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viernes, 21 de junio de 2024

SANTORAL - SAN TOMÁS MORO

 22 de Junio


    San Juan Fisher, obispo, y santo Tomás Moro, mártires, que, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la controversia sobre su matrimonio y sobre la primacía del Romano Pontífice, fueron encarcelados en la Torre de Londres, en Inglaterra. Juan Fisher, obispo de Rochester, varón conocido por su erudición y por la dignidad de su vida, por mandato del rey fue decapitado este día frente a la cárcel, y Tomás Moro, padre de familia de vida integérrima y presidente del consejo real, por mantenerse fiel a la Iglesia católica murió el día 6 de julio, uniéndose así al martirio del obispo. San Juan Fisher, obispo, (1469 - 1535) y Santo Tomás Moro, seglar, (1477 - 1535), mártires.


    Juan Fisher nació el año 1469; fue hijo de un modesto mercero de Beberly, en el condado de York (Inglaterra); estudió teología en Canbridge, fue ordenado presbítero, por privilegio, cuando sólo contaba veintidós años, y a los treinta y cinco ya era Vicecanciller de la Universidad.

    Consumado humanista, fundó los Colleges de Cristo y de san Juan, amplió bibliotecas y fundó cátedras con la ayuda de Lady Margaret, madre de Enrique VII. Erasmo llegó a afirmar que no había en el país «hombre más culto, ni obispo más santo». Fue nombrado obispo de Rochester en el año 1504, cargo que ejerció con una vida llena de austeridad y de entrega pastoral, visitando con frecuencia a los fieles de su grey. Se mostró como decidido apologista antiprotestante.

    Mantuvo una postura firme y clara ante los proyectos de Enrique VIII sobre su anulación matrimonial, defendiendo la validez y la indisolubilidad del contraído con la reina Catalina de Aragón. Miembro de la Cámara de los Lores, arremete contra ciertas medidas anticlericales y hace añadir una cláusula fatalmente restrictiva al nombramiento de Enrique VIII como Cabeza de la Iglesia en Inglaterra. Su actitud le llevó a estar dos veces en la cárcel, a sufrir atentados e intentos de asesinato y a soportar bajas calumnias. Por su negativa a prestar el juramento de Supremacía, se le encarceló en la Torre de Londres, le despojaron de su título episcopal y declararon a Rochester «sede vacante». 


    Tomás Moro nació el año 1477, y completó sus estudios en Oxford; se casó y tuvo un hijo y tres hijas. Ocupó el cargo de Canciller del reino. Íntimo compañero y amigo personal del rey Enrique VIII, abogado distinguido, notable humanista de gran cultura, amigo de Erasmo, cariñoso padre de familia, caballero simpático por su buen humor y, además católico fervoroso.

  
Grande era su reputación de hombre recto y jovial, juez justo, culto y estimado por los humanistas europeos, tanto que Erasmo de Rotterdam le dedicó su "Elogio de la locura". Fue muy amado por el pueblo por su caridad, y también muy conocido por su sentido del humor y su fino intelecto, como se evidencia en sus obras y su vida. Pero Tomás Moro era, ante todo, un hombre de fe. Hijo de un abogado, nació en Londres en 1478. En su vida privada visitaba con frecuencia a los franciscanos de Greenwich y pasó un período en la Cartuja de Londres. Su primer matrimonio fue con Jane Colt de quien tuvo 4 hijos y luego, quedando viudo, se casó con Alice Middleton. Fiel esposo y buen padre, se dedicó a la educación intelectual y religiosa de sus hijos, en su casa siempre abierta a los amigos.

Una estrella en continuo ascenso

    En su vida pública lo vemos trabajando como miembro del Parlamento y ocupando varios puestos diplomáticos. En 1516 escribió su obra más conocida, "La Utopía". Enseguida fue juez, presidente de la Cámara de los Comunes y como consejero y secretario del rey, luchó contra la Reforma Protestante. Contribuyó a la redacción de "La defensa de los siete sacramentos", obra que le había valido a Enrique VIII el título de Defensor de la fe. Su ascenso fue veloz e incomparable hasta llegar a la cima. De hecho fue el primer laico en ser nombrado Gran Canciller. Estamos en 1529. En este turbulento contexto politico y religioso, sólo unos pocos años después, en 1532, su vida cambiará de manera decisiva. Tomás sintió que debía renunciar a sus encargos políticos y entonces iniciará otra vida, pero esta vez de pobreza y de abandono para él y su familia. Muero como fiel servidor del rey, pero primero como servidor de Dios

