sábado, 25 de septiembre de 2021

-PROPÓSITO DEL DÍA-



 

EVANGELIO DEL DÍA - 26 de Septiembre - San Marcos 9,38-43.45.47-48.



 

Libro de los Números 11,16-17a.24-29.

El Señor respondió a Moisés: "Reúneme a setenta de los ancianos de Israel - deberás estar seguro de que son realmente ancianos y escribas del pueblo - llévalos a la Carpa del Encuentro, y que permanezcan allí junto contigo.
Yo bajaré hasta allí, te hablaré, y tomaré algo del espíritu que tú posees, para comunicárselo a ellos. Así podrán compartir contigo el peso de este pueblo, y no tendrás que soportarlo tú solo.
Moisés salió a comunicar al pueblo las palabras del Señor. Luego reunió a setenta hombres entre los ancianos del pueblo, y los hizo poner de pie alrededor de la Carpa.
Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Después tomó algo del espíritu que estaba sobre él y lo infundió a los setenta ancianos. Y apenas el espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a hablar en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo.
Dos hombres - uno llamado Eldad y el otro Medad - se habían quedado en el campamento; y como figuraban entre los inscritos, el espíritu se posó sobre ellos, a pesar de que no habían ido a la Carpa. Y también ellos se pusieron a hablar en éxtasis.
Un muchacho vino corriendo y comunicó la noticia a Moisés, con estas palabras: "Eldad y Medad están profetizando en el campamento".
Josué, hijo de Nun, que desde su juventud era ayudante de Moisés, intervino diciendo: "Moisés, señor mío, no se lo permitas".
Pero Moisés le respondió: "¿Acaso estás celoso a causa de mí? ¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor, porque él les infunde su espíritu!".

Palabra de Dios.


Salmo 19(18),8.10.12-13.14.

La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.

La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.

También a mí me instruyen:
observarlos es muy provechoso.
Pero ¿quién advierte sus propios errores?
Purifícame de las faltas ocultas.

Presérvame, además, del orgullo,
para que no me domine:
entonces seré irreprochable
y me veré libre de ese gran pecado.


Epístola de Santiago 5,1-6.

Ustedes, los ricos, lloren y giman por las desgracias que les van a sobrevenir.
Porque sus riquezas se han echado a perder y sus vestidos están roídos por la polilla.
Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. ¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final!
Sepan que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del universo.
Ustedes llevaron en este mundo una vida de lujo y de placer, y se han cebado a sí mismos para el día de la matanza.
Han condenado y han matado al justo, sin que él les opusiera resistencia.

Palabra de Dios.


Evangelio según San Marcos 9,38-43.45.47-48.

Juan le dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros".
Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.
Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible.
Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.
Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 26 de Septiembre - “No quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua” (Mc 9,38-43.45.47-48.)


 

Papa Francisco
Homilía, 27 de febrero de 2014, en Santa Marta

“No quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua” (Mc 9,38-43.45.47-48.)


Muchas veces hemos escuchado: 'Pero padre, yo creo en Dios, pero no en la Iglesia, porque ustedes cristianos dicen una cosa y hacen otra. Y también: 'yo creo en Dios, pero en ustedes no. Y esto sucede por la incoherencia.

Si tú te encuentras delante --imaginemos-- de un ateo y te dice que no cree en Dios, tú puedes leerle toda la biblioteca, donde se dice que Dios existe y también probar que Dios existe, y él no tendrá fe. Pero si delante de este ateo tú das testimonio de coherencia de vida cristiana algo comenzará a trabajar en su corazón. Será precisamente tu testimonio lo que le traerá esta inquietud sobre la cual trabaja el Espíritu Santo. Es una gracia que todos nosotros, toda la Iglesia debe pedir: 'Señor, que seamos coherentes'.

SANTORAL DEL DÍA - 26 SETIEMBRE - SAN COSME Y SAN DAMIÁN





San Cosme y San Damián, mártires, que, según la tradición, ejercieron la medicina en Ciro, ciudad de Augusta Eufratense, sin pedir nunca recompensa y sanando a muchos con sus servicios gratuitos. San Gregorio de Tours, en su libro De gloria martyrium, escribe: "Los dos hermanos gemelos Cosme y Damián, médicos de profesión, después que se hicieron cristianos, espantaban las enfermedades por el solo mérito de sus virtudes y la intervención de sus oraciones... Coronados tras diversos martirios, se juntaron en el cielo y hacen a favor de sus compatriotas numerosos milagros. Porque, si algún enfermo acude lleno de fe a orar sobre su tumba, al momento obtiene curación. Muchos refieren también que estos Santos se aparecen en sueños a los enfermos indicándoles lo que deben hacer, y luego que lo ejecutan, se encuentran curados. Sobre esto yo he oído referir muchas cosas que sería demasiado largo de contar, estimando que con lo dicho es suficiente".

