martes, 24 de octubre de 2023

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO DEL DÍA - 25 DE OCTUBRE - San Lucas 12,39-48.


    Carta de San Pablo a los Romanos 6,12-18.

    No permitan que el pecado reine en sus cuerpos mortales, obedeciendo a sus malos deseos.
    Ni hagan de sus miembros instrumentos de injusticia al servicio del pecado, sino ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han pasado de la muerte a la Vida, y hagan de sus miembros instrumentos de justicia al servicio de Dios.
    Que el pecado no tenga más dominio sobre ustedes, ya que no están sometidos a la Ley, sino a la gracia.
    ¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos sometidos a la Ley sino a la gracia? ¡De ninguna manera!
    ¿No saben que al someterse a alguien como esclavos para obedecerle, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, sea del pecado, que conduce a la muerte, sea de la obediencia que conduce a la justicia?
    Pero gracias a Dios, ustedes, después de haber sido esclavos del pecado, han obedecido de corazón a la regla de doctrina, a la cual fueron confiados, y ahora, liberados del pecado, han llegado a ser servidores de la justicia.

    Palabra de Dios


Salmo 124(123),1-3.4-6.7-8.

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
– que lo diga Israel –
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando los hombres se alzaron contra nosotros,

nos habrían devorado vivos.
Cuando ardió su furor contra nosotros,
las aguas nos habrían inundado,
un torrente nos habría sumergido,

nos habrían sumergido las aguas turbulentas.
¡Bendito sea el Señor, que no nos entregó
como presa de sus dientes!
Nuestra vida se salvó como un pájaro

de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y nosotros escapamos.
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra
.

    Evangelio según San Lucas 12,39-48.

    Jesús dijo a sus discípulos: "Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
    Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada".
    Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?".
    El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
    ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!
    Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
    Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar', y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.
    El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo.
    Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más."

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 25 de Octubre - «Bienaventurado aquel que cuando llegue su dueño, lo encuentre en su trabajo»


Santa Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad Obras: Algo bello para Dios. “Algo bello para Dios”, p. 73.


«Bienaventurado aquel que cuando llegue su dueño, lo encuentre en su trabajo» 

    Señor muy amado, haz que pueda verte hoy y cada día en la persona de tus enfermos y, cuidándolos, servirte. Si te escondes bajo la figura desagradable del colérico, del descontento, del arrogante, haces que todavía pueda reconocerte y decir: «Jesús, tú mi paciente, qué dulce es servirte».

    Señor, dame esta fe que ve con claridad, y entonces mi tarea jamás será monótona, siempre me brotará la alegría cuando me preste a los caprichos y responda a los deseos de todos los pobres que sufren…

    Mi Dios, ya que eres mi Jesús paciente, dígnate ser también para mí un Jesús de paciencia, indulgente con mis faltas y que tiene en cuenta la intención, porque es quererte y servirte, querer y servir a cada uno de tus enfermos. Señor, aumenta mi fe (Lc 17,5), bendice mis esfuerzos y mi tarea, ahora y para siempre.

SANTORAL - SANTOS CRISPÍN Y CRISPINIANO

25 de Octubre


    Estos dos mártires fueron muy famosos en el norte de Europa durante la Edad Media. Shakespeare exalta el día de estos santos en el famoso monólogo en el que Enrique V llama al combate la víspera de la batalla de Agincourt. Desgraciadamente el relato del martirio, que es muy posterior a los hechos, no merece crédito alguno. Según dicho relato, Crispín y Crispiniano fueron de Roma a la Galia a predicar el Evangelio a mediados del siglo III, junto con san Quintín y otros misioneros. Se establecieron en Soissons, donde instruyeron a muchos en la fe de Cristo. Predicaban durante el día, pero en la noche, de acuerdo con el ejemplo de san Pablo, se ganaban la vida remendando zapatos, a pesar de que eran de noble cuna. Los dos hermanos vivieron así varios años y más tarde, cuando el emperador Maximiano fue a la Galia, fueron acusados ante él. Maximiano, probablemente más por complacer a los acusadores que por satisfacer su propia crueldad y superstición, mandó que Crispín y Crispiniano compareciesen ante Ricciovaro, que era un enemigo irreconciliable del cristianismo (si es que existió en realidad). Ricciovaro los sometió a diversas torturas y trató en vano de ahogarlos y cocerlos vivos. Ese fracaso le encolerizó tanto, que se arrojó en la hoguera preparada para los mártires, a fin de quitarse la vida. Entonces, Maximiano mandó decapitar a los dos hermanos. Se cuenta que Crispín y Crispiniano sólo aceptaban por su trabajo lo que sus clientes les ofrecían buenamente, cosa que predispuso a los paganos en favor del cristianismo. Más tarde se construyó una iglesia sobre el sepulcro de los mártires, y san Eligio el Orfebre se encargó de embellecerla.En realidad, no sabemos nada acerca de estos mártires y es muy posible que hayan muerto en Roma y que sus reliquias hayan sido posteriormente trasladadas a Soissons, donde empezó a tributárseles culto. Hay una tradición local, de Kent, en Inglaterra, que relaciona a estos mártires con el pequeño puerto de Faversham. Debía ser muy conocida en su tiempo, puesto que todavía existe: cuenta que los dos hermanos se refugiaron en dicho puerto para huir de la persecución y que abrieron una zapatería en el extremo de la calle Preston, «cerca del Pozo de la Cruz». Un tal Mr. Southouse, que escribió alrededor del año 1670, dice que, en su época, «muchas personas extranjeras que practicaban el noble oficio de zapateros solían visitar el lugar», de suerte que la tradición debía ser conocida fuera de Inglaterra. En la parroquia de Santa María de la Caridad había un altar dedicado a san Crispín y san Crispiniano.

    El ejemplo de estos santos muestra que se equivocan por completo los cristianos que se consideran dispensados de aspirar a la perfección a causa de la atención que exige el cuidado de la familia y del oficio. Si tales cristianos no alcanzan la perfección, se debe a su negligencia y debilidad. Muchas personas se han santificado trabajando en una finca o regenteando un comercio. San Pablo fabricaba tiendas, Crispín y Crispiniano eran zapateros, la Santísima Virgen se ocupaba del cuidado de su casa, el propio Jesús trabajaba con su padre adoptivo, y aun los monjes que se apartaban totalmente del mundo para dedicarse a la contemplación de las cosas divinas, tejían esteras y cestos, labraban la tierra o copiaban y empastaban libros. Todos los estados de vida ofrecen numerosas ocasiones de ejercitar las buenas obras y de santificarse.

    Este día es el de la fiesta de San Crispín;el que sobreviva a este día volverá sano y salvo a sus lares,se izará sobre las puntas de los pies cuando se mencione esta fecha,y se crecerá por encima de sí mismo ante el nombre de San Crispín. El que sobreviva a este día y llegue a la vejez, cada año, en la víspera de esta fiesta,invitará a sus amigos y les dirá: «Mañana es San Crispín». Entonces se subirá las mangas, y al mostrar sus cicatrices, dirá:«He recibido estas heridas el día de San Crispin.» Los ancianos olvidan; empero el que lo haya olvidado todo,se acordará todavía con satisfacción de las proezas que llevó a cabo en aquel día.

    Esta historia la enseñará el buen hombre a su hijo, y desde este día hasta el fin del mundo la fiesta de San Crispín y Crispiniano nunca llegará sin que a ella vaya asociado nuestro recuerdo,el recuerdo de nuestro pequeño ejército, de nuestro feliz pequeño ejército, de nuestro bando de hermanos; porque el que vierte hoy su sangre conmigo será mi hermano; por muy vil que sea, esta jornada ennoblecerá su condición, y los caballeros que permanecen ahora en el lecho en Inglaterra se considerarán como malditos por no haberse hallado aquí, y tendrán su nobleza en bajo precio cuando escuchen hablar a uno de los que han combatido con nosotros el día de San Crispín. (Shakespeare, «Enrique V», acto IV, esc. 3)


Oremos

    San Crispín y San Crispiniano denme el coraje de llevar su palabra sin importarme las amenazas de este mundo, más bien que desprendiéndome por completo de este, en cada cosa que haga, en cada palabra que diga, y todo lo que de mí salga sea para dar Gloria de Dios. San Crispin y San Crispiniano, rueguen por nosotros! Amén.

-FRASE DEL DÍA-



 

lunes, 23 de octubre de 2023

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO DEL DÍA - 24 DE OCTUBRE - San Lucas 12,35-38.


    Carta de San Pablo a los Romanos 5,12.15b.17-19.20b-21.

    Hermanos: Por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.
    Pero no hay proporción entre el don y la falta. Porque si la falta de uno solo provocó la muerte de todos, la gracia de Dios y el don conferido por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, fueron derramados mucho más abundantemente sobre todos.
    En efecto, si por la falta de uno solo reinó la muerte, con mucha más razón, vivirán y reinarán por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han recibido abundantemente la gracia y el don de la justicia.
    Por consiguiente, así como la falta de uno solo causó la condenación de todos, también el acto de justicia de uno solo producirá para todos los hombres la justificación que conduce a la Vida.
    Y de la misma manera que por la desobediencia de un solo hombre, todos se convirtieron en pecadores, también por la obediencia de uno solo, todos se convertirán en justos.
    Es verdad que la Ley entró para que se multiplicaran las transgresiones, pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.
    Porque así como el pecado reinó produciendo la muerte, también la gracia reinará por medio de la justicia para la Vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.

    Palabra de Dios


Salmo 40(39),7-8a.8b-9.10.17.

Tú no quisiste víctima ni oblación;
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: "Aquí estoy.

En el libro de la Ley está escrito
lo que tengo que hacer:
yo amo, Dios mío, tu voluntad,
y tu ley está en mi corazón".

Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea;
no, no mantuve cerrados mis labios,
Tú lo sabes, Señor.

Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan,
y digan siempre los que desean tu victoria:
“¡Qué grande es el Señor!”.


    Evangelio según San Lucas 12,35-38.

    Jesús dijo a sus discípulos: "Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
    ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.
    ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!"

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 24 de Octubre - «Mantened encendidas vuestras lámparas»


San Maximiliano María Kolbe, franciscano, mártir Conferencia: ¿Cómo vencer la debilidad del alma? Conferencia del 13-12-1941.


«Mantened encendidas vuestras lámparas» 

    ¿Qué hay que hacer para vencer la debilidad del alma? Hay dos medios para conseguirlo: La oración y el menosprecio de sí mismo. El Señor Jesús nos recomienda estar en vela. Es necesario vigilar si queremos mantener puro nuestro corazón, pero es necesario mantener la paz a fin de que nuestro corazón quede afectado. Porque puede estar afectado por cosas buenas o por cosas malas, ya sea desde el interior o desde el exterior. Es necesario, pues, estar alerta.

    Ordinariamente la inspiración de Dios es una gracia discreta: no hay que rechazarla…; si nuestro corazón no está atento, la gracia se retira. La inspiración divina es muy precisa; de la misma manera que el escritor dirige su pluma, así la gracia de Dios dirige al alma. Procuremos pues, llegar a un mayor recogimiento interior.

    El Señor quiere que tengamos el deseo de amarle. El alma que permanece vigilante se da cuenta cuando cae y que, por ella misma, no puede llegar a vencerse; por eso siente necesidad de la oración. La súplica está fundada en que, por nosotros mismos, no podemos nada, pero Dios lo puede todo. La oración es necesaria para obtener la luz y la fuerza.

SANTORAL - SAN ANTONIO MARÍA CLARET

24 de Octubre


    Antonio nació en Sallent, un pequeño pueblo cerca de Barcelona, en 1807, en el seno de una numerosa familia. Fue educado de manera profundamente cristiana y se distinguió inmediatamente por su devoción a la Virgen y a la Eucaristía y, como sucede a menudo en las las familias numerosas, tuvo que ayudar a su sostenimiento: así que se dedicó a la actividad de tejedor junto con su padre. Sin embargo, Antonio ya sabía que su lugar estaba en otra parte.

Encontrar el propio camino

    En 1829 finalmente logró entrar en el seminario de Vich. Ordenado sacerdote en 1835, se fue a Roma: su ideal era partir para la misión. Al principio se dirigió a las oficinas de Propaganda Fide, el Departamento o Sección del Vaticano que se encargaba de las misiones, pero allí sólo consiguió hacer un curso de ejercicios espirituales con un jesuita que lo orientó hacia la Compañía de Jesús. Entró al noviciado jesuita, pero debido a una enfermedad, tuvo que volver a España, donde pasó siete años perfeccionandose en la predicación en toda Cataluña y las Islas Canarias, ganándose también una grande reputación de taumaturgo. Antonio tenía también un talento excepcional para el arte de la oratoria y era muy convincente por su testimonio coherente y por su límpida vida ascética: siempre caminaba a pie, como un peregrino, con una Biblia y un breviario en mano. En 1849 decidió fundar una nueva Congregación de misioneros, los Hijos del Inmaculado Corazón de María que consagró a la Virgen. Congregación muy perseguida durante la Guerra Civil Española, ya que de hecho, 271 de ellos murieron como mártires de la fe.

Finalmente en misión: Pastor en Cuba

    Su sueño de ir en misión finalmente pudo hacerse realidad: nombrado Arzobispo de Santiago de Cuba - ciudad de la Nueva España que todavía estaba bajo la debilitada corona española - llegó allí en 1851, encontrando una diócesis muy desorganizada por la prolongada ausencia de un pastor: clero pobre y poco preparado, un seminario arruinado, iglesias descuidadas. Inmediatamente se puso manos a la obra: celebró un sínodo diocesano, estableció la obligación de los ejercicios espirituales para los sacerdotes, hizo retornar a los religiosos expulsados del país y, sobre todo, viajó por todo su territorio, visitando incluso los rincones más escondidos. También combatió la injusticia y la pobreza difusas, pero su caridad pastoral que ponía en evidencia los atropellos de los corruptos le atrajo no pocos enemigos: en Holguín fue herido en un atentado a su vida. Con la ayuda de la Venerable María Antonia Paris, en 1855, fundó en Cuba la rama femenina de la Congregación: las Religiosas de María Inmaculada, las Misioneras Claretianas.

Su regreso a Europa y los últimos años

    En 1857 la Reina de España llamó Antonio para que regresase a Madrid pues lo quería como su confesor. En aquel entonces, se respiraba ya el clima del declino español, pues sus colonias se estaban independizando y el Segundo Imperio Francés estaba extendiendo su influencia en Africa y Europa. Como los obispos de las colonias todavía seguían dependiendo de la monarquía española, Antonio no pudo hacer otra cosa que obedecer a la Reina. Ligado fuertemente a la corona española, en 1868 Antonio tuvo que acompañar también luego a la Reina en su exilio a París, donde continuó su predicación. En Roma participó luego en el Concilio Vaticano I, y allí defendió la infalibilidad del Papa en materia de fe y costumbres. Finalmente también fue perseguido pero se refugió en el monasterio de Fontfroide, cerca de Narbona, donde murió en 1870. En el rito de la canonización celebrado por Pío XII el 8 de mayo de 1950, el Papa lo recordaba así: "Modesto en apariencia, pero capaz de imponer respeto a los grandes de la tierra; fuerte en carácter, sin embargo, dotado de la suave dulzura de quien ha probado la austeridad y la penitencia; siempre en la presencia de Dios, incluso en medio de una prodigiosa actividad exterior; calumniado y admirado, celebrado y perseguido. Y por encima de tantas maravillas, resalta como luz suave que todo ilumina, su grande devoción a la Madre de Dios".

Esta es una oración para recibir gracias por la intercesión de San Antonio María Claret:

Señor, que hiciste de San Antonio María Claret, 
un verdadero Padre, un celoso apóstol de la gloria de Dios y 
la salvación de todos los hombres concédenos 
la misma ardiente caridad que inflamó su corazón
para que continuemos con intensidad y eficacia
su trabajo apostólico. Haz que sus hijos se multipliquen
para expandir el Reino del Señor, y que en el momento
 de nuestra muerte merezcamos ser reconocidos 
como "fieles servidores" de Cristo y del Evangelio.
Amén.

