lunes, 1 de marzo de 2021

EVANGELIO - 02 de Marzo - San Mateo 23,1-12


         Libro de Isaías 1,10.16-20.

    ¡Escuchen la palabra del Señor, jefes de Sodoma! ¡Presten atención a la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra!
    ¡Lávense, purifíquense, aparten de mi vista la maldad de sus acciones! ¡Cesen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien! ¡Busquen el derecho, socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan a la viuda!
    Vengan, y discutamos -dice el Señor-: Aunque sus pecados sean como la escarlata, se volverán blancos como la nieve; aunque sean rojos como la púrpura, serán como la lana.
    Si están dispuestos a escuchar, comerán los bienes del país; pero si rehúsan hacerlo y se rebelan, serán devorados por la espada, porque ha hablado la boca del Señor.


Salmo 50(49),8-9.16bc-17.21.23.

No te acuso por tus sacrificios:
¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!
Pero yo no necesito los novillos de tu casa
ni los cabritos de tus corrales.

"¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos
y a mencionar mi alianza con tu boca,
tú, que aborreces toda enseñanza
y te despreocupas de mis palabras?

Haces esto, ¿y yo me voy a callar?
¿Piensas acaso que soy como tú?
Te acusaré y te argüiré cara a cara.
El que ofrece sacrificios de alabanza,
me honra de verdad;
y al que va por el buen camino,
le haré gustar la salvación de Dios."


    Evangelio según San Mateo 23,1-12.

    Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: "Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.
    Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
    Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar 'mi maestro' por la gente.
    En cuanto a ustedes, no se hagan llamar 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.
    A nadie en el mundo llamen 'padre', porque no tienen sino uno, el Padre celestial.
    No se dejen llamar tampoco 'doctores', porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
    Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros,
porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 02 de Marzo - «El que se humilla será enaltecido»


       Santa Madre Teresa de Calcuta El Amor más grande: Mi secreto es muy sencillo: La oración

«El que se humilla será enaltecido»

    No creo que haya nadie que necesite tanto de la ayuda y gracia de Dios como yo. A veces me siento impotente y débil. Creo que por eso Dios me utiliza. Puesto que no puedo fiarme de mis fuerzas, me fío de Él las veinticuatro horas del día. Y si el día tuviera más horas más necesitaría su ayuda y la gracia. Todos debemos aferrarnos de Dios a través de la oración. Mi secreto es muy sencillo: La oración. Mediante la oración me uno en el amor con Cristo. Comprendo que orarle es amarlo...

    La gente está hambrienta de la palabra de Dios para que les dé paz, unidad y alegría. Pero no se puede dar lo que no se tiene, por lo que es necesario intensificar la vida de oración.

    Sé sincero en tus oraciones. La sinceridad es humildad y ésta solo se consigue aceptando las humillaciones. Todo lo que se ha dicho y hemos leído sobre la humildad no es suficiente para enseñarnos la humildad. La humildad solo se aprende aceptando las humillaciones, a las que nos enfrentamos durante toda la vida. Y la mayor de ellas es saber que uno no es nada. Este conocimiento se adquiere cuando uno se enfrenta a Dios en la oración. Por lo general, una profunda y ferviente mirada a Cristo es la mejor oración: yo le miro y Él me mira. Y en el momento en que te encuentras con Él cara a cara adviertes sin poderlo evitar que no eres nada, que no tienes nada.

SANTORAL - BEATO ENRIQUE SUSO

02 de Marzo


     Religioso (1300-1365) Es uno de los principales representantes del movimiento místico que florece a las orillas del Rhin, a principios del cuatrocientos, cuando Juan XXII y Luis de Baviera luchaban por el predominio entre el Papado y el Imperio, en la famosa lucha de las investiduras. Suso nació en Suabia, en la villa de Constanza, junto al hermoso lago, hacia 1296. A los trece años entra ya en el convento dominicano de Constanza. Habla en Horologium de su conversión, a los 18 años, y desde entonces se consagró a una vida de estudio, oración y gran austeridad. Estudia con Eckart en Colonia.