A pesar de las referencias del martirologio y el breviario, parece más seguro que ambos hermanos fueron martirizados y están enterrados en Cyro, ciudad de Siria no lejos de Alepo. Teodoreto, que fue obispo de Cyro en el siglo V, hace alusión a la suntuosa basílica que ambos Santos poseían allí.

Desde la primera mitad del siglo V existían dos iglesias en honor suyo en Constantinopla, habiéndoles sido dedicadas otras dos en tiempos de Justiniano. También este emperador les edificó otra en Panfilia. En Capadocia, en Matalasca, San Sabas († 531) transformó en basílica de San Cosme y San Damián la casa de sus padres. En Jerusalén y en Mesopotamia tuvieron igualmente templos. En Edesa eran patronos de un hospital levantado en 457, y se decía que los dos Santos estaban enterrados en dos iglesias diferentes de esta ciudad monacal.

En Egipto, el calendario de Oxyrhyrico del 535 anota que San Cosme posee templo propio. La devoción copta a ambos Santos siempre fue muy ferviente. En San Jorge de Tesalónica aparecen en un mosaico con el calificativo de mártires y médicos. En Bizona, en Escitia, se halla también una iglesia que les levantara el diácono Estéfano. Pero tal vez el más célebre de los santuarios orientales era el de Egea, en Cilicia, donde nació la leyenda llamada "árabe", relatada en dos pasiones, y es la que recogen nuestros actuales libros litúrgicos.

Estos Santos, que a lo largo del siglo V y VI habían conquistado el Oriente, penetraron también triunfalmente en Occidente. Ya hemos referido el testimonio de San Gregorio de Tours. Tenemos testimonios de su culto en Cagliari (Cerdeña), promovido por San Fulgencio, fugitivo de los bárbaros. En Ravena hay mosaicos suyos del siglo VI y VII. El oracional visigótico de Verona los incluye en el calendario de santos que festejaba la Iglesia de España.

Mas donde gozaron de una popularidad excepcional fue en la propia Roma, llegando a tener dedicadas más de diez iglesias. El papa Símaco (498-514) les consagró un oratorio en el Esquilino, que posteriormente se convirtió en abadía. San Félix IV, hacía el año 527, transformó para uso eclesiástico dos célebres edificios antiguos, la basílica de Rómulo y el templum sacrum Urbis, con el archivo civil a ellos anejo, situados en la vía Sacra, en el Foro, dedicándoselo a los dos médicos anárgiros.

Tan magnífico desarrollo alcanzó su culto, por influjo sobre todo de los bizantinos, que, además de esta fecha del 27 de septiembre, se les asignó por obra del papa Gregorio II la estación coincidente con el jueves de la tercera semana de Cuaresma, cuando ocurre la fecha exacta de la mitad de este tiempo de penitencia, lo que daba lugar a numerosa asistencia de fieles, que acudían a los celestiales médicos para implorar la salud de alma y cuerpo.

Caso realmente insólito, el texto de la misa cuaresmal se refiere preferentemente a los dichos Santos, que son mencionados en la colecta, secreta y poscomunión, jugándose en los textos litúrgicos con la palabra salus en el introito y ofertorio y estando destinada la lectura evangélica a narrar la curación de la suegra de San Pedro y otras muchas curaciones milagrosas que obró el Señor en Cafarnaúm aquel mismo día, así como la liberación de muchos posesos. Esta escena de compasión era como un reflejo de la que se repetía en Roma, en el santuario de los anárgiros, con los prodigios que realizaban entre los enfermos que se encomendaban a ellos.

Cabría preguntarse: ¿Por qué hoy estos Santos gloriosos no obran las maravillas de las antiguas edades? Tal vez la contestación podría formularse a través de otra pregunta: ¿Por qué hoy no nos encomendamos a ellos con la misma fe, con esa fe que arranca los milagros?. Pero lo que conviene es que no se apague la fe, que la mano del Señor "no se ha contraído". Y si San Cosme y San Damián continúan siendo patronos de médicos y farmacéuticos, bien podemos seguirles invocando con una oración como ésta, de la antigua liturgia hispana:

"¡Oh Dios, nuestro médico y remediador eterno, que hiciste a Cosme y Damián inquebrantables en su fe, invencibles en su heroísmo, para llevar salud por sus heridas a las dolencias humanas haz que por ellos sea curada nuestra enfermedad, y que por ellos también la curación sea sin recaída".

