viernes, 21 de marzo de 2025

MES DE SAN JOSÉ

VIGÉSIMO SEGUNDO DÍA: MUERTE DE SAN JOSÉ


Muerte de San José

    Los trabajos y las preocupaciones habían agotado las fuerzas del bienaventurado patriarca, y Dios, en su bondad infinita, quiso evitarle el cruel espectáculo de los sufrimientos y la muerte de Jesús: lo llamó al descanso eterno. Los últimos días de su vida tan dedicada y santa fueron admirablemente consolados por aquella que la Iglesia llama Consoladora de los afligidos, Salud de los enfermos; María redobló su cuidados y ternura por su angélico esposo, cuando los sufrimientos y las enfermedades no le permitieron entregarse a su trabajo ordinario, y durante ese tiempo, el divino Obrero trabaja y provee, mediante su labor, a las necesidades de cada día. ¡Qué espectáculo y qué lección! ¡Cuánto dulcificarían los rigores de la enfermedad y la separación última los tiernos cuidados de María, la presencia y las santas palabras de Jesús! La calma más profunda reposaba en su conciencia; una dicha celeste lo colmaba, sea cuando miraba a la Virgen Inmaculada, ese tesoro del que fue fiel y puro guardián, sea que encontrara la mirada de Jesús, esa mirada agradecida que le recordaba las penas, los cuidados, los trabajos que habían conservado la vida del Mesías; todo le era dulce, todo, pasado, presente, futuro, lo colmaba de delicias. La vida era infinita, la eternidad iba a abrirse, y moría entre los brazos, sobre el corazón del Maestro y del Rey del cielo: Jesús le decía palabras inefables, María lloraba, los ángeles rodeaban este humilde lecho, y los patriarcas, los profetas, los santos de la antigua ley esperaban para regocijarse con él, el padre adoptivo del Mesías.


Oración

    Hijo de Abrahán y de David, San José, cuya muerte estuvo llena de consolaciones y de paz, dígnate rezar por nosotros, pobres pecadores, cuando llegue la última hora; obtennos de Jesucristo el perdón de nuestros pecados, y recibe, con tu santa Esposa, nuestra alma entre tus manos benditas. 
    San José, protector de los agonizantes, ruega por nosotros.

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 22 de Marzo - San Lucas 15,1-3.11b-32.


    Libro de Miqueas 7,14-15.18-20.

    Apacienta con tu cayado a tu pueblo, al rebaño de tu herencia, al que vive solitario en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que sean apacentados en Basán y en Galaad, como en los tiempos antiguos!
    Como en los días en que salías de Egipto, muéstranos tus maravillas.
    ¿Qué dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia? El no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad.
    El volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas.  Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados.
    Manifestarás tu lealtad a Jacob y tu fidelidad a Abraham, como juraste a nuestros padres desde los tiempos remotos.


Salmo 103(102),1-2.3-4.9-10.11-12.

El Señor es bondadoso y compasivo.

Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.

El perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura.

No acusa de manera inapelable
ni guarda rencor eternamente;
no nos trata según nuestros pecados
ni nos paga conforme a nuestras culpas.

Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,
así de inmenso es su amor por los que lo temen;
cuanto dista el oriente del occidente,
así aparta de nosotros nuestros pecados.


    Evangelio según San Lucas 15,1-3.11b-32.

    Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo.
    Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos".
    Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía dos hijos.
    El menor de ellos dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de herencia que me corresponde'. Y el padre les repartió sus bienes.
    Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa.
    Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones.
    Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos.
    El hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.
    Entonces recapacitó y dijo: '¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre!
    Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros'.
    Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó.
    El joven le dijo: 'Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo'.
    Pero el padre dijo a sus servidores: 'Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies.
    Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado'. Y comenzó la fiesta.
    El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza.
    Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó que significaba eso.
    El le respondió: 'Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo'.
    El se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió: 'Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos.
    ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!'.
    Pero el padre le dijo: 'Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo.
    Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado'".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 22 de Marzo - «Me pondré en camino, volveré a casa de mi padre»


        San Pedro Crisólogo Sermón: No ha perdido su condición de Padre 2 y 3: PL 52, 188-189.192


«Me pondré en camino, volveré a casa de mi padre» 

    El que pronuncia estas palabras estaba tirado por el suelo. Toma conciencia de su caída, se da cuenta de su ruina, se ve sumido en el pecado y exclama: «Me pondré en camino, volveré a casa de mi padre.» ¿De dónde le viene esta esperanza, esta seguridad, esta confianza? Le viene por el hecho mismo que se trata de su padre. «He perdido mi condición de hijo; pero el padre no ha perdido su condición de padre. No hace falta que ningún extraño interceda cerca de un padre; el mismo amor del padre intercede y suplica en lo más profundo de su corazón a favor del hijo. Sus entrañas de padre se conmueven para engendrar de nuevo a su hijo por el perdón. «Aunque culpable, yo iré donde mi padre.»