    Escribe el Libro de la Verdad. Algunos ven sospechas en el libro y sufre persecución. Unido a los «amigos de Dios», se distingue por su vida ferviente. Su gracia especial estuvo en la dirección de sus hermanas dominicas, entre las que destaca Elisabet Stagel. Escribió también el Libro de la Sabiduría eterna, con las cien consideraciones y oraciones para recitarlas todos los días. Y las Meditaciones sobre la agonía de Cristo y Soliloquio con la Virgen María. Los últimos años los pasó en Ulm. Allí siguió su apostolado de dirección de almas, y revisaría sus escritos. Ulm tiene la torre de iglesia más alta del mundo, 161 metros. Pero más alto voló el alma de Suso.

    El año 1366 fue a recibir el premio junto a Dios. Se nos fue calladamente, sin poder recoger sus últimas palabras ni su última mirada. Gregorio XVI lo declaró Beato en el año 1831. Nos cuenta en una de sus cartas que un día que había tenido que sufrir mucho por penas interiores y por desprecios y humillaciones, vio desde la ventana de su celda a un perro que jugaba en el patio con un trapo. Lo mordía, lo babeaba, lo arrastraba, lo rasgaba. Así debes tú hacer, se dijo. Se te arroje en alto o se te tire abajo. Aunque se te escupa, tú debes aceptarlo todo alegremente, sin protestar, como el trapo, si él tuviese conciencia... -

    Al leer esto ¿quién no ve una influencia clara de la mística de Suso en la Historia de un alma de Teresa de Lisieux?. Dentro de la escuela mística, Suso representa el ala de mayor suavidad y dulzura. Éste podría ser su itinerario místico, según D. Baldomero Jiménez Duque: primero, la conversión o invitación a la vida perfecta. Luego, la sabiduría divina, encarnada en Jesucristo. Un día hasta externamente marcará su pecho con el nombre de Jesús. Tienen lugar entonces estados infusos de elevación y muy frecuentes éxtasis.

    Pero la unión mística exige las purificaciones. Suso ha padecido intensamente esas pruebas del amor. Pruebas internas y externas. Fue un alma crucificada. Él ha «soportado» a Dios, según su expresión, entre lágrimas y sonrisas, entregado para siempre a su misericordia y a su amor.

Oremos 

    Señor Dios todopoderoso, que de entre tus fieles elegiste al Beato Enrique Suso para que manifestara a sus hermanos el camino que conduce a ti, concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir a Jesucristo, nuestro maestro, para que logremos así alcanzar un día, junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén

domingo, 28 de febrero de 2021

EVANGELIO - 01 de Marzo - San Lucas 6,36-38.


          Libro de Daniel 9,4b-10.

     ¡Ah, Señor, Dios, el Grande, el Temible, el que mantiene la alianza y la fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos!
    Nosotros hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos.
    No hemos escuchado a tus servidores los profetas, que hablaron en tu Nombre a nuestros reyes, a nuestros jefes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.
    ¡A ti, Señor, la justicia! A nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como les sucede en este día a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos, en todos los países adonde tú los expulsaste, a causa de la infidelidad que cometieron contra ti.
    ¡A nosotros, Señor, la vergüenza reflejada en el rostro, y también a nuestros reyes, a nuestros jefes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti!
    ¡Al Señor, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque nos hemos rebelado contra él!
    Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, para seguir sus leyes, que él puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas.


Salmo 79(78),8.9.11.13.

No recuerdes para nuestro mal
las culpas de otros tiempos;
compadécete pronto de nosotros,
porque estamos totalmente abatidos.

Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por el honor de tu Nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados,
a causa de tu Nombre.

Llegue hasta tu presencia el lamento de los cautivos,
preserva con tu brazo poderoso
a los que están condenados a muerte.
Y nosotros, que somos tu pueblo

y las ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias para siempre,
y cantaremos tus alabanzas
por todas las generaciones.


    Evangelio según San Lucas 6,36-38.

    Jesús dijo a sus discípulos: «Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
    No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
    Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 01 de Marzo - «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso»


        Papa Francisco Ángelus, 15-09-2013

«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso»

    […] Si nosotros vivimos según la ley «ojo por ojo, diente por diente», nunca salimos de la espiral del mal. El Maligno es listo, y nos hace creer que con nuestra justicia humana podemos salvarnos y salvar el mundo. En realidad sólo la justicia de Dios nos puede salvar. Y la justicia de Dios se ha revelado en la Cruz: la Cruz es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre este mundo. ¿Pero cómo nos juzga Dios? ¡Dando la vida por nosotros! He aquí el acto supremo de justicia que ha vencido de una vez por todas al Príncipe de este mundo; y este acto supremo de justicia es precisamente también el acto supremo de misericordia. Jesús nos llama a todos a seguir este camino: «Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso» (Lc 6, 36). Os pido algo, ahora. En silencio, todos, pensemos… que cada uno piense en una persona con la que no estamos bien, con la que estamos enfadados, a la que no queremos. Pensemos en esa persona y en silencio, en este momento, oremos por esta persona y seamos misericordiosos con esta persona. 
    Invoquemos ahora la intercesión de María, Madre de la Misericordia.

SANTORAL - SAN ROSENDO OBISPO

01 de Marzo


    Obispo y abad Nació Rosendo el 26 de noviembre del 907. Lo bautizó Sabarico, tío paterno del recién nacido. Ante el acontecimiento, agradecidos los padres, intensifican las buenas obras construyendo y dotando monasterios.

    Es nombrado Obispo cuando sólo tiene dieciocho años, en el 925. Sucede a su tío Sabarico en la sede de Mondoñedo. Pide al Señor la paz que buena falta hacía entre su pueblo. Se gana la confianza de los abades del entorno, dirime contiendas entre los nobles, soluciona pleitos, reconcilia penitentes y aconseja en las dudas; también apaga rencores, cura las heridas de la envidia tan presente en todos los tiempos, pacifica matrimonios, sofoca conspiraciones y serena ánimos inquietos.

    Abundando en el influjo social, contribuye poderosamente en la abolición de la esclavitud. Pero en el año 955 le llega una orden un tanto extraña del rey Ordoño III. Ahora comienza a ser, además de obispo, militar y político de su tiempo. Luego, los normandos invadieron, en el 968 y por mar, las costas de su territorio; los expulsa de sus feudos mandándoles a don Gonzalo.

    La sede de Santiago queda vacante en ese tiempo y es la infanta Margarita, tutora del rey don Ramiro III, quien le insta para que la acepte. Cuida de nuevo del clero, rehace monasterios, atiende a los fieles, asegura aspectos civiles de los bienes eclesiásticos, asiste al concilio de León acompañado por san Pedro de Mezonzo e impregna de dinamismo apostólico a los a los clérigos y a los monjes. Pudo pasar los tres últimos años de su vida en el monasterio de Celanova, rezando, predicando y dando ejemplo. Murió el 1 de marzo del 977.

Oremos

    Señor, tú que por la predicación de San Rosendo llamaste a nuestros padres a la luz admirable del Evangelio, te pedimos que, por su intercesión, nosotros crezcamos también en tu gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina contigo. Amén

sábado, 27 de febrero de 2021

EVANGELIO - 28 de Febrero - San Marcos 9,2-10.


       Libro de Génesis 22,1-2.9-13.15-18.

    Después de estos acontecimientos, "Dios puso a prueba a Abraham "¡Abraham!", le dijo. El respondió: "Aquí estoy".
    Entonces Dios le siguió diciendo: "Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré".
    Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña.
    Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.
    Pero el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo: "¡Abraham, Abraham!". "Aquí estoy", respondió él.
    Y el Ángel le dijo: "No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único".
    Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza. Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
    Luego el Ángel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, y le dijo: "Juro por mí mismo - oráculo del Señor - : porque has obrado de esa manera y no me has negado a tu hijo único, yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos, y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz".


Salmo 116(115),10.15.16-17.18-19.

Tenía confianza, incluso cuando dije:
“¡Qué grande es mi desgracia!”.
¡Qué penosa es para el Señor
la muerte de sus amigos!

Yo, Señor, soy tu servidor,
tu servidor, lo mismo que mi madre:
por eso rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,

e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo.
en los atrios de la casa del Señor,

en medio de ti, Jerusalén.
¡Aleluya!


    Carta de San Pablo a los Romanos 8,31b-34.

    ¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
    El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos concederá con él toda clase de favores?
    ¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.
    ¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?


    Evangelio según San Marcos 9,2-10.

    Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos.
    Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas.
    Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
    Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
    Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.
    Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo".
    De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.
    Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
    Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 28 de Febrero - «Se transfiguró delante de ellos; sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador»


San Ambrosio (c. 340-397) obispo de Milán y doctor de la Iglesia Comentario al evangelio de san Lucas, VII, 9s

«Se transfiguró delante de ellos; sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador»

    Tres son los escogidos para subir a la montaña, dos para aparecerse con el Señor... Pedro, que ha recibido las llaves del Reino de los cielos, sube, y Juan a quien se le confiará la Madre de Jesús, y Santiago que será el primero en llegar a la dignidad de obispo. Después aparecen Moisés y Elías, la Ley y la profecía, con el Verbo... También nosotros subimos la montaña, imploramos al Verbo de Dios para que se nos aparezca en su «resplandor y belleza», que sea «fuerte, se adelante en majestad y reine» (Sl 99,4)… Porque si tú no subes a la cumbre a través de un saber más elevado, la Sabiduría no se te revelará, no tendrás el conocimiento de los misterios, ni verás aquel resplandor, aquella belleza contenida en el Verbo de Dios, sino que el Verbo te parecerá como en un cuerpo «sin belleza ni resplandor» (Is 53,2). Te parecerá como un hombre lastimado, capaz de sufrir nuestros males (v. 5); te parecerá como una palabra nacida del hombre, cubierta del velo de la letra, sin resplandecer con la fuerza del Espíritu (cf 2C 3,6-17)… Sus vestidos son de una manera abajo de la montaña, otra allá arriba. Puede ser que los vestidos del Verbo sean las palabras de la Escritura, adornando, por decirlo de alguna manera, el pensamiento divino, y puesto que se aparece a Pedro, Santiago y Juan bajo otro aspecto, sus vestidos resplandecen de un blanco deslumbrador, de la misma manera que, a los ojos de tu espíritu, se ilumina ya el sentido de las Escrituras. Las palabras divinas, pues, se vuelven como nieve, los vestidos del Verbo «de un blanco deslumbrador como no puede dejarlos ningún batanero del mundo»... Vino una nube y los cubrió con su sombra. Esta sombra es la del Espíritu divino; no es un velo sobre el corazón de los hombres, sino que revela lo que esta escondido... Ya lo ves: no sólo para los principiantes, sino también para los perfectos y lo mismo para los que habitan en el cielo, la fe perfecta es conocer al Hijo de Dios.

SANTORAL - BEATO CARLOS GNOCCHI

28 de Febrero


   En Milán, Italia, beato Carlos Gnocchi, presbítero, llamado "el apóstol de los mutilados" por su especial dedicación a los huérfanos y heridos de guerra.