    Su historia está entrelazada con la vida del Rey Enrique VIII, quien, habiendo decidido casarse con Ana Bolena, obligó al Arzobispo Thomas Cranmer a que declarase nulo su matrimonio con Catalina de Aragón y luego, en una escalada de oposición al Papa Clemente VII, se autoproclamó como el Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra. En 1534 el parlamento ratificó la decisiòn del rey con el Acta de Supremacía y el Acta de Sucesión. No obstante que Tomás ya se había retirado del mundo político, en tal situaciòn tan crítica, confirmó valientemente su lealtad al Papa y por eso, en 1534 fue encarcelado en la Torre de Londres, pero esto no fue suficiente para hacerlo retractar. Su "línea defensiva", que era la del silencio, no fue suficiente para salvar su vida. Fue sometido a un juicio, en el curso del cual pronunció una famosa defensa sobre la indisolubilidad del matrimonio, sobre el respeto del patrimonio jurídico inspirado en los valores cristianos y acerca de la libertad de la Iglesia ante el Estado. Fue injustamente condenado por alta traición y decapitado el 6 de julio, pocos días después de que Juan Fisher, del que era un gran amigo, fuera también condenado por las mismas ideas. Por eso, la Iglesia los recuerda a los dos juntos el 22 de junio. Santo Tomás Moro fue un hombre muy apasionado por la verdad y en el discurso de Benedicto XVI en Westminster Hall leemos: "Quisiera recordar la figura de Santo Tomás Moro, el gran erudito inglés y hombre de Estado, quien es admirado por creyentes y no creyentes por la integridad con la que fue fiel a su conciencia, incluso a costa de contrariar al soberano de quien era un “buen servidor”, pues eligió servir primero a Dios".

Oremos

    Señor, tú que has querido que el martirio sea el supremo testimonio de la fe, concédenos, por la intercesión de los Santos Juan Fisher y Tomás Moro, ratificar con nuestra vida la fe que profesamos con nuestros labios. Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo. Amén

jueves, 21 de marzo de 2024

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 22 de Marzo - "Cristo da la vida por sus enemigos"


Santo Tomás Moro (1478-1535) hombre de estado inglés, mártirTratado sobre la Pasión, Cristo nos amó hasta el extremo, homilía 1


"Cristo da la vida por sus enemigos"

    Meditemos profundamente sobre el amor de Cristo nuestro Salvador, "que ha amado a los suyos hasta el extremo" (Jn 13,1), hasta el punto que por su bien, voluntariamente, sufrió una muerte dolorosa y manifestó el máximo grado de amor que puede existir. Pues Él mismo dijo: "No hay amor más grande que el que da su vida por sus amigos" (Jn 15:13). Sí, este es el amor más grande que jamás se haya demostrado. Y sin embargo, nuestro Salvador nos dio uno mayor por que dio esta prueba de amor igual para sus amigos y sus enemigos.

    ¡Qué diferencia entre este verdadero amor y otras formas de amor falso e inconsistente que pueden encontrarse en este pobre mundo!... ¿Quién puede estar seguro, en la adversidad, de mantener a muchos de sus amigos, cuando nuestro Salvador, cuando fue arrestado, permaneció solo, abandonado de los suyos? ¿Cuándo tú te vayas, quién querrá ir contigo? ¿Si fueras rey, tu reino no te dejaría partir sólo para olvidarte tan pronto? ¿Incluso tu familia no te dejaría marchar, como una pobre alma abandonada que no sabe a dónde ir?