    Y el padre, viendo a su hijo, disimula inmediatamente la falte de éste. Se pone en el papel de padre en lugar del papel de juez. Transforma al instante la sentencia en perdón, él que desea el retorno del hijo y no su perdición... «Lo abrazó y lo cubrió de besos.» (Lc 15,20) Así es como el padre juzga y corrige al hijo. Lo besa en lugar de castigarlo. La fuerza del amor no tiene en cuenta el pecado, por esto con un beso perdona el padre la culpa del hijo. Lo cubre con sus abrazos. El padre no publica el pecado de su hijo, no lo abochorna, cura sus heridas de manera que no dejan ninguna cicatriz, ninguna deshonra. «Dichoso el que ve olvidada su culpa y perdonado su pecado.» (Sal 31,1)

SANTORAL - SANTA CATALINA DE GÉNOVA

  22 de Marzo

  
    Catalina nació en Génova en la primavera de 1447, de la noble familia Fieschi. Muy joven fue desposada con julio Adorno (13-1-1463); matrimonio no por amor, sino provocado por el oportunismo político al que fue sometida. Los primeros años fueron tristes y desolados, por el carácter difícil del esposo. Catalina logró superar la crisis, después de la visión de Cristo derramando sangre (22-3-1473). Desde entonces se dedicó mas aun al ejercicio de la caridad.

    Las oraciones, los sacrificios y el ejemplo de Santa Catalina dieron provocaron la conversión de su esposo. A los treinta años (1478) se retiró con el marido a vivir en el hospital civil de Parnmatone poniéndose a tiempo completo al servicio de los enfermos de los cuales vino a ser una humilde enfermera y sucesivamente, administradora y rectora (1489).

    Fue dotada por Dios de excepcionales gracias y es contada entre las mas grandes místicas. De su experiencia personal de purificación nació su brillante "Tratado del Purgatorio". Determinante fue su influjo en la vida eclesial de su tiempo, con el Movimiento del Divino Amor - por ella inspirado, sobre la espiritualidad moderna a través de la Escuela Francesa de los siglos XVI - XVII que sintió mucha admiración por ella. Murió consumida por el fuego devorante del amor al alba del 15 de Septiembre de 1510.

    Fue canonizada en 1737 por el Papa Clemente XII. Pío XII, en 1943, la proclamó "Patrona de los Hospitales Italianos".

Oremos

    Oh gloriosa Santa Catalina, digna hija del pobrecillo de Asís, que te emulaste en la piedad por la Pasión de Jesús y en el ardor de la caridad, tanto que llegaste a hacer de tu vida un continuo acto de amor por Dios y por el prójimo, vuelve a nosotros tu mirada. Haz que en nuestros corazones se encienda por lo menos una chispa de tu ardiente amor, que arrancándonos de los lazos del pecado, nos una siempre más al Señor. Sé todavía hoy la suave consoladora de los enfermos, obteniéndoles con la salud del cuerpo, la paz y la alegría del alma. Extiende también tu oración sobre las almas del Purgatorio, a fin de que, cuanto antes puedan gozar la plena posesión de Dios. Libéranos de las desgracias, aleja de nosotros todo peligro y obténnos la gracia de merecer, practicando la virtud, la gloria del Paraíso. Amen.

