jueves, 8 de julio de 2021

EVANGELIO - 09 de Julio - San Mateo 10,16-23.


        Libro de Génesis 46,1-7.28-30.

    Israel partió llevándose todos sus bienes. Cuando llegó a Berseba, ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
    Dios dijo a Israel en una visión nocturna: "¡Jacob, Jacob!". El respondió: "Aquí estoy".
    Dios continuó: "Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de bajar a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
    Yo bajaré contigo a Egipto, y después yo mismo te haré volver; y las manos de José cerrarán tus ojos".
    Cuando Jacob salió de Berseba, los hijos de Israel hicieron subir a su padre, junto con sus hijos y sus mujeres, en los carros que el Faraón había enviado para trasladarlos.
    Ellos se llevaron también su ganado y las posesiones que habían adquirido en Canaán. Así llegaron a Egipto, Jacob y toda su familia - sus hijos y sus nietos, sus hijas y sus nietas - porque él había llevado consigo a todos sus descendientes.
    Israel hizo que Judá se le adelantara y fuera a ver a José, para anunciarle su llegada a Gosen. Cuando llegaron a la región de Gosen, José hizo enganchar su carruaje y subió hasta allí para encontrarse con su padre Israel. Apenas este apareció ante él, José lo estrechó entre sus brazos, y lloró un largo rato, abrazado a su padre.
    Entonces Israel dijo a José: "Ahora sí que puedo morir, porque he vuelto a ver tu rostro y que vives todavía".


Salmo 37(36),3-4.18-19.27-28.39-40.


Confía en el Señor y practica el bien;
habita en la tierra y vive tranquilo:
que el Señor sea tu único deleite,
y él colmará los deseos de tu corazón.
El Señor se preocupa de los buenos
y su herencia permanecerá para siempre;

no desfallecerán en los momentos de penuria,
y en tiempos de hambre quedarán saciados.
Aléjate del mal, practica el bien,
y siempre tendrás una morada,
porque el Señor ama la justicia
y nunca abandona a sus fieles.

Los impíos serán aniquilados
y su descendencia quedará extirpada,
La salvación de los justos viene del Señor,
él es su refugio en el momento del peligro;
el Señor los ayuda y los libera,
los salva porque confiaron en él.


    Evangelio según San Mateo 10,16-23.

    Jesús dijo a sus apóstoles: "Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.
    Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.
    A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.
    Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.
    El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.
    Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.
    Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre."

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 09 de Julio - «El Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros»

 

        San Francisco de Sales Conversaciones Espirituales: Nada pedir, nada rehusar De la esperanza. VI, 91


«El Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros»

    «Cuando os entreguen no os preocupéis cómo o qué hablaréis, porque se os dará en aquella hora lo que debéis decir... el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.» Mt 10, 19-20. Id por tanto llenas de valor, a hacer aquello para lo que se os llama, pero id con sencillez; si os entra aprensión, decid a vuestra alma: el Señor proveerá. Si el considerar vuestra debilidad os atormenta, echaos en manos de Dios y confiad en Él. La mayoría de los apóstoles eran pescadores e ignorantes, y Dios les hizo santos según era preciso para el cargo que les iba a confiar. Tened confianza en Él, apoyaos en su providencia y no temáis nada. No digáis: no tengo talento para hablar bien. No importa, id sin cuidado y sin rodeos pues Dios os dará lo que tengáis que decir y que hacer, a su debido tiempo. Si no tenéis virtud o no la veis en vosotras, no os preocupéis pues si lo que emprendéis lo hacéis por la gloria de Dios y por obedecer a lo que se os manda, Dios cuidará de vosotras y estará obligado a proveeros de todo lo que necesitáis.

Tengo un gran deseo de grabar en vuestros corazones y en vuestras almas una máxima que es de una utilidad sin igual: Nada pedir, nada rehusar. Recibid lo que se os dé y no pidáis lo que no se os quiere dar. Practicando esto, encontraréis la paz de vuestras almas. Sí, mis queridas Hermanas, mantened vuestros corazones en esa santa indiferencia de recibir todo lo que se os dé y no desear lo que no se os dé. En una palabra, os digo: no desead nada, sino dejaos a vosotras mismas y todos vuestros asuntos, plena y perfectamente, en manos y al cuidado de la divina providencia. Dejadla hacer en vosotras igual que los niños se dejan hacer por quienes los cuidan; lo mismo si os llevan en el brazo derecho que en el izquierdo, dejaos hacer, la Providencia es buena madre y sabe mejor que vosotras lo que necesitáis.

SANTORAL - NUESTRA SEÑORA DE ITATÍ

09 de Julio


    El Santuario se levanta en el pueblo de Itatí, a orillas del Alto Paraná y de la ciudad de Corrientes, en la República Argentina. Hacia el año 1528 los franciscanos arrojaron la primera semilla evangélica en el distrito de Santa Ana, llamado también Reducción de Yaguarí.

    Según la tradición la imagen de Itatí habría sido encontrada sobre una piedra (Itatí en guaraní significa "punta de piedra") en el curso del alto Paraná, no lejos del puerto de Santa Ana, los franciscanos la llevaron a la reducción, pero la imagen desapareció dos veces y volvió al lugar donde había sido encontrada. En este sitio se le edificó definitivamente su iglesia.

    Se cree que la imagen de la Virgen de Itatí fue traída de la reducción de Ciudad Real, provincia de Guayrá y venerada en la de Itatí, fundada hacia 1580 por fray Luis de Bolaños, cerca de la desembocadura del río Piquiri, en el Alto Paraná. Al ser atacada la reducción, los franciscanos emigraron hacia el sur, llevando consigo la imagen de la Virgen y así llegaron a la región de Yaguarí, donde estaba la Reducción de otro franciscano, fray Luis Gámez. En ese lugar realizaron un oratorio y colocaron a la Virgen, pero los indios vecinos se llevaron la imagen.

    Luego otros indios, que pescaban en una bajante del río Paraná, descubrieron sobre una piedra la imagen robada. Avisaron a fray Luis Gámez, quien dispuso que la trasladaran a la reducción de Santa Ana del Yaguarí. De allí la imagen desapareció dos veces y volvió a aparecer en el lugar donde fue encontrada. Entonces resolvieron trasladar la reducción al paraje donde la Virgen parecía querer ser venerada.

    El puerto de Santa Ana quedo abandonado, y la nueva población fue llamada Pueblo de Indios de la Pura y Limpia concepción de Nuestra Señora de Itatí. El Santuario se levanta en el pueblo de Itatí, a orillas del Alto Paraná y a 70 kilómetros de la ciudad de Corrientes, en la República Argentina.

    La imagen es una talla de madera, mide un metro veintiséis centímetros de altura. Tiene sus manos juntas en posición de oración, viste un manto azul y túnica blanca. El 16 de julio de 1900, la imagen de la Virgen de Itatí fue solemnemente coronada, el 3 de febrero de 1910, el Papa Pío X creó la Diócesis de Corrientes, su primer Obispo fue Monseñor Niella. El 23 de abril de 1918, la Virgen de Itatí, fue proclamada Patrona y protectora de la diócesis de Corrientes. Su fiesta se celebra el 9 de julio.

Oremos

    Tiernísima Madre de Dios y de los hombres que bajo la advocación de la pura y limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí miraste con ojos de misericordia por más de cuatro siglos a todos los que te han implorado, no deseches ahora las súplicas de este tu hijo, que humildemente recurre a ti… Atiende mis necesidades, que tú mejor que yo las conoces. Y, sobre todo, Madre mía, concédeme un gran amor a tu divino Hijo Jesús y un corazón puro, humilde y prudente, paciencia en la vida, fortalece en las tentaciones y consuelo en la muerte. Así sea. Amén.

miércoles, 7 de julio de 2021

EVANGELIO - 08 de Julio - San Mateo 10,7-15.


        Libro de Génesis 44,18-21.23b-29.45,1-5.

    Judá se acercó para decirle: "Permite, señor, que tu servidor diga una palabra en tu presencia, sin impacientarte conmigo, ya que tú y el Faraón son una misma cosa.
    Tú nos preguntaste si nuestro padre vivía aún y si teníamos otro hermano.
    Nosotros te respondimos: Tenemos un padre que ya es anciano, y un hermano menor, hijo de su vejez. El hermano de este último murió, y él es el único hijo de la madre de estos dos que ha quedado vivo; por eso nuestro padre siente por él un afecto muy especial.
    Tú nos dijiste: "Tráiganlo aquí, porque lo quiero conocer". Tú nos volviste a insistir: "Si no viene con ustedes su hermano menor, no serán admitidos nuevamente en mi presencia".
    Cuando regresamos a la casa de nuestro padre, tu servidor, le repetimos tus mismas palabras.
    Pero un tiempo después, nuestro padre nos dijo: "Vayan otra vez a comprar algunos víveres".
    Nosotros respondimos: "Así no podemos ir. Lo haremos únicamente si nuestro hermano menor viene con nosotros, porque si él no nos acompaña, no podemos comparecer delante de aquel hombre".
    Nuestro padre, tu servidor, nos respondió: "Ustedes saben muy bien que mi esposa predilecta me dio dos hijos.
    Uno se fue de mi lado; yo tuve que reconocer que las fieras lo habían despedazado, y no volví a verlo más.
    Si ahora ustedes me quitan también a este, y le sucede una desgracia, me harán bajar a la tumba lleno de aflicción".
    José ya no podía contener su emoción en presencia de la gente que lo asistía, y exclamó: "Hagan salir de aquí a toda la gente". Así, nadie permaneció con él mientras se daba a conocer a sus hermanos.
    Sin embargo, los sollozos eran tan fuertes que los oyeron los egipcios, y la noticia llegó hasta el palacio del Faraón.
    José dijo a sus hermanos: "Yo soy José. ¿Es verdad que mi padre vive todavía?". Pero ellos no pudieron responderle, porque al verlo se habían quedado pasmados.
    Entonces José volvió a decir a sus hermanos: "Acérquense un poco más". Y cuando ellos se acercaron, añadió: "Sí, yo soy José, el hermano de ustedes, el mismo que vendieron a los egipcios.
    Ahora no se aflijan ni sientan remordimiento por haberme vendido. En realidad, ha sido Dios el que me envió aquí delante de ustedes para preservarles la vida.


Salmo 105(104),16-17.18-19.20-21.


Él provocó una gran sequía en el país
y agotó todas las provisiones.
Pero antes envió a un hombre,
a José, que fue vendido como esclavo.

Le ataron los pies con grillos
y el hierro oprimió su garganta,
hasta que se cumplió lo que él predijo,
y la palabra del Señor lo acreditó.

El rey ordenó que lo soltaran,
el soberano de pueblos lo puso en libertad;
lo nombró señor de su palacio
y administrador de todos sus bienes,


    Evangelio según San Mateo 10,7-15.

    Jesús dijo a sus apóstoles: Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
    Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente."
    No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
    Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.
    Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.
    Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
    Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies.
    Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 08 de Julio - “Proclamen que el Reino de los cielos está cerca”


San Buenaventura (1221-1274) franciscano, doctor de la Iglesia Vida de San Francisco (Vie de Saint François, Legenda major, Franciscaines, 1968), trad. sc©evangelizo.org


“Proclamen que el Reino de los cielos está cerca” 

    La entrada en la Orden [de San Francisco] de otro hombre de bien, llevó a siete el número de hijos del servidor de Dios. Entonces, ese buen padre los reunió a todos, les habló largamente del Reino de Dios, del desprecio del mundo, la renuncia a la voluntad propia y la mortificación corporal. Les anunció su proyecto de enviarlos a los cuatro extremos del mundo. (…) Dijo tiernamente a sus hijos “Vayan, anuncien la paz a los hombres, proclamen la conversión para que ellos obtengan el perdón de sus pecados (cf. Mc 1,4). Sean pacientes en la dificultad, asiduos en la oración, valientes en el trabajo. No tengan pretensión de sus sermones, no desvíen en su conducta y sean agradecidos por los bienes recibidos. Si ustedes realizan esto, “¡el Reino de los Cielos es a ustedes!” (Mt 5,3; Lc 6,20). Ellos entonces, a rodillas humildemente a los pies del servidor de Dios, recibieron este envío en la alegría espiritual que proviene de la santa obediencia. Francisco dijo a cada uno: “Abandona al Señor toda preocupación y él te cuidará” (cf. Sal 54,23). Era la frase habitual cuando él enviaba un hermano en misión. En cuanto a él, consciente de su vocación de modelo y queriendo “ponerse a la obra” y no solamente “enseñar” (cf. Hech 1,1), llamó a un compañero y se fueron hacia uno de los cuatro puntos cardinales. 

SