miércoles, 11 de agosto de 2021

ELEMENTOS MATERIALES DE LA LITURGIA

 


El Templo y sus Partes

    El presbiterio “El presbiterio es el lugar donde se encuentra el altar, se proclama la Palabra de Dios (ambón), y el sacerdote (sede), el diácono y los demás ministros ejercen su función. Deberá distinguirse convenientemente de la nave de la iglesia, por hallarse en un plano más elevado o por su particular estructura y ornato. Sea de amplitud tal que la celebración de la Eucaristía pueda desarrollarse con comodidad y ser vista.” (IGMR, 295) En el presbiterio se ha de colocar la sede del celebrante y los asientos para los sacerdotes concelebrantes y para los presbíteros que asisten a la celebración, aunque no concelebren. “El asiento para el diácono colóquese cerca de la sede del celebrante.

    Para los otros ministros ubíquense de tal modo que se distingan claramente de los asientos del clero y ellos mismos puedan cumplir con facilidad el oficio que se les ha confiado.” (cfr. IGMR, 310). El presbiterio “es asimismo un lugar de uso o circulación restringida a quienes desempeñan alguna tarea de ministerio sagrado. El resto de la asamblea no penetra en él, allí están sus representantes. Generalmente se resuelve en un plano elevado respecto de la nave, de manera de permitir una fácil visión de todo lo que ocurre en él.” (CEA) Deberá tenerse en cuenta que en ocasiones los desplazamientos que ocurren en el presbiterio toman forma procesional. En el Presbiterio también debe preverse el comulgatorio. Si bien éste no siempre es necesario, de ordinario debe existir de algún modo, y ser sólido y apto para los fieles que quisieran comulgar arrodillados, lo cual es frecuente en la celebración del rito extraordinario. El comulgatorio sirve, además, para señalar el límite del Presbiterio, ya que éste es un lugar reservado. En todo caso, sea de pocos o solamente un escalón, y el espacio no perturbe a los movimientos procesionales.

martes, 10 de agosto de 2021

EVANGELIO DEL DÍA - 11 de Agosto - San Mateo 18,15-20.


 


Deuteronomio 34,1-12.

Moisés subió de las estepas de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó, y el Señor le mostró todo el país: Galaad hasta Dan, todo Neftalí, el territorio de Efraím y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Occidental, el Négueb, el Distrito y el valle de Jericó - la Ciudad de las Palmeras - hasta Soar.
Y el Señor le dijo: "Esta es la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: "Yo se la daré a tus descendientes". Te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella".
Allí murió Moisés, el servidor del Señor, en territorio de Moab, como el Señor lo había dispuesto.
El mismo lo enterró en el Valle, en el país de Moab, frente a Bet Peor, y nadie, hasta el día de hoy, conoce el lugar donde fue enterrado.
Cuando murió, Moisés tenía ciento veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor.
Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en las estepas de Moab. Así se cumplió el período de llanto y de duelo por la muerte de Moisés.
Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había impuesto sus manos sobre él; y los israelitas le obedecieron, obrando de acuerdo con la orden que el Señor había dado a Moisés.
Nunca más surgió en Israel un profeta igual a Moisés - con quien el Señor departía cara a cara - ya sea por todas las señalas y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto contra el Faraón, contra todos sus servidores y contra todo su país, ya sea por la gran fuerza y el terrible poder que él manifestó en presencia de todo Israel.

Palabra de Dios.



Salmo 66(65),1-3a.5.8.16-17.

¡Aclame al Señor toda la tierra!
¡Canten la gloria de su Nombre!
Tribútenle una alabanza gloriosa,
digan al Señor: «¡Qué admirables son tus obras!»

Vengan a ver las obras del Señor,
las cosas admirables que hizo por los hombres.
Bendigan, pueblos, a nuestro Dios,
hagan oír bien alto su alabanza:

Los que temen al Señor, vengan a escuchar,
yo les contaré lo que hizo por mí:
apenas mi boca clamó hacia él,
mi lengua comenzó a alabarlo.


Evangelio según San Mateo 18,15-20.

Jesús dijo a sus discipulos:
Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.
Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos.
Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano.
Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.
También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá.
Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 11 de Agosto - «Allí estoy yo, en medio de ellos» (Mt 18,20)


 
San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia
Homilía 8 sobre la carta a los Romanos, 8; PG 60, 464-466.

«Allí estoy yo, en medio de ellos» (Mt 18,20)


Cuando os digo de imitar al apóstol Pablo, no es que os diga: Resucitad a los muertos, curad a los leprosos. Sino que os digo lo mejor: tened caridad. Tened el mismo amor que animaba a san Pablo, porque esta virtud es muy superior al poder de hacer milagros. Allí donde hay caridad, el Hijo de Dios reina con su Padre y el Espíritu Santo. Él mismo lo ha dicho: «Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». Amar es encontrarse unidos, es el carácter de una amistad tan fuerte como real.

Me diréis: ¿Es que hay gente tan miserable como para no desear tener a Cristo en medio de ellos? Sí, nosotros mismos, hijos míos; le echamos de entre nosotros cuando luchamos los unos contra los otros. Me diréis: ¿Qué dices? ¿No ves como estamos reunidos en su nombre, todos dentro las mismas paredes, en el recinto de la misma iglesia, atentos a la voz de nuestro pastor? No hay la más pequeña disensión en la unidad de nuestros cánticos y plegarias, escuchando juntos a nuestro pastor. ¿Dónde está la discordia?

Sé bien que estamos en el mismo aprisco y bajo el mismo pastor. Y no puedo llorar más amargamente… Porque si en este momento estáis pacíficos y tranquilos, al salir de la iglesia éste critica al otro; uno injuria públicamente a otro, uno se encuentra devorado por la envidia, los celos o la avaricia; el otro medita la venganza, otro la sensualidad, la duplicidad o el fraude. […] Respetad, respetad pues, esta mesa santa de la cual comulgamos todos; respetad a Cristo inmolado por todos; respetad el sacrificio que se ofrece sobre este altar en medio de nosotros.

SANTORAL DEL DÍA - SANTA CLARA DE ASÍS

11 de Agosto




Memoria de santa Clara, virgen, que, como primer ejemplo de las Damas Pobres de la Orden de los Hermanos Menores, siguió a san Francisco, llevando en Asís, en la Umbría, una vida austera pero rica en obras de caridad y de piedad. Insigne amante de la pobreza, no consintió ser apartada de la misma ni siquiera en la más extrema indigencia y en la enfermedad. Nació en Asís, Italia, en 1193. Su conversión hacia la vida de plena santidad se efectuó al oír un sermón de San Francisco de Asís. Cuando ella tenía 18 años San Francisco predicó en Asís los sermones de cuaresma y allí insistió en que para tener plena libertad para seguir a Jesucristo hay que librarse de las riquezas y bienes materiales.

En secreto se fue a buscar al santo para pedirle que la instruyera en el modo de lograr conseguir la perfección cristiana. El le dijo que había que desprenderse de todo, la animó a dejar la vida de riquezas y comodidades que llevaba y dedicarse a una vida pobre, de oración y penitencia. San Francisco hizo que Clara se fuera a vivir junto a la Iglesia de San Damián en Asís, en una pobre y humilde casita. Y he aquí que su hermana Inés y su propia madre decidieron irse también de monjas con ella. Y muchas muchachas más se dejaron atraer por esa vida de oración y recogimiento, y así pronto el convento estaba lleno de mujeres dedicadas a la santidad.

Francisco nombró a Clara como superiora de la comunidad, y aunque ella toda la vida trató de renunciara al puesto de superiora y dedicarse a ser una sencilla monjita de segundo orden, sin embargo por cuarenta años será la priora del convento y las monjitas no aceptarán a ninguna otra en su reemplazo mientras ella viva, y es que su modo de ejercer la autoridad era muy agradable y lleno de caridad. Servía la mesa, lavaba los platos, atendía a las enfermas, y con todas era como una verdadera mamacita llena de comprensión y misericordia.

A los pocos años ya había conventos de Clarisas en Italia, Francia, Alemania y Checoslovaquia. Y estas monjitas hacían unas penitencias muy especiales, inspiradas en el ejemplo de su santa fundadora que era la primera en dedicarse a la penitencia. No usaban medias, ni calzado, se abstenían perpetuamente de carne, y sólo hablaban si las obligaba a ello alguna necesidad grave o la caridad. La fundadora les recomendaba el silencio como remedio para evitar innumerables pecados de lengua y conservarse en unión con Dios, y alejarse de dañosas distracciones del mundo, pues si no hay silencio, la mundanalidad se introduce inevitablemente en el convento.

Siguiendo las enseñanzas y ejemplos de su maestro San Francisco, quiso Santa Clara que sus conventos no tuvieran riquezas ni rentas de ninguna clase. Y aunque muchas veces le ofrecieran regalos de bienes para asegurar el futuro de sus religiosas, no los quiso aceptar. Al Sumo Pontífice que le ofrecía unas rentas para su convento le escribió: "Santo Padre: le suplico que no me absuelva ni me libre de la obligación que tengo de ser pobre como lo fue Jesucristo". A quienes le decían que había que pensar en el futuro, les respondía con aquellas palabras de Jesús: "Mi padre celestial que alimenta a las avecillas del campo, nos sabrá alimentar también a nosotros".

Hoy las religiosas Clarisas son 18,000 en 1,248 conventos en el mundo. 27 años estuvo enferma nuestra santa, pero su enfermedad la soportaba con paciencia heroica. En su lecho bordaba y hacía costuras, y oraba sin cesar. El Sumo Pontífice la visitó dos veces y exclamó: "Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de ser perdonado, como la que tiene esta santa monjita". Cardenales y obispos iban a visitarla y a pedirle sus consejos.

San Francisco ya había muerto, y tres de los discípulos preferidos del santo, Fray Junípero, Fray Angel y Fray León, le leyeron a Clara la Pasión de Jesús mientras ella agonizaba. La santa repetía: "Desde que me dedique a pensar y meditar en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ya los dolores y sufrimientos no me desaniman sino que me consuelan".

El 10 de agosto del año 1253 a los 60 años de edad y 41 años de ser religiosa, se fue al cielo a recibir su premio. Un día como hoy fue sepultada. Santa Clara bendita: no dejes nunca de rogar a Dios por nosotros.


Oremos

Gloriosa Santa Clara de Asís, por aquella fe inquebrantable que te hizo servirte de las cosas terrenas buscando las del cielo, por aquella esperanza firme con que venciste todas las dificultades que se oponían a tu santificación, por aquella caridad pura y ardiente que te movió en todo los momentos de la vida, yo te suplico con humilde confianza que intercedas ante Dios y me obtengas su favor en lo que te pido y esperanza firme y caridad ardiente para con Dios y el prójimo. Amén

ELEMENTOS MATERIALES DE LA LITURGIA



 El Templo y sus Partes

    En la arquitectura eclesiástica, por lo general cuando hablamos de campanario nos referimos a una torre campanario. Son estructuras verticales construidas en un lateral, frente, espalda o en lo alto de una iglesia y que se elevan por encima de cualquier otro edificio cercano.

    Al principio, estos edificios eran torres separadas y a menudo contenían una pequeña capilla abajo conocida como baptisterio. Aquí eran bautizados los catecúmenos en la Iglesia primitiva. Uno de los ejemplos más famosos de este tipo de edificio es el baptisterio de San Juan de Letrán en Roma.

    El significado espiritual de estas estructuras viene directamente de la Biblia. El salmista habla sobre Dios como una torre cuando dice: “Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi refugio y torre fuerte delante del enemigo” (Salmos 61,2-3).Las torres campanario también se usaban para recordar a la comunidad local que permaneciera centrada en Dios. Los demás edificios seglares se construían normalmente más bajos que la torre de la iglesia, convirtiendo a la iglesia local en el edificio más alto e importante de la localidad. No podías ir a ningún lugar de la ciudad sin ver el campanario y, como resultado, recordar tu deber hacia Dios.

Fuente: Aleteia

lunes, 9 de agosto de 2021

EVANGELIO DEL DÍA - 10 de Agosto - San Juan 12,24-26.


 

Carta II de San Pablo a los Corintios 9,6-10.

Sepan que el que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad, cosechará abundantemente.
Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.
Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras.
Como dice la Escritura: El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente.
El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia.

Palabra de Dios.


Salmo 112(111),1-2.5-6.7-8.9.

Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida.

Dichoso el que se compadece y da prestado,
y administra sus negocios con rectitud.
El justo no vacilará jamás,
su recuerdo permanecerá para siempre.

No tendrá que temer malas noticias:
su corazón está firme, confiado en el Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá,
hasta que vea la derrota de sus enemigos.

Él da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad.


Evangelio según San Juan 12,24-26.

Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.
El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna.
El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 10 de Agosto - «Si el grano de trigo… muere, da mucho fruto» (Jn 12, 24).


 
San Juan Pablo II, papa
Catequesis, Audiencia General (09-11-1988) - (Extracto)
Sentido del sufrimiento a la luz de la pasión del Señor

«Si el grano de trigo… muere, da mucho fruto» (Jn 12, 24).


2. (...) El Cristo que sufre es, como ha cantado un poeta moderno, «el Santo que sufre», el Inocente que sufre, y, precisamente por ello, su sufrimiento tiene una profundidad mucho mayor en relación con la de todos los otros hombres, incluso de todos los Job, es decir de todos los que sufren en el mundo sin culpa propia. Ya que Cristo es el único que verdaderamente no tiene pecado, y que, más aún, ni siquiera puede pecar. Es, por tanto, Aquél ―el único― que no merece absolutamente el sufrimiento. Y sin embargo es también el que lo ha aceptado en la forma más plena y decidida, lo ha aceptado voluntariamente y con amor. Esto significa ese deseo suyo, esa especie de tensión interior de beber totalmente el cáliz del dolor (cf. Jn 18, 11), y esto «por nuestros pecados, no sólo por los nuestros sino también por los de todo el mundo», como explica el Apóstol San Juan (1 Jn 2, 2). En tal deseo, que se comunica también a un alma sin culpa, se encuentra la raíz de la redención del mundo mediante la cruz. La potencia redentora del sufrimiento está en el amor.

3. Y así, por obra de Cristo, cambia radicalmente el sentido del sufrimiento. Ya no basta ver en él un castigo por los pecados. Es necesario descubrir en él la potencia redentora, salvífica del amor. El mal del sufrimiento, en el misterio de la redención de Cristo, queda superado y de todos modos transformado: se convierte en la fuerza para la liberación del mal, para la victoria del bien. Todo sufrimiento humano, unido al de Cristo, completa «lo que falta a las tribulaciones de Cristo en la persona que sufre, en favor de su Cuerpo» (cf. Col 1, 24): el Cuerpo es la Iglesia como comunidad salvífica universal.

FIESTA DE SAN LORENZO DIÁCONO Y MÁRTIR

10 de Agosto



Fiesta de san Lorenzo, diácono y mártir, que fervientemente deseoso, como cuenta san León Magno, de compartir la suerte del papa Sixto II en su martirio, al recibir del tirano la orden de entregar los tesoros de la Iglesia, él, festivamente, le presentó a los pobres en cuyo sustento y abrigo había gastado abundante dinero. Tres días más tarde, por la fe de Cristo venció el suplicio del fuego, y el instrumento de su martirio se convirtió en distintivo de su triunfo. Su cuerpo fue enterrado en Roma, en el cementerio de Campo Verano, conocido desde entonces por su nombre.

Mártir. Año 258. "coronado de laurel". Los datos acerca de este santo los ha narrado San Ambrosio, San Agustín y el poeta Prudencio. Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, o sea uno de los siete hombres de confianza del Sumo Pontífice. Su oficio era de gran responsabilidad, pues estaba encargado de distribuir las ayudas a los pobres. En el año 257 el emperador Valeriano publicó un decreto de persecución en el cual ordenaba que todo el que se declarara cristiano sería condenado a muerte.

El 6 de agosto el Papa San Sixto estaba celebrando la santa Misa en un cementerio de Roma cuando fue asesinado junto con cuatro de sus diáconos por la policía del emperador. Cuatro días después fue martirizado su diácono San Lorenzo.

La antigua tradición dice que cuando Lorenzo vio que la Sumo Pontífice lo iban a matar le dijo: "Padre mío, ¿te vas sin llevarte a tu diácono?" y San Sixto le respondió: "Hijo mío, dentro de pocos días me seguirás". Lorenzo se alegró mucho al saber que pronto iría a gozar de la gloria de Dios. Entonces Lorenzo viendo que el peligro llegaba, recogió todos los dineros y demás bienes que la Iglesia tenía en Roma y los repartió entre los pobres. Y vendió los cálices de oro, copones y candeleros valiosos, y el dinero lo dio a las gentes más necesitadas.

El alcalde de Roma, que era un pagano muy amigo de conseguir dinero, llamó a Lorenzo y le dijo: "Me han dicho que los cristianos emplean cálices y patenas de oro en sus sacrificios, y que en sus celebraciones tienen candeleros muy valiosos. Vaya, recoja todos los tesoros de la Iglesia y me los trae, porque el emperador necesita dinero para costear una guerra que va a empezar". Lorenzo le pidió que le diera tres días de plazo para reunir todos los tesoros de la Iglesia, y en esos días fue invitando a todos los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos que él ayudaba con sus limosnas.

Y al tercer día los hizo formar en filas, y mandó llamar al alcalde diciéndole: "Ya tengo reunidos todos los tesoros de la iglesia. Le aseguro que son más valiosos que los que posee el emperador". Llegó el alcalde muy contento pensando llenarse de oro y plata y al ver semejante colección de miseria y enfermedad se disgustó enormemente, pero Lorenzo le dijo: "¿por qué se disgusta? ¡Estos son los tesoros más apreciados de la iglesia de Cristo!". El alcalde lleno de rabia le dijo: "Pues ahora lo mando matar, pero no crea que va a morir instantáneamente. Lo haré morir poco a poco para que padezca todo lo que nunca se había imaginado. Ya que tiene tantos deseos de ser mártir, lo martirizaré horriblemente".

Y encendieron una parrilla de hierro y ahí acostaron al diácono Lorenzo. San Agustín dice que el gran deseo que el mártir tenía de ir junto a Cristo le hacía no darle importancia a los dolores de esa tortura. Los cristianos vieron el rostro del mártir rodeado de un esplendor hermosísimo y sintieron un aroma muy agradable mientras lo quemaban. Los paganos ni veían ni sentían nada de eso. Después de un rato de estarse quemando en la parrilla ardiendo el mártir dijo al juez: "Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo". El verdugo mandó que lo voltearan y así se quemó por completo. Cuando sintió que ya estaba completamente asado exclamó: "La carne ya está lista, pueden comer".

Y con una tranquilidad que nadie había imaginado rezó por la conversión de Roma y la difusión de la religión de Cristo en todo el mundo, y exhaló su último suspiro. Era el 10 de agosto del año 258.- El poeta Prudencio dice que el martirio de San Lorenzo sirvió mucho para la conversión de Roma porque la vista del valor y constancia de este gran hombre convirtió a varios senadores y desde ese día la idolatría empezó a disminuir en la ciudad. San Agustín afirma que Dios obró muchos milagros en Roma en favor de los que se encomendaban a San Lorenzo. El santo padre mandó construirle una hermosa Basílica en Roma, siendo la Basílica de San Lorenzo la quinta en importancia en la Ciudad Eterna.


Oremos

Dios nuestro, que inflamaste con el fuego de tu amor a San Lorenzo, para que brillara por la fidelidad a su servicio diaconal y por la gloria de un heroico martirio, haz que nosotros te amemos siempre como él te amó y practiquemos lo que él enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

ELEMENTOS MATERIALES DE LA LITURGIA



 El Templo y sus Partes

    El templo está consagrado para el culto a Dios. Es verdad que Dios está presente en todas partes, pero quiere tener un lugar visible de su presencia en este mundo. Y esto es el templo, la casa de Dios, que más comúnmente llamamos “iglesia”. Por eso, siempre que vemos una iglesia, nos acordamos de que Dios está presente en el mundo y hacemos la señal de la cruz. El templo o iglesia es también la casa del pueblo de Dios, reunido para escuchar la Palabra de Dios, para rezar, para fraternizar como hijos de Dios. Al inicio, los primeros cristianos daban culto a Dios en casas particulares (casas romanas de dos pisos). Lo requería la discreción y la prudencia, pues los emperadores romanos impedían todo culto público.

    Fue Constantino en año 313 d.C. el que permitió el culto público y lo revistió de solemnidad y magnificencia. Y fue él, el que mandó construir las basílicas, que eran edificios muy grandes, en un inicio dedicadas al rey o emperador, y después ofrecidas a Dios, el Rey de reyes.


Durante siglos se han ido construyendo diversos tipos de templos dedicados a Dios

Basílica: las basílicas mayores son siete y están en Roma; las menores, por todo el mundo, y ha sido el papa quien ha querido honrarlas con ese título.

Catedral: donde tiene la sede o cátedra el obispo.

Iglesia abacial: donde tiene su sede un abad mitrado.

Iglesias parroquiales: para atender espiritualmente a un grupo de fieles y a cargo del párroco y sus colaboradores sacerdotes, en una localidad o territorio delimitado.

Iglesia conventual: que pertenece a comunidades religiosas. Capillas, oratorios públicos, semipúblicos o privados.

Fuente: Catholic.net

domingo, 8 de agosto de 2021

EVANGELIO DEL DÍA - 9 de Agosto - San Mateo 17,22-27.


 
Deuteronomio 10,12-22.

Y ahora, Israel, esto es lo único que te pide el Señor, tu Dios: que lo temas y sigas todos sus caminos, que ames y sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, observando sus mandamientos y sus preceptos, que hoy te prescribo para tu bien.
Al Señor, tu Dios, pertenecen el cielo y lo más alto del cielo, la tierra y todo lo que hay en ella.
Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefiriéndolos a todos los demás pueblos.
Por eso, circunciden sus corazones y no persistan en su obstinación,
porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, valeroso y temible, que no hace acepción de personas ni se deja sobornar.
El hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al extranjero y le da ropa y alimento.
También ustedes amarán al extranjero, ya que han sido extranjeros en Egipto.
Teme al Señor, tu Dios, y sírvelo; vive unido a él y jura por su Nombre.
El es tu gloria y tu Dios, y él realizó en tu favor esas tremendas hazañas de que fuiste testigo.
Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.

Palabra de Dios.


Salmo 147,12-13.14-15.19-20.

¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!
El reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de ti.

El asegura la paz en tus fronteras
y te sacia con lo mejor del trigo.
Envía su mensaje a la tierra,
su palabra corre velozmente;

Revela su palabra a Jacob,
sus preceptos y mandatos a Israel:
a ningún otro pueblo trató así
ni le dio a conocer sus mandamientos.


Evangelio según San Mateo 17,22-27.

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados.
Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?".
"Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?".
Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos.
Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 9 de Agosto - «Los hijos de Dios están exentos. Pero para no ser ocasión de escándalo....» (Mt 17, 26-27)


 
Francisco de Sales
Conversaciones Espirituales: Devoción generosa

«Los hijos de Dios están exentos. Pero para no ser ocasión de escándalo....» (Mt 17, 26-27)
Sobre la obligación de las Constituciones. VI, 15


Esta devoción generosa no desprecia nada y hace que, sin turbación ni inquietud, veamos a cada uno caminar, correr o volar de diversas formas, según la diversidad de las inspiraciones y la variedad de la medida de la gracia divina que cada cual recibe.
Es una advertencia que el Apóstol San Pablo hace a los Romanos: uno cree poder comer de todo; el otro, que está enfermo, come vegetales.

Que aquel que come no desprecie al que no come y el que no come no juzgue al que come.
Que cada cual lleve esa dirección: el que come, que coma en nuestro Señor; el que no come, que no coma en nuestro Señor y que tanto el uno como el otro den gracia a Dios... ... Que las que ayunan no desprecien a las que comen, ni las que comen a las que ayunan. Y así en todas las cosas que no están ordenadas ni prohibidas, que cada una siga su propio camino, es decir, que cada una use de su libertad sin juzgar ni controlar a las otras que no actúan como ellas... La devoción generosa no necesita de compañía para lo que hace, solamente pretende la gloria de Dios y que el prójimo avance en el amor divino y con tal que se vaya encaminando derechamente hacia el fin, no se preocupa del camino que se sigue.

Ojalá que el que ayuna, ayune por Dios y el que no ayuna, que sea también por Dios y entonces la devoción está tan contenta de lo uno como de lo otro. Pues no pretende atraer a los demás a su camino sino que ella lo sigue sencilla y humildemente.

SANTORAL - SANTA EDITH STEIN

09 de Agosto




Fiesta de santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith) Stein, virgen de la Orden de Carmelitas Descalzas y mártir, la cual, nacida y educada en la religión judía, después de haber enseñado filosofía durante algunos años entre grandes dificultades, recibió por el bautismo la nueva vida en Cristo, pero siguiéndola bajo el velo de las vírgenes consagradas hasta que, en tiempo de un régimen hostil a la dignidad del hombre y de la fe, fue encarcelada lejos de su patria, y en el campo de exterminio de Auschwitz, cercano a Cracovia, en Polonia, murió en la cámara de gas.

Edith Stein, Teresa Benedicta de la Cruz, nació el día del Kippur, día festivo para los hebreos, y en Breslavia Alemania, el 12 de octubre de 1891, en el seno de una familia hebrea. Edith fue la última de once hijos. A los dos años de edad, muere su padre. Hizo sus primeros estudios y el Bachillerato en su ciudad natal con calificaciones siempre sobresalientes. En la Universidad de Breslau estudia, de 1911 a 1913, Germanística, Historia, Psicología y Filosofía. En 1913 se traslada a Göttingen para seguir sus estudios de filosofía siendo discípula de Edmund Husserl, un hebreo y no creyente, genio filosófico de su tiempo, haciendo el exámen de Licenciatura con calificación sobresaliente en 1915. Durante este período, llega a un ateísmo casi total, pues abandonó la fe y las prácticas religiosas. Estalla en 1914 la primera guerra mundial y Edith trabaja como enfermera voluntaria siendo enviada a un hospital del frente. Después de ese infatigable trabajo, hace el examen de doctorado en la Universidad de Freiburg, con la calificación Summa cum laude. Cuando contaba con 32 años enseña en la escuela de formación de maestras de las dominicas de Santa