SANTORAL - SAN LUIS GUANELLA

24 de Octubre


    En la ciudad de Como, en Italia, san Luis Guanella, presbítero, que fundó la Congregación de los Siervos de la Caridad y también la de las Hijas de Santa María de la Providencia, para atender a las necesidades de los desamparados y afligidos, y procurarles la salvación eterna. Luis Guanella nació en Fraciscio, Sondrio, el 19 de diciembre de 1842, el noveno de trece hijos. Desde niño aprendió una fe viva y operante, un constante amor al trabajo y una gran caridad para con los pobres.

    Pasada su niñez entre sus montes siempre nostálgicamente amados, fue alumno del Colegio Gallio de Como, frecuentó después, para los estudios eclesiásticos, los seminarios diocesanos, distinguiéndose por la angélica piedad, amabilidad de carácter y aprovechamiento en las disciplinas escolares. Ordenado sacerdote el 26 de mayo de 1868, estuvo encargado de cura de almas en Prosto y en Savogno, en Val Chiavena, donde construyó una escuela elemental, y enseñó en las escuelas, por cuanto tenía un diploma de maestro. Multiplicó las iniciativas benéficas a favor de los pobres y con entusiasmo organizó la acción Católica juvenil, fundada en 1867 por Juan Acquaderni y Mario Fani. En 1875 fue a Turín, a donde Juan Bosco, de quien aprendió el camino de la santidad y el método pedagógico. Se vinculó con los votos religiosos a la sociedad salesiana. Pero en 1878 fue llamado por su obispo a la diócesis, fue nuevamente párroco en Traona, Olmo y Pianello Lario, donde en 1885 sonó la hora de la misericordia con la primera fundación de las obras soñadas de tiempo atrás a favor de los pobres abandonados.

    Este sacerdote valteliense, en la escuela de los santos de su tiempo: Juan Bosco, José Cafasso, José Benito Cottolengo, Leonardo Murialdo, Luis Orione, Madre Francisca Javier Cabrini, también él fue iniciador de numerosas obras de beneficencia, que florecerían rápidamente gracias a su espíritu de dedicación, y a su capacidad de comunicar entusiasmo y valor a sus colaboradores.

    Devoto y admirador de San Francisco de Asís, ingresó en su Tercera Orden. De la vida del Pobrecillo asumió el espíritu de pobreza y de perfecta alegría, de gran confianza en Dios y de amor por los hermanos más pobres: los huérfanos, los deficientes, los ancianos y los enfermos. Para continuar la institución fundó dos congregaciones religiosas: los siervos de la Caridad (Guanelianos) y las Hijas de Santa María de la Providencia (Guanellianas). La obra se desarrolló admirablemente en Italia y en el exterior. La pía unión del tránsito de San José, iniciada por él en Roma, cuenta hoy con más de diez millones de miembros. En años de encendido anticlericalismo, fue mirado con sospecha por las autoridades laicas y fue blanco de injusticias y persecuciones, pero las superó con la fuerza de su fe y el fuego de la caridad. Fue a América siguiendo a los emigrantes, trabajó mucho por la asistencia religiosa a los mismos. Para instruir a la juventud abrió escuelas de iniciación, y oratorios. Para asistir a las víctimas del terremoto de Calabria, en Marsica y en Mesina, no economizó energías ni medios.

    En Como el 24 de octubre de 1915, a los 73 años concluyó su activa jornada este héroe de la caridad. Su cuerpo se venera en el Santuario del Sagrado Corazón en Como. Fue beatificado por Pablo VI el 25 de octubre de 1964 y canonizado por Benedicto XVI el 23 de octubre de 2011.

Oremos

    Señor Jesús, Tú viniste a la Tierra para ofrecer a todos el amor del Padre, y ser apoyo y consuelo de los pequeños y de los que sufren. Te damos gracias por habernos dado a tu siervo fiel, don Luis Guanella, como signo maravilloso del amor de Dios. Haz que el ejemplo de su vida pueda resplandecer en todo el mundo, para gloria de Dios Padre y para beneficio del pueblo cristiano. Concédenos, por su intercesión, la grecia que ahora te pedimos y haz que podemos imitar sus virtudes: el ardiente amor hacia la Eucaristía,, la confianza serena en la Providencia, la tierna caridad para con los más pobres, la pasión pastoral por tu pueblo, para que -junto con él- podemos recibir el premio de gloria que nos preparaste en la casa del Padre. Amén.

-FRASE DEL DÍA-