quien ha encontrado tanto en la oración como en el servicio al prójimo, ocupe este lugar –tan sólo entonces el mundo es bueno. María es grande precisamente porque ella misma no quiere hacerse grande, sino que quiere engrandecer a Dios (Lc 1, 38.48). Sabe que contribuye a la salvación del mundo, no llevando la obra a su cumplimiento sino tan sólo poniéndose a la disposición de las iniciativas de Dios. María es una mujer de esperanza: únicamente porque cree en las promesas de Dios y espera la salvación de Israel; el ángel puede venir donde ella está y llamarla al servicio del cumplimiento decisivo de estas promesas. Es una mujer de fe: «Dichosa tú que has creído», le dice Isabel.

SANTORAL - SAN GREGORIO PRESBÍTERO

24 de Diciembre


    Presbítero (+ 303) que murió mártir en la persecución de Diocleciano a comienzos del siglo IV.En su historia interviene un personaje llamado Flaco que es el encargado por el gobierno de Roma para poner orden en el Imperio en lo que concierne a la unidad de religión fundamento del orden social. Ha pensado en su estrategia contra los rebeldes e inconformistas de cuya existencia en su territorio está bien informado: multiplicará los dioses y obligará a prestarles adoración. Quienes no acaten la orden con fidelidad serán aniquilados.

    En la península itálica, en la Umbria, concretamente en Spoleto, hay un hombre llamado Gregorio, se ocupa en hacer el bien a los demás, está interesado en poner remedio a las necesidades económicas de los más pobres y de hecho las remedia en la medida que puede, da consuelo a los tristes e incluso quema el tiempo animando cuando alguien está desalentado. Es pacífico y en su vida se advierte la rectitud. Todos lo tienen por hombre religioso. Incluso a los que quieren les descubre poco a poco los misterios de Dios y, lo que es más llamativo aún, algunos le siguen porque tanto su enseñanza como el estilo de su vida tienen un atractivo poco común. Sí, hay un no-sé-qué atrayente por su nobleza y altura de miras. Pero por lo que se ve que no agrada a todos. No quiere sacrificar a los dioses. Tiene ideas distintas. Él no se acomoda a lo establecido. Es acusado de "ser rebelde a los dioses". Afirma que sólo un Dios merece adoración y tan testarudo se muestra en su convicción que, a pesar de las amenazas y vejaciones, está dispuesto incluso a morir. De hecho así terminó su vida en el año 303.

    Desobediente. Inadaptado. Reaccionario. Indócil. Rebelde. Indisciplinado. Agitador. Inconformista. Independiente. Parece que todos estos calificativos tienen un contenido negativo. Pero, claro... hay que saber contra qué o contra quien. Porque —a la postre y para ser justos en el juicio— todo depende de a qué lado quede la verdad. Quizá resulte que hay que cambiar el esquema y se deban proponer para premios Nobel precisamente a los que no se acomoden a los croquis de la sociedad y vayan contra el "status".

Oremos

    Afirma que sólo un Dios merece adoración y tan testarudo se muestra en su convicción que, a pesar de las amenazas y vejaciones, esta dispuesto incluso a morir. No siempre "ser como los demás" es signo de "estar en la verdad". A que la verdad no depende del poder, de la fuerza física, política o militar. ¡A que no!

-FRASE DEL DÍA-