Magdalena en Espira. Además de las clases, escribe, traduce y da conferencias sobre la cuestión femenina y sobre la educación católica que la llevarán por diversas ciudades de Alemania y por los países limítrofes. A los 41 años, es profesora en el Instituto Alemán de Pedagogía científica en Münster. Su fama de conferenciante traspasa las fronteras de Alemania y es invitada a hablar en Francia y Suiza. Desde su conversión deseó entrar en el Carmelo a pesar de la oposición de la familia, y su deseo se vio cumplido el 14 de octubre de 1933, a los 42 años, ingresando en el Carmelo de Colonia. Aquí cambia su nombre por el de Teresa Benedicta de la Cruz. Su familia hebrea, rompe con ella. El 21 de abril de 1935, domingo de Pascua de Resurrección, emite sus votos religiosos y tres años después, aquél mismo día, sus votos perpetuos. Su vida será ya una Cruz convertida en Pascua. Dentro del convento, por orden del Provincial, continúa sus estudios científicos. A medida que el nazismo se consolida en el poder su condición de judía es una amenaza para ella y para la comunidad. El día 31 de diciembre de 1938 emigra a Holanda y se establece en el convento de Echt. Aquí la encomiendan, entre otros trabajos, un estudio sobre San Juan de la Cruz, y escribe La ciencia de la Cruz. El día 2 de agosto de 1942 es detenida por la Gestapo, junto con su hermana Rosa, también convertida al catolicismo, y llevada con otros religiosos y religiosas al campo de concentración de Amersfoort. Luego, en la noche entre el 3 y el 4 de agosto, los presos fueron trasladados al campo de Westerbork, situado en una zona completamente deshabitada al norte de Holanda. El 9 de agosto de 1942, llegaba en el tren de la muerte al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Por su edad (51 años cumplidos), su baja estatura, sin signos externos de robustez, en la mentalidad nacista, no servía para trabajos forzados. La llevaron a la barraca 36, siendo marcada con el Nº 44.074 de deportación, para morir mártir de la fe cristiana a los 51 años de edad, en la casita blanca, víctima del Ciclón B: Ácido Cianhídrico; durante la persecución nazi, ofreciendo su holocausto por el pueblo de Israel. La ducha anunciada, en vez del agua deseada, emanó el tóxico ciclón B de la muerte casi instantánea. Su cuerpo sin vida fue calcinado con leña (todavía estábamos en agosto de 1942). No hay tumba. Las cenizas o huesos de la Hna. Edith se arrojaron en el campo adyacente. Hoy es un verde campo con cruces que plantan allí los grupos de peregrinos. Mujer de singular inteligencia y cultura, ha dejado numerosos escritos de elevada doctrina y de honda espiritualidad. En 1962 se inició su proceso de beatificación. Teresa Benedicta de la Cruz dramática síntesis de nuestro tiempo, Mujer hija de Israel, Mártir por la fe en Cristo, y Víctima del exterminio judío, fue beatificada por Juan Pablo II en Colonia, el 1 de mayo de 1987. Su fiesta se celebra en el Carmelo Teresiano el 9 de agosto. El Papa Juan Pablo II canonizó a la judía, filósofa, monja, mártir y beata, Teresa Benedicta de la Cruz de la Orden del Carmelo, el 11 de Octubre de 1998 en la Basílica de San Pedro en Roma



Oremos

Señor, ya que por don tuyo la fuerza se realiza en la debilidad, concede a cuantos estamos celebrando la victoria de la Santa mártir Edith Stein que obtengamos la fortaleza de vencer nuestras dificultades como ella venció los tormentos del martirio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Dios de nuestros padres, que guiaste a tu mártir Santa Teresa Benedicta al conocimiento de tu Hijo crucificado y a imitarle hasta la muerte, concédenos por su intercesión que todos los hombres reconozcan en Cristo a su Salvador y puedan contemplarte para siempre por medio de Él. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).