    Así pues, aprendamos a amar en todo momento, como deberíamos amar: a Dios sobre todas las cosas y a todas las otras cosas a por Él. Por que cada amor que no nos lleva a este fin, es decir, a la voluntad de Dios es un amor vano y estéril. Todo amor que dirigimos a un ser creado y que debilita nuestro amor hacia Dios, es un amor detestable y un obstáculo en nuestro camino hacia el cielo ... Así que, como nuestro Señor nos ha amado tanto para nuestra salvación, imploremos asiduamente su gracia, temiendo que en comparación con su gran amor, a nosotros se nos encuentre repletos de ingratitud.

viernes, 11 de agosto de 2023

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 12 de Agosto - «¡Tengo fe, Señor! Pero dudo, ayúdame»


       Santo Tomás Moro, mártir Diálogo de la fortaleza contra la tribulación


«¡Tengo fe, Señor! Pero dudo, ayúdame»

    «Señor, aumenta nuestra fe» (Lc 17,5). Meditemos las palabras de Cristo y digamos: si no dejáramos que nuestra fe se entibiara e incluso de enfriarse, que perdiera su fuerza gastando el tiempo con nuestros pensamientos sobre cosas vanas, dejaríamos de conceder la importancia que tienen a las cosas de este mundo, y recogeríamos nuestra fe dejándola sola en un pequeño rincón de nuestra alma.

    Después de haber arrancado todas las malas hierbas del huerto de nuestro corazón, la sembraríamos, como el grano de mostaza, y la semilla crecería. Con una firme confianza en la palabra de Dios arrancaríamos una montaña de aflicciones; mientras que si nuestra fe tambalea no hará mover ni tan sólo una topinera. Para terminar esta conversación, quisiera decir que, puesto que toda consolación espiritual supone existente una base de fe, y que nadie más que Dios nos la puede dar, no debemos cansarnos nunca de pedírsela.

miércoles, 21 de junio de 2023

SANTORAL - SAN TOMÁS MORO

 22 de Junio


     San Juan Fisher, obispo, y santo Tomás Moro, mártires, que, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la controversia sobre su matrimonio y sobre la primacía del Romano Pontífice, fueron encarcelados en la Torre de Londres, en Inglaterra. Juan Fisher, obispo de Rochester, varón conocido por su erudición y por la dignidad de su vida, por mandato del rey fue decapitado este día frente a la cárcel, y Tomás Moro, padre de familia de vida integérrima y presidente del consejo real, por mantenerse fiel a la Iglesia católica murió el día 6 de julio, uniéndose así al martirio del obispo. San Juan Fisher, obispo, (1469 - 1535) y Santo Tomás Moro, seglar, (1477 - 1535), mártires.

    Juan Fisher nació el año 1469; fue hijo de un modesto mercero de Beberly, en el condado de York (Inglaterra); estudió teología en Canbridge, fue ordenado presbítero, por privilegio, cuando sólo contaba veintidós años, y a los treinta y cinco ya era Vicecanciller de la Universidad.

    Consumado humanista, fundó los Colleges de Cristo y de san Juan, amplió bibliotecas y fundó cátedras con la ayuda de Lady Margaret, madre de Enrique VII. Erasmo llegó a afirmar que no había en el país «hombre más culto, ni obispo más santo». Fue nombrado obispo de Rochester en el año 1504, cargo que ejerció con una vida llena de austeridad y de entrega pastoral, visitando con frecuencia a los fieles de su grey. Se mostró como decidido apologista antiprotestante.

    Mantuvo una postura firme y clara ante los proyectos de Enrique VIII sobre su anulación matrimonial, defendiendo la validez y la indisolubilidad del contraído con la reina Catalina de Aragón. Miembro de la Cámara de los Lores, arremete contra ciertas medidas anticlericales y hace añadir una cláusula fatalmente restrictiva al nombramiento de Enrique VIII como Cabeza de la Iglesia en Inglaterra. Su actitud le llevó a estar dos veces en la cárcel, a sufrir atentados e intentos de asesinato y a soportar bajas calumnias. Por su negativa a prestar el juramento de Supremacía, se le encarceló en la Torre de Londres, le despojaron de su título episcopal y declararon a Rochester «sede vacante». 


    Tomás Moro nació el año 1477, y completó sus estudios en Oxford; se casó y tuvo un hijo y tres hijas. Ocupó el cargo de Canciller del reino. Íntimo compañero y amigo personal del rey Enrique VIII, abogado distinguido, notable humanista de gran cultura, amigo de Erasmo, cariñoso padre de familia, caballero simpático por su buen humor y, además católico fervoroso.