    Don Carlos Gnocchi nació el 25 de octubre de 1902, en San Colombano al Lambro, cerca de Lodi, Italia. Fue ordenado sacerdote en 1925, en Milán. Se destacó inmediatamente como notable educador, al punto tal que en 1936 el Cardenal Ildefonso Schuster lo nombró director espiritual de la escuela más prestigiosa de Milán, el Instituto Gonzaga de los Hermanos de las Escuelas Cristianas; en este período estudió intensamente la pedagogía y escribió algunos ensayos sobre estos temas.

    En los años finales de la década del ’30, el mismo Cardenal Schuster le encargó la asistencia de los universitarios de la Segunda Legión de Milán, que comprendía en buena parte estudiantes de la Universidad Católica y muchos ex alumnos del Instituto Gonzaga. Como es sabido en 1940 Italia entró en la Segunda Guerra Mundial y muchos jóvenes estudiantes fueron enviados al frente de batalla. Don Carlos no quiso abandonar a sus jóvenes en estos momentos de peligro y se enroló como capellán voluntario del batallón "Val Tagliamento" de los alpinos, destinado al frente griego-albanés. Después de un breve intervalo en Milán, en 1942 volvió a partir, esta vez al frente ruso con los alpinos de la Tridentina. En enero de 1943 comenzó la dramática retirada del contingente italiano derrotado en aquel frente; retirada devastadora que sembró de muertos las heladas tierras rusas: "setecientos kilómetros de marcha en la estepa blanca y sin confines, sobre la nieve harinosa, entumecidos por el viento helado, flagelados por la tormenta, con 40 grados bajo cero, sin víveres, con pocas municiones arrastradas fatigosamente sobre los trineos sobrevivientes, durmiendo al descampado, a veces caminando durante la noche, atacados rabiosamente por el enemigo, agredidos a traición por los partisanos, asaltados a cada momento por tanques enemigos, bajo la pesadilla de las incursiones aéreas, cuando los camiones se detenían por falta de combustible, la artillería quedaba bloqueada por la nieve, las mulas caían extenuadas por el frío y la fatiga, las armas se encasquillaban por el hielo, la fila de los combatientes menguaba poco a poco por los caídos, los heridos y los congelados; quince días de marchas y combates, de vigilias y hambre, de privaciones y heroísmos en la más inhóspita y cruel de las estaciones y de las tierras europeas, contra enemigos aguerridos y enardecidos por el éxito, constituyen una de las más altas victorias del espíritu sobre la materia, de la voluntad por sobre la fortuna adversa, y una de las más luminosas afirmaciones de la grandeza de nuestro pueblo", escribía Don Carlos Gnocchi en uno de sus más conocidos escritos: "Cristo con los alpinos".

    Fue precisamente su experiencia del dolor en esta terrible huida la que inspiró su futura fundación. Habiendo caído a un costado de la helada ruta rusa junto a un grupo de agotados soldados y a punto de morir, un vehículo militar que pasaba intentó llevarlo sólo a él hasta la próxima base militar, pues no tenían más lugares en el transporte, dejando allí agonizando al resto de los soldados. Don Carlos se negó a abandonar a los suyos; pero estos le insistieron diciendo: "Vaya, Capellán, y ayude a nuestros hijos, ampare usted a nuestros huérfanos". Sólo ante la impresión de este conmovedor testamento, aceptó ser trasladado al hospital militar, terminando de este modo su participación en la guerra.

    Ya nuevamente en Italia, a partir de 1945, comenzó a diseñar su proyecto para ayudar a los mutilados de guerra y a los hijos de los sobrevivientes; lo que le daría el título de "padre de los mutiladitos". En 1949 su obra obtuvo el primer reconocimiento oficial, llamándose "Federación por la Infancia Mutilada"; más tarde sería reemplazada por la "Fundación por la Juventud".

    Don Carlos murió el 28 de febrero de 1956, tras una dolorosa enfermedad. Durante los últimos meses de vida redactó su opúsculo "Pedagogía del dolor inocente", auténtico testamento espiritual donde toca las cumbres del sentido cristiano del dolor.