-FRASE DEL DÍA-



 

jueves, 20 de marzo de 2025

MES DE SAN JOSÉ

VIGÉSIMO PRIMER DÍA: LA SAGRADA FAMILIA


 La Sagrada Familia

    No se podría dejar de contemplar la Sagrada Familia y meditar estas palabras: Le estaba sometido. Treinta años de la vida de Nuestro Señor Jesucristo están ocultos en esas tres palabras, y he aquí, veinte siglos que la piedad cristiana las estudia y las saborea. La familia moderna reposa sobre el cristianismo; y en el Niño, la Madre y el Padre reunidos en Nazaret, encuentra el código de sus deberes, la regla de su jerarquía y el modelo de sus afectos. Como Dios había dado a san José la guarda y el cuidado de Jesús, da a todo padre de familia el cuidado y la guarda de sus hijos; como Dios quiso que Jesús estuviese sometido a María y a José, que obedeciese al cuarto mandamiento, enseña, mediante este divino ejemplo, a los hijos, el respeto, el amor y la deferencia para aquellos que le dieron la vida. Con el respeto por los santos deberes de la familia, Nazaret y sus celestes habitantes nos enseñan a amar y a honrar a los pobres y las condiciones humildes y ocultas. Jesús vivió de un trabajo manual, durante treinta años no quiso ser conocido sino como el hijo del carpintero; dio tres años a la vida apostólica y treinta años a la vida laboriosa y oscura: Otra razón más para amar a esos pobres que Dios ama, cuya condición abraza, cuyos sudores comparte. Hijos. Amen y auxilien a los pobres, si han sido favorecidos con el don de la fortuna; ámenlos por causa de Jesús y José, esos santos obreros; y si son pobres, soporten con paciencia las penas de su estado, y únanlas a las fatigas del amable Jesús y del venerable José.

Oración

    Oh bienaventurado artesano, que viste al Creador del mundo comer su pan con el sudor de su frente, tú que amaste tanto tu vida oculta y tus labores, enséñame a conocer los deberes de mi estado y a cumplirlos con un corazón fiel, por amor a Jesús.

    San José. Nuestro padre y nuestro protector, ruega por nosotros.

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 21 de Marzo - San Mateo 21,33-43.45-46.


    Libro de Génesis 37,3-4.12-13a.17b-28.

    Israel amaba a José más que a ningún otro de sus hijos, porque era el hijo de la vejez, y le mandó hacer una túnica de mangas largas.
    Pero sus hermanos, al ver que lo amaba más que a ellos, le tomaron tal odio que ni siquiera podían dirigirle el saludo.
    Un día, sus hermanos habían ido hasta Siquém para apacentar el rebaño de su padre.
    Entonces Israel dijo a José: "Tus hermanos están con el rebaño en Siquém. Quiero que vayas a verlos".
    José fue entonces en busca de sus hermanos, y los encontró en Dotán.
    Ellos lo divisaron desde lejos, y antes que se acercara, ya se habían confabulado para darle muerte.
    "Ahí viene ese soñador", se dijeron unos a otros.
    "¿Por qué no lo matamos y lo arrojamos en una de esas cisternas?  Después diremos que lo devoró una fiera. ¡Veremos entonces en qué terminan sus sueños!".
    Pero Rubén, al oír esto, trató de salvarlo diciendo: "No atentemos contra su vida".
    Y agregó: "No derramen sangre. Arrójenlo en esa cisterna que está allá afuera, en el desierto, pero no pongan sus manos sobre él". En realidad, su intención era librarlo de sus manos y devolverlo a su padre sano y salvo.
    Apenas José llegó al lugar donde estaban sus hermanos, estos lo despojaron de su túnica - la túnica de mangas largas que llevaba puesta - , lo tomaron y lo arrojaron a la cisterna, que estaba completamente vacía.
    Luego se sentaron a comer. De pronto, alzaron la vista y divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad, transportando en sus camellos una carga de goma tragacanto, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto.
    Entonces Judá dijo a sus hermanos: "¿Qué ganamos asesinando a nuestro hermano y ocultando su sangre?
    En lugar de atentar contra su vida, vendámoslo a los ismaelitas, porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne". Y sus hermanos estuvieron de acuerdo.
    Pero mientras tanto, unos negociantes madianitas pasaron por allí y retiraron a José de la cisterna. Luego lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas de planta, y José fue llevado a Egipto.


Salmo 105(104),16-17.18-19.20-21.

Él provocó una gran sequía en el país
y agotó todas las provisiones.
Pero antes envió a un hombre,
a José, que fue vendido como esclavo.

Le ataron los pies con grillos
y el hierro oprimió su garganta,
hasta que se cumplió lo que él predijo,
y la palabra del Señor lo acreditó.

El rey ordenó que lo soltaran,
el soberano de pueblos lo puso en libertad;
lo nombró señor de su palacio
y administrador de todos sus bienes.


    Evangelio según San Mateo 21,33-43.45-46.

    Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
    Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos.
    Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon.
    El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.
    Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: "Respetarán a mi hijo".
    Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia".
    Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
    Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?».
    Le respondieron: «Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo.»
    Jesús agregó: «¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?
    Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos.»
    Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos.
    Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 21 de Marzo - "El misterio de la viña de Dios"


San Bernardo (1091-1153) monje cisterciense y doctor de la Iglesia Sermón 30 sobre el Cantar de los Cantares


"El misterio de la viña de Dios"
      
    Hermanos, si reconocemos que la Iglesia es la viña del Señor, nos damos cuenta que no es una prerrogativa pequeña haber extendido sus límites a toda la tierra...

    A través de esta imagen veo a los primeros creyentes de los cuales se dice que «todos pensaban y sentían lo mismo» (Hch 4,32)... Porque la persecución no la ha tan brutalmente desenraizado que no haya podido ser replantada en otros lugares y alquilada a otros viñadores, los cuales, llegada la estación propicia, han hecho que diera fruto. No ha perecido sino que ha cambiado de suelo; mejor así pues ha ganado en fuerza tanto como en extensión, como la bendita viña del Señor. Hermanos, levantad los ojos y veréis «que su sombra cubre las montañas y sus pámpanos los cedros de Dios, que ha extendido sus sarmientos hasta el mar y sus brotes hasta el Gran Río» (cf sl 79, 11-12).

    No es sorprendente: es el edificio de Dios, el campo de Dios (1C 3,9). Es él quien la fecunda, la propaga, la corta y la poda para que dé más fruto. No va él a despreocuparse de una viña que su mano derecha plantó (Sl 79,15); no va a abandonar una viña en la que los pámpanos son los apóstoles, la cepa es Jesucristo, y el Padre es el viñador (Jn 15,1-5). Plantada en la fe, hunde sus raíces en la caridad; trabajada por la obediencia, fertilizada por las lágrimas de arrepentimiento, regada con la palabra de los predicadores, rebosa un vino que inspira el gozo y no la mala conducta, vino de muy dulce sabor, que en verdad rejuvenece el corazón del hombre (Sl 103,15)... ¡Hija de Sión, consuélate contemplando este gran misterio, no llores más! ¡Abre tu corazón para acoger a todas las naciones de la tierra!

SANTORAL - SANTA MARÍA FRANCISCA DE LAS 5 LLAGAS

21 de Marzo


     Santa María Francisca de las 5 Llagas, Mística Nació en Nápoles, Italia en 1715. Su padre era un tejedor, y la madre una mujer extraordinariamente piadosa. Desde muy pequeñita fue obligada por su padre a trabajar muchas horas cada día en su taller de hilados, pero la mamá aprovechaba todo rato libre para leerle libros piadosos y llevarla al templo a orar.

    El párroco, admirado de su piedad y viendo que se sabía de memoria el catecismo, la admitió a los 8 años a la Primera Comunión, y al año siguiente la encargó de preparar a varios niños. El 8 de septiembre de 1731 recibió el hábito de Terciaria franciscana y siguió viviendo en su casa, pero con comportamientos de religiosa. Frecuentemente mientras estaba en oración entraba en éxtasis. La Virgen se le aparecía y le traía mensajes.

    Tras la muerte de su madre, la santa decidió abandonar su hogar y mudarse a una casa cural donde permaneció los últimos 38 años de su vida, siempre en constante oración, penitencia y sufrimiento que los ofrecía por las almas del purgatorio y la conversión de los pecadores.

    Poco después, le aparecieron las cinco llagas o heridas de Jesús en su cuerpo. Su salud era muy defectuosa y las enfermedades la hacían sufrir enormemente. El 6 de octubre de 1791 murió santamente. Y al año 1867 el Sumo Pontífice la declaró santa.

Oremos

    Padre de misericordia, que en la virgen Santa María Francisca nos dejaste una imagen viva de tu Hijo crucificado, concédenos, por su intercesión, asemejarnos a Cristo en la tierra y ser glorificados con ella en el Cielo.  Por nuestro Señor Jesucristo. Amén

-FRASE DEL DÍA-