    Cuando vio que era incompatible con su religión el juramento de sumisión a Enrique como cabeza de la Iglesia en Inglaterra, presentó su dimisión, intentando vivir una vida tranquila con su familia, sin más complicaciones. Pero fue apresado y metido en la Torre de Londres. A todos los esfuerzos de sus amigos para convencerle de que debía prestar su juramento contestó sencillamente que no podía reconciliarlo con su conciencia. Cuando su propia mujer le insiste a hacerlo por lo que ella juzgaba que era bien para su casa, le contestó: «¿Cuántos años crees que podría vivir en mi casa?» «Por lo menos veinte, porque no eres viejo», le dijo ella. «Muy mala ganga, puesto que quieres que cambie por veinte años toda la eternidad». Escribió varias obras sobre el arte de gobernar y en defensa de la religión.

    Ambos, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la cuestión de su pretendida anulación de matrimonio, fueron decapitados el año 1535: Juan Fisher el día 22 de Junio, Tomás Moro el día 6 de Julio, después de quince meses de cárcel donde escribió «Diálogo en tiempo de tribulación». El obispo Juan Fisher, mientras estaba en la cárcel, fue designado cardenal por el Papa Pablo III. Su fiesta es el 22 de junio.

Oremos

    Señor, tú que has querido que el martirio sea el supremo testimonio de la fe, concédenos, por la intercesión de los Santos Juan Fisher y Tomás Moro, ratificar con nuestra vida la fe que profesamos con nuestros labios. Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo. Amén

viernes, 6 de agosto de 2021

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 7 de Agosto - “Creo, Señor, pero ayúdame a tener más fe!” (Mc 9,24)


 

Santo Tomás Moro (1478-1535)
Diálogo de la fortaleza contra la tribulación

“Creo, Señor, pero ayúdame a tener más fe!” (Mc 9,24)


“Señor, auméntanos la fe!” (Lc 17,6) Meditemos las palabras de Cristo y digamos: si no permitiéramos a nuestra fe debilitarse o incluso enfriarse y perder su fuerza, poniendo nuestros pensamientos en cosas fútiles y vanas, dejaríamos de dar importancia a las cosas de este mundo, y recogeríamos nuestra fe en un rincón de nuestra alma.

 La sembraríamos como el grano de mostaza en el jardín de nuestro corazón, después de haber arrancado toda la cizaña, y el grano germinaría. Con una firme confianza en la palabra de Dios trasladaremos montañas de aflicción, mientras que cuando nuestra fe es débil, no desplazaremos ni siquiera un puñado de arena. Para acabar esta conversación, os diré que como todo consuelo espiritual necesita como base la fe, y que nadie más que Dios nos la puede dar, no debemos dejar de pedirla.

lunes, 21 de junio de 2021

SANTORAL - SAN TOMÁS MORO

 22 de Junio

  
    San Juan Fisher, obispo, y santo Tomás Moro, mártires, que, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la controversia sobre su matrimonio y sobre la primacía del Romano Pontífice, fueron encarcelados en la Torre de Londres, en Inglaterra. Juan Fisher, obispo de Rochester, varón conocido por su erudición y por la dignidad de su vida, por mandato del rey fue decapitado este día frente a la cárcel, y Tomás Moro, padre de familia de vida integérrima y presidente del consejo real, por mantenerse fiel a la Iglesia católica murió el día 6 de julio, uniéndose así al martirio del obispo. San Juan Fisher, obispo, (1469 - 1535) y Santo Tomás Moro, seglar, (1477 - 1535), mártires.

    Juan Fisher nació el año 1469; fue hijo de un modesto mercero de Beberly, en el condado de York (Inglaterra); estudió teología en Canbridge, fue ordenado presbítero, por privilegio, cuando sólo contaba veintidós años, y a los treinta y cinco ya era Vicecanciller de la Universidad.

    Consumado humanista, fundó los Colleges de Cristo y de san Juan, amplió bibliotecas y fundó cátedras con la ayuda de Lady Margaret, madre de Enrique VII. Erasmo llegó a afirmar que no había en el país «hombre más culto, ni obispo más santo». Fue nombrado obispo de Rochester en el año 1504, cargo que ejerció con una vida llena de austeridad y de entrega pastoral, visitando con frecuencia a los fieles de su grey. Se mostró como decidido apologista antiprotestante.

    Mantuvo una postura firme y clara ante los proyectos de Enrique VIII sobre su anulación matrimonial, defendiendo la validez y la indisolubilidad del contraído con la reina Catalina de Aragón. Miembro de la Cámara de los Lores, arremete contra ciertas medidas anticlericales y hace añadir una cláusula fatalmente restrictiva al nombramiento de Enrique VIII como Cabeza de la Iglesia en Inglaterra. Su actitud le llevó a estar dos veces en la cárcel, a sufrir atentados e intentos de asesinato y a soportar bajas calumnias. Por su negativa a prestar el juramento de Supremacía, se le encarceló en la Torre de Londres, le despojaron de su título episcopal y declararon a Rochester «sede vacante». 


    Tomás Moro nació el año 1477, y completó sus estudios en Oxford; se casó y tuvo un hijo y tres hijas. Ocupó el cargo de Canciller del reino. Íntimo compañero y amigo personal del rey Enrique VIII, abogado distinguido, notable humanista de gran cultura, amigo de Erasmo, cariñoso padre de familia, caballero simpático por su buen humor y, además católico fervoroso.

    Cuando vio que era incompatible con su religión el juramento de sumisión a Enrique como cabeza de la Iglesia en Inglaterra, presentó su dimisión, intentando vivir una vida tranquila con su familia, sin más complicaciones. Pero fue apresado y metido en la Torre de Londres. A todos los esfuerzos de sus amigos para convencerle de que debía prestar su juramento contestó sencillamente que no podía reconciliarlo con su conciencia. Cuando su propia mujer le insiste a hacerlo por lo que ella juzgaba que era bien para su casa, le contestó: «¿Cuántos años crees que podría vivir en mi casa?» «Por lo menos veinte, porque no eres viejo», le dijo ella. «Muy mala ganga, puesto que quieres que cambie por veinte años toda la eternidad». Escribió varias obras sobre el arte de gobernar y en defensa de la religión.

    Ambos, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la cuestión de su pretendida anulación de matrimonio, fueron decapitados el año 1535: Juan Fisher el día 22 de Junio, Tomás Moro el día 6 de Julio, después de quince meses de cárcel donde escribió «Diálogo en tiempo de tribulación». El obispo Juan Fisher, mientras estaba en la cárcel, fue designado cardenal por el Papa Pablo III. Su fiesta es el 22 de junio.

Oremos

    Señor, tú que has querido que el martirio sea el supremo testimonio de la fe, concédenos, por la intercesión de los Santos Juan Fisher y Tomás Moro, ratificar con nuestra vida la fe que profesamos con nuestros labios. Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo. Amén

domingo, 21 de junio de 2020

SANTORAL - SAN TOMÁS MORO

22 de Junio


    San Juan Fisher, obispo, y santo Tomás Moro, mártires, que, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la controversia sobre su matrimonio y sobre la primacía del Romano Pontífice, fueron encarcelados en la Torre de Londres, en Inglaterra. Juan Fisher, obispo de Rochester, varón conocido por su erudición y por la dignidad de su vida, por mandato del rey fue decapitado este día frente a la cárcel, y Tomás Moro, padre de familia de vida integerrima y presidente del consejo real, por mantenerse fiel a la Iglesia católica murió el día 6 de julio, uniéndose así al martirio del obispo. San Juan Fisher, obispo, (1469 - 1535) y Santo Tomás Moro, seglar, (1477 - 1535), mártires.

    Juan Fisher nació el año 1469; fue hijo de un modesto mercero de Beberly, en el condado de York (Inglaterra); estudió teología en Canbridge, fue ordenado presbítero, por privilegio, cuando sólo contaba veintidós años, y a los treinta y cinco ya era Vicecanciller de la Universidad.

    Consumado humanista, fundó los Colleges de Cristo y de san Juan, amplió bibliotecas y fundó cátedras con la ayuda de Lady Margaret, madre de Enrique VII. Erasmo llegó a afirmar que no había en el país «hombre más culto, ni obispo más santo». Fue nombrado obispo de Rochester en el año 1504, cargo que ejerció con una vida llena de austeridad y de entrega pastoral, visitando con frecuencia a los fieles de su grey. Se mostró como decidido apologista antiprotestante.

    Mantuvo una postura firme y clara ante los proyectos de Enrique VIII sobre su anulación matrimonial, defendiendo la validez y la indisolubilidad del contraído con la reina Catalina de Aragón. Miembro de la Cámara de los Lores, arremete contra ciertas medidas anticlericales y hace añadir una cláusula fatalmente restrictiva al nombramiento de Enrique VIII como Cabeza de la Iglesia en Inglaterra. Su actitud le llevó a estar dos veces en la cárcel, a sufrir atentados e intentos de asesinato y a soportar bajas calumnias. Por su negativa a prestar el juramento de Supremacía, se le encarceló en la Torre de Londres, le despojaron de su título episcopal y declararon a Rochester «sede vacante». 


    Tomás Moro nació el año 1477, y completó sus estudios en Oxford; se casó y tuvo un hijo y tres hijas. Ocupó el cargo de Canciller del reino. Íntimo compañero y amigo personal del rey Enrique VIII, abogado distinguido, notable humanista de gran cultura, amigo de Erasmo, cariñoso padre de familia, caballero simpático por su buen humor y, además católico fervoroso.

    Cuando vio que era incompatible con su religión el juramento de sumisión a Enrique como cabeza de la Iglesia en Inglaterra, presentó su dimisión, intentando vivir una vida tranquila con su familia, sin más complicaciones. Pero fue apresado y metido en la Torre de Londres. A todos los esfuerzos de sus amigos para convencerle de que debía prestar su juramento contestó sencillamente que no podía reconciliarlo con su conciencia. Cuando su propia mujer le insiste a hacerlo por lo que ella juzgaba que era bien para su casa, le contestó: «¿Cuántos años crees que podría vivir en mi casa?» «Por lo menos veinte, porque no eres viejo», le dijo ella. «Muy mala ganga, puesto que quieres que cambie por veinte años toda la eternidad». Escribió varias obras sobre el arte de gobernar y en defensa de la religión.

    Ambos, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la cuestión de su pretendida anulación de matrimonio, fueron decapitados el año 1535: Juan Fisher el día 22 de Junio, Tomás Moro el día 6 de Julio, después de quince meses de cárcel donde escribió «Diálogo en tiempo de tribulación». El obispo Juan Fisher, mientras estaba en la cárcel, fue designado cardenal por el Papa Pablo III. Su fiesta es el 22 de junio.

Oremos

    Señor, tú que has querido que el martirio sea el supremo testimonio de la fe, concédenos, por la intercesión de los santos Juan Fisher y Tomás Moro, ratificar con nuestra vida la fe que profesamos con nuestros labios. Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo. Amén

viernes, 21 de junio de 2019

SANTORAL - SAN TOMÁS MORO

22 de Junio


    Tomás Moro nació en el corazón de Londres el 7 de febrero de 1478 y fue decapitado, también en la capital inglesa, el 6 de julio de 1535. Terminados sus estudios en Oxford y en los Inns of Court de Londres, se dedicó con éxito a la abogacía y se convirtió sucesivamente en miembro del Parlamento y en juez de reconocido prestigio. Desempeñó varios cargos al servicio de su país, pero no permitió nunca que la actividad pública lo alejase de la atención de su familia y de su compromiso como intelectual de primer orden en el panorama del humanismo europeo. A los 41 años comenzó a trabajar al servicio directo del Rey. Sus responsabilidades aumentaron con el paso del tiempo, hasta que, a los 52 años, fue nombrado Lord Canciller del Reino. El 16 de mayo de 1532 dimitió de su cargo para no secundar los designios de Enrique VIII, que estaba manipulando al Parlamento y a la Asamblea del Clero con el objeto de asumir el control de la Iglesia en Inglaterra. Posteriormente fue encarcelado por negarse a firmar el juramento de adhesión al acta que sancionaba la supremacía del Rey en el orden espiritual, y finalmente, tras quince meses de reclusión, fue procesado y ajusticiado.

    La coherencia cristiana que Tomás Moro vivió hasta el martirio explica que su fama haya ido consolidándose incesantemente a lo largo de los siglos. Ya mientras vivía fue persona muy conocida por sus méritos intelectuales y por la modernidad de muchos de sus planteamientos. Por ejemplo, quiso que sus hijas recibieran la misma educación que su hijo, algo verdaderamente revolucionario para las costumbres de la época. Su actividad como escritor —especialmente sus traducciones de Luciano a partir de los textos griegos, sus poesías y su ya clásica Utopía— le reportó asimismo un prestigio inigualable. Utopía, su obra más conocida, construida según el modelo de La República de Platón, constituye, para el filósofo político y el estudioso de la naturaleza humana, uno de los textos más estimulantes que se han escrito nunca. Como en La República, también en Utopía hay contradicciones internas que el autor ha ido repartiendo a lo largo del texto con el objeto de provocar al lector y ayudarle así a profundizar en los valores éticos perennes que dan sentido a la vida personal y social.

    Tomás Moro fue canonizado por la Iglesia católica en 1935, y desde 1980 su nombre figura también en el martirologio anglicano. Es reconocido universalmente, por encima de fronteras nacionales y de confesiones religiosas, como símbolo de integridad y como testigo heroico de la primacía de la conciencia. "Muero como buen siervo del Rey, pero sobre todo como siervo de Dios", fueron sus últimas palabras. Gran ideal para todos los que dedican su vida a servir al bien común.

miércoles, 22 de junio de 2016

SANTORAL

TIEMPO ORDINARIO
MIÉRCOLES DE LA SEMANA XII
22 de junio


    San Juan Fisher, obispo, y santo Tomás Moro, mártires, que, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la controversia sobre su matrimonio y sobre la primacía del Romano Pontífice, fueron encarcelados en la Torre de Londres, en Inglaterra. Juan Fisher, obispo de Rochester, varón conocido por su erudición y por la dignidad de su vida, por mandato del rey fue decapitado este día frente a la cárcel, y Tomás Moro, padre de familia de vida integérrima y presidente del consejo real, por mantenerse fiel a la Iglesia católica murió el día 6 de julio, uniéndose así al martirio del obispo.

    San Juan Fisher, obispo, (1469 - 1535) y Santo Tomás Moro, seglar, (1477 - 1535), mártires.
    Juan Fisher nació el año 1469; fue hijo de un modesto mercero de Beberly, en el condado de York (Inglaterra); estudió teología en Canbridge, fue ordenado presbítero, por privilegio, cuando solo contaba veintidós años, y a los treinta y cinco ya era Vicecanciller de la Universidad.
   
     Consumado humanista, fundó los Colleges de Cristo y de san Juan, amplió bibliotecas y fundó cátedras con la ayuda de Lady Margaret, madre de Enrique VII. Erasmo llegó a afirmar que no había en el país «hombre más culto, ni obispo más santo». Fue nombrado obispo de Rochester en el año 1504, cargo que ejerció con una vida llena de austeridad y de entrega pastoral, visitando con frecuencia a los fieles de su grey. Se mostró como decidido apologista antiprotestante.

    Mantuvo una postura firme y clara ante los proyectos de Enrique VIII sobre su anulación matrimonial, defendiendo la validez y la indisolubilidad del contraído con la reina Catalina de Aragón. Miembro de la Cámara de los Lores, arremete contra ciertas medidas anticlericales y hace añadir una cláusula fatalmente restrictiva al nombramiento de Enrique VIII como Cabeza de la Iglesia en Inglaterra.
    
    Su actitud le llevó a estar dos veces en la cárcel, a sufrir atentados e intentos de asesinato y a soportar bajas calumnias. Por su negativa a prestar el juramento de Supremacía, se le encarceló en la Torre de Londres, le despojaron de su título episcopal y declararon a Rochester «sede vacante». Tomás Moro nació el año 1477, y completó sus estudios en Oxford; se casó y tuvo un hijo y tres hijas. Ocupó el cargo de Canciller del reino. Intimo compañero y amigo personal del rey Enrique VIII, abogado distinguido, notable humanista de gran cultura, amigo de Erasmo, cariñoso padre de familia, caballero simpático por su buen humor y, además católico fervoroso.

    Cuando vio que era incompatible con su religión el juramento de sumisión a Enrique como cabeza de la Iglesia en Inglaterra, presentó su dimisión, intentando vivir una vida tranquila con su familia, sin más complicaciones. Pero fue apresado y metido en la Torre de Londres. A todos los esfuerzos de sus amigos para convencerle de que debía prestar su juramento contestó sencillamente que no podía reconciliarlo con su conciencia. Cuando su propia mujer le insiste a hacerlo por lo que ella juzgaba que era bien para su casa, le contestó: «¿Cuántos años crees que podría vivir en mi casa?» «Por lo menos veinte, porque no eres viejo», le dijo ella. «Muy mala ganga, puesto que quieres que cambie por veinte años toda la eternidad». Escribió varias obras sobre el arte de gobernar y en defensa de la religión.

    Ambos, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la cuestión de su pretendida anulación de matrimonio, fueron decapitados el año 1535: Juan Fisher el día 22 de Junio, Tomás Moro el día 6 de Julio, después de quince meses de cárcel donde escribió «Diálogo en tiempo de tribulación». El obispo Juan Fisher, mientras estaba en la cárcel, fue designado cardenal por el Papa Pablo III

Oremos 

    Señor, tú que has querido que el martirio sea el supremo testimonio de la fe, concédenos, por la intercesión de los santos Juan Fisher y Tomás Moro, ratificar con nuestra vida la fe que profesamos con nuestros labios. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Fuente: ©Evangelizo.org



    "Tu rostro buscaré, Señor". Con perseverancia insistiré en esta búsqueda; en efecto, no buscaré algo de poco valor, sino tu rostro, Señor, para amarte gratuitamente, dado que no encuentro nada más valioso.

    San Agustín

viernes, 18 de marzo de 2016

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO

TIEMPO DE CUARESMA
VIERNES DE LA SEMANA V
18 de marzo


Santo Tomás Moro (1478-1535) teólogo, mártir Tratado sobre la Pasión,
 Cristo nos amó hasta el extremo, homilía 1

Cristo da la vida por sus enemigos

    Meditemos profundamente sobre el amor de Cristo nuestro Salvador, "que ha amado a los suyos hasta el extremo" (Jn 13,1), hasta el punto que por su bien, voluntariamente, sufrió una muerte dolorosa y manifestó el máximo grado de amor que puede existir. Pues Él mismo dijo: "No hay amor más grande que el que da su vida por sus amigos" (Jn 15:13). Sí, este es el amor más grande que jamás se haya demostrado. Y sin embargo, nuestro Salvador nos dio uno mayor por que dio esta prueba de amor igual para sus amigos y sus enemigos.

    ¡Qué diferencia entre este verdadero amor y otras formas de amor falso e inconsistente que pueden encontrarse en este pobre mundo!... ¿Quién puede estar seguro, en la adversidad, de mantener a muchos de sus amigos, cuando nuestro Salvador, cuando fue arrestado, permaneció solo, abandonado de los suyos? ¿Cuándo tú te vayas, quién querrá ir contigo? ¿Si fueras rey, tu reino no te dejaría partir sólo para olvidarte tan pronto? ¿Incluso tu familia no te dejaría marchar, como una pobre alma abandonada que no sabe a dónde ir?

    Así pues, aprendamos a amar en todo momento, como deberíamos amar: a Dios sobre todas las cosas y a todas las otras cosas a por Él. Por que cada amor que no nos lleva a este fin, es decir, a la voluntad de Dios es un amor vano y estéril. Todo amor que dirigimos a un ser creado y que debilita nuestro amor hacia Dios, es un amor detestable y un obstáculo en nuestro camino hacia el cielo ... Así que, como nuestro Señor nos ha amado tanto para nuestra salvación, imploremos asiduamente su gracia, temiendo que en comparación con su gran amor, a nosotros se nos encuentre repletos de ingratitud.





Fuente: ©Evangelizo.org



    Aunque no entendáis lo secretos de la Escritura, con todo, la simple lectura de ella causa en nosotros una cierta santidad; porque no puede ser que dejéis algo de lo que leáis. Porque la verdad, por esto dispuso la gracia del Espíritu Santo en estas escrituras fuesen compuestas por publicanos, pescadores, artífices de tiendas de campaña, pastores, nobles, y otros torpes e indoctos, para que ningún iletrado pueda alegar por excusas la dificultad de comprenderlas, y a fin de que todos entiendan fácilmente lo que en ellas se contiene.

 San Crisóstomo.