Oremos

Gloriosísimos Mártires de Cristo, y abogados míos, San Cosme y San Damián, que unidos en caridad verdadera, y como hermanos, más por la fe cristiana que testimoniaron con el derramamiento de su sangre, me valgo de su poderosa intercesión: y les suplico, fiado en su misma santidad, me alcancen de Dios nuestro Señor, primeramente todo aquello que conduce a la gloria suya, coma para bien de mi alma: y después, el remedio de mis aflicciones, la paciencia que necesito en los trabajos, y por el favor que solicito en esta novena de mi devoción, como y en cuanto conviniere para mi salud eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

-FRASE DEL DÍA-

 




 

BENEDICTO XVI
San Jerónimo. 1
Miércoles 7 de noviembre de 2007


"No debemos leer la sagrada Escritura como una palabra del pasado, sino como palabra de Dios que se dirige también a nosotros, y tratar de entender lo que nos quiere decir el Señor. Pero, para no caer en el individualismo, debemos tener presente que la palabra de Dios se nos da precisamente para construir comunión, para unirnos en la verdad a lo largo de nuestro camino hacia Dios. Por tanto, aun siendo siempre una palabra personal, es también una palabra que construye a la comunidad, que construye a la Iglesia."

viernes, 24 de septiembre de 2021

-PROPÓSITO DEL DÍA-



 

EVANGELIO DEL DÍA - 25 de Septiembre - San Lucas 9,43b-45.



 

Libro de Zacarías 2,5-9.14-15a.

Yo levanté los ojos, y tuve una visión: Había un hombre que tenía en la mano una cuerda de medir.
Entonces le pregunté: "¿A dónde vas?". El mes respondió: "Voy a medir Jerusalén, para ver cuánto tiene de ancho y cuánto de largo".
Mientras el ángel que hablaba conmigo estaba allí, otro ángel le salió a su encuentro y le dijo: "Corre, habla a ese joven y dile: Jerusalén será una ciudad abierta por la gran cantidad de hombres y animales que habrá en ella.
Yo seré para ella -oráculo del Señor- una muralla de fuego a su alrededor, y seré su Gloria en medio de ella".
Grita de júbilo y alégrate, hija de Sión: porque yo vengo a habitar en medio de ti -oráculo del Señor-.
Aquel día, muchas naciones se unirán al Señor: ellas serán un pueblo para él y habitarán en medio de ti. ¡Así sabrás que me ha enviado a ti el Señor de los ejércitos!

Palabra de Dios.


Libro de Jeremías 31,10.11-12ab.13.

¡Escuchen, naciones, la palabra del Señor,
anúncienla en las costas más lejanas!
Digan: «El que dispersó a Israel lo reunirá,
y lo cuidará como un pastor a su rebaño.»

Porque el Señor ha rescatado a Jacob,
lo redimió de una mano más fuerte que él.
Llegarán gritando de alegría a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor.

Entonces la joven danzará alegremente,
los jóvenes y los viejos se regocijarán;
yo cambiaré su duelo en alegría,
los alegraré y los consolaré de su aflicción.


Evangelio según San Lucas 9,43b-45.

Mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
"Escuchen bien esto que les digo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres".
Pero ellos no entendían estas palabras: su sentido les estaba velado de manera que no podían comprenderlas, y temían interrogar a Jesús acerca de esto.

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 25 de Septiembre - “Ellos no entendían estas palabras” (Lc 9,43b-45.)




Papa Francisco
Homilía, 9 de septiembre de 2018

“Ellos no entendían estas palabras” (Lc 9,43b-45.)


Cristo habla en el lenguaje del amor que sobrepasa esta forma de pensar. Solo teniéndolo en cuenta podremos entender todo lo que hizo Cristo en la cruz y, sobre todo, podremos entender lo que hace Cristo en nuestras vidas. No siempre podremos comprender, pero esto no impide que podamos alimentar nuestras convicciones. Sin importar las dificultades, podemos tener presente que Cristo nos ama, y que todo contribuye para aquellos que le aman.

Esto nos da una luz para entender la misión que se nos encarga, una misión que sobrepasa las fuerzas humanas. Estamos llamados a no limitar nuestro amor y a salir al encuentro de nuestros amigos y enemigos para ser un testimonio vivo. Somos testigos de un hombre que entregó su vida por toda la humanidad; buenos y malos; sencillos y soberbios; generosos y egoístas.

Es así como nuestro amor exige salir al encuentro de todos, pues su fuente es Cristo mismo, el cual dio su sangre por la salvación de toda la humanidad. Somos testigos del amor sin reservas; somos testigos de Aquel que no se supo limitar. Nosotros somos testigos de una persona que se entregó totalmente. Y como testigos estamos llamados a hacer lo mismo.


 

SANTORAL DEL DÍA - 25 SETIEMBRE - NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS

 



A partir de Septiembre de 1983, una mujer de San Nicolás de los Arroyos, manifiesta ver y escuchar a la Santísima Virgen desde su Advocación de María del Rosario de San Nicolás. En cada aparición, la Virgen deja un mensaje a la vidente. El Obispo de San Nicolás, asistido por una Comisión de investigación, discernió los hechos, aprobó la ortodoxia de los mensajes, acompañó la fe del pueblo creyente y estableció las reglas necesarias para conducir al Pueblo de Dios. Maduró su discernimiento sin precipitaciones, según la responsabilidad requerida por un hecho de tal envergadura.

Los mensajes son el fruto de lo que se llama una revelación privada y no existe en ellos nada en contra de las Verdades dadas en la Revelación Pública. Sin embargo, aunque no agreguen nuevas verdades, ayudan a recordar las ya conocidas por la Revelación Pública y son un incentivo para vivirlas.


Progresión de los mensajes

La progresión de los 1.887 mensajes que fueron dados en 6 años y 4 meses, casi cotidianos, es la siguiente: Nuestra Señora prepara a Gladys (la vidente) para su misión, le transmite toda una pedagogía de oración y de vida cristiana, y pide el Santuario que será el lugar de reunión eclesial. Promueve una catequesis profética para los hombres de hoy, con sus angustias y sufrimientos, con el fin de volver a darles una esperanza bien afianzada en su Hijo Jesucristo, Dios Salvador. La Palabra de Jesús (78 mensajes) se asocia con la Palabra de María (1.816 mensajes), cerca de una vez por mes, desde el 15 de Noviembre de 1983 hasta el 30 de Diciembre de 1989, para crear una dinámica de conversión y de impulso espiritual.

Ella invita a restaurar la vida con Dios, dentro de la Iglesia, con sus medios esenciales que son la fe y los sacramentos, el amor que ellos promueven, el sacrificio y el desarrollo de las virtudes cristianas fundamentales. Ella invita a recurrir a todos los medios de gracias, remitidos por Dios a Su Iglesia. Nos invita a realizar la Consagración, es decir la divinización, cuya semilla nos ha sido dada por Dios en el Bautismo y cuya realización se ve trabada por nuestro materialismo y nuestra secularización: ya que esa divinización tiene que abarcar todo nuestro ser y toda nuestra vida. Esta invitación toma todo su alcance en uno de los últimos mensajes, el del 2 de Febrero de 1990, en el cual Jesús, presentado en el Templo por María, manifestó discretamente su consagración divina, al llegar a consagrar con su presencia, la ciudad santa y el templo de Jerusalén.

Oración

Santa María, Madre nuestra que en cada misterio del Santo Rosario
nos brindas al Salvador, acudimos a Ti necesitados, nos alegramos que desde la cruz del Señor te haya encomendado la misión de acercarnos a Él y a su Iglesia por al conversión y la penitencia.
Alentados por la confianza que nos inspiras ponemos en tus manos maternales nuestras preocupaciones y temores, pero deseamos imitar tu fidelidad a Dios aceptando con amor y humildad todas las pruebas.
¡Madre nuestra del Rosario de San Nicolás!, que tu presencia renueve nuestra vida, alivie nuestro ser agobiado por el sufrimiento y la enfermedad, sostenga nuestra docilidad a la gracia y fortalezca nuestro amor a los demás, convirtiéndonos así en testigos del amor del Padre que no vaciló por tu intermedio, en darnos a Jesús. Amén

-FRASE DEL DÍA-


 




BENEDICTO XVI
San Jerónimo. 1
Miércoles 7 de noviembre de 2007


"¿Qué podemos aprender nosotros de san Jerónimo? Me parece que sobre todo podemos aprender a amar la palabra de Dios en la sagrada Escritura. Dice san Jerónimo: "Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo". Por eso es importante que todo cristiano viva en contacto y en diálogo personal con la palabra de Dios, que se nos entrega en la sagrada Escritura. Este diálogo con ella debe tener siempre dos dimensiones: por una parte, debe ser un diálogo realmente personal, porque Dios habla con cada uno de nosotros a través de la sagrada Escritura y tiene un mensaje para cada uno."