Oremos 

     Oh Dios, tú eres nuestro Padre, y en Jesucristo nos haces hermanos, te damos gracias por habernos dado a Don Carlos Gnocchi que la Iglesia venera como beato. Danos su profunda fe, su esperanza tenaz, su ardiente caridad, para que podamos seguir su ejemplo heroico, de ayudar en la vida de cada hombre "golpeado y despojado por el dolor". Que Don Carlos nos enseñe a buscarte cada día en los más frágiles, en los ojos castos de los niños, en la sonrisa cansada de los ancianos, en el ocaso de los moribundos, para amarte cada día con el "incansable trabajo de la ciencia, con las obras de la solidaridad humana y en los prodigios de la caridad sobrenatural". Amén

viernes, 26 de febrero de 2021

EVANGELIO - 27 de Febrero - San Mateo 5,43-48.


        Deuteronomio 26,16-19.

    Moisés habló al pueblo diciendo: Hoy el Señor, tu Dios, te ordena practicar estos preceptos y estas leyes. Obsérvalas y practícalas con todo tu corazón y con toda tu alma.
    Hoy tú le has hecho declarar al Señor que él será tu Dios, y que tú, por tu parte, seguirás sus caminos, observarás sus preceptos, sus mandamientos y sus leyes, y escucharás su voz.
    Y el Señor hoy te ha hecho declarar que tu serás el pueblo de su propiedad exclusiva, como él te lo ha prometido, y que tú observarás todos sus mandamientos; que te hará superior - en estima, en renombre y en gloria - a todas las naciones que hizo; y que serás un pueblo consagrado al Señor, como él te lo ha prometido.


Salmo 119(118),1-2.4-5.7-8.

Felices los que van por un camino intachable,
los que siguen la ley del Señor,
Felices los que cumplen sus prescripciones
y lo buscan de todo corazón,

Tú promulgaste tus mandamientos
para que se cumplieran íntegramente.
¡Ojalá yo me mantenga firme
en la observancia de tus preceptos!

Te alabaré con un corazón recto,
cuando aprenda tus justas decisiones.
Quiero cumplir fielmente tus preceptos:
no me abandones del todo.


    Evangelio según San Mateo 5,43-48.


    Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
    Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
    Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
    Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
    Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 27 de Febrero - “Yo os digo, amad a vuestros enemigos”


        San Cesáreo de Arlés (470-543) monje y obispo Sermones al pueblo, n° 37; SC 243

“Yo os digo, amad a vuestros enemigos”

    Uno de vosotros dirá: "No puedo amar a mis enemigos". En las Escrituras Santas, Dios te dijo que podías hacerlo; ¿y tú, respondes al contrario que no puedes? Reflexiona ahora: ¿a quién debemos creer, a Dios o a ti? Ya que el que es la misma Verdad no puede mentir, que la debilidad humana abandone en lo sucesivo sus excusas fútiles. El que es justo no pudo pedir algo imposible, y el que es misericordioso no condenará a un hombre por lo que no pudo evitar. ¿Por qué pues nuestras evasivas? Nadie sabe mejor lo que podemos hacer que el que nos dio el poder. ¿Tantos hombres, mujeres, niños, jovencitas tan delicadas soportaron por Cristo las llamas, el fuego, la espada y las fieras de modo imperturbable, y nosotros decimos que no podemos sostener los insultos de la gente estúpida?... En efecto, ¿si tan sólo los buenos deben ser amados, qué diremos sobre la conducta de nuestro Dios cuando está escrito: " Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único "? (Jn 3,16) Porque ¿qué había hecho el mundo para que Dios lo amara de esta manera? Cristo nuestro Señor encontró a todos los hombres no sólo malos, sino también muertos a causa del pecado original; y sin embargo "nos amó y se entregó por nosotros" (Ef. 5,2). Actuando así, amó hasta aquellos que no le amaban, como dice el apóstol Pablo: "Cristo murió por los culpables" (Rm 5,6). Y en su misericordia infinita dio este ejemplo a todo el género humano, diciendo: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón" (Mt 11,29).

SANTORAL - SAN GREGORIO DE NAREK

27 de Febrero


     En el monasterio de Narek, en Armenia, san Gregorio, monje, doctor de los armenios, ilustre por su doctrina, sus escritos y su sabiduría mística.

    Nació hacia el 950 en una familia de eclesiásticos ilustrados. San Gregorio ingresó al monasterio de Narek, en el sudeste del lago Van (en la actualidad perteneciente a Turquía) siendo de joven edad. Cercano ya al primer milenio del cristianismo, el monasterio de Narek se alzaba como un floreciente centro de estudios. Eran estos tiempos de relativa calma, tiempos de creatividad, antes de que las invasiones mongolas y turcas cambiaran Armenia para siempre. Armenia experimentó en esa época un renacimiento de su literatura, pintura, arquitectura y teología, de los que san Gregorio fue una figura central. Su obra de madurez fue el «Libro de Oraciones». Él mismo pensó en esta obra como su testamento: «Sus letras son como mi cuerpo, y su significado como mi alma» (oración 54e), y llamó a su obra una «enciclopedia de oración para todas las naciones»; tenía la esperanza de que su obra sirviera de guía para todos los hombres en cualquier situación. San Gregorio busca responder a la pregunta de que podemos ofrecerle a Dios, que ya tiene todo, y encuentra que lo mejor que podemos es ofrecerle los «suspiros del corazón» (frase con la que encabeza cada oración), que él plasma en estas oraciones, a veces llamadas también Lamentaciones. Según parece, escribió su libro tras una penosa y debilitante enfermedad:

    Los tormentos de mis enfermedades [...] como un cáncer que se disemina, han tocado todas las partes de mi cuerpo, no hay bálsamo -como no lo hubo para Israel- para mis innumerables llagas, cada parte de mi cuerpo, de la cabeza a los pies, está enferma y alejada del auxilio de los médicos. Pero tú, misericordioso, benéfico, bendito, de largos sufrimientos, rey inmortal, escucha por misericordia las oraciones de mi asediado corazón cuando a ti grito, Señor, en el tiempo de mi necesidad. (oración 18k, trad. del inglés)

    En 95 oraciones llenas de gracia, san Gregorio lleva a plenitud la expresividad de la lengua clásica armenia para traducir los suspiros del corazón contrito y humillado en una ofrenda de palabras agradables a Dios; el resultado es un edificio de la fe para todas las edades, de rica imaginería, teología sutil, erudición bíblica, unidos a la inmediatez sincera de su comunicación con Dios. San Gregorio dejó este mundo hacia el 1005, pero a través de su obra su voz continúa hablando.

    Esta breve noticia proviene de un sitio web en inglés dedicado al Libro de Oraciones de san Gregorio. Lamentablemente las referencias al santo en Occidente son escasísimas, prácticamente no hay datos sobre él en los santorales, incluso en los muy completos, ya que su incorporación al Martirologio Romano es reciente. El lector puede atisbar la belleza de su obra en dicho web, donde está volcado por entero al inglés por Thomas J. Samuelian, autor también del web.

    San Gregorio fue un distinguido teólogo y uno de los poetas más importantes de la literatura armenia. Entre sus obras se destacan un Comentario sobre el Cantar de los Cantares, muchos panegíricos y una colección de noventa y cinco oraciones en forma poética llamada “Narek”, por el monasterio en el que vivió. Murió alrededor del año 1005 y fue enterrado en el mismo monasterio. Su tumba fue el destino de peregrinaciones hasta la época de las masacres perpetradas por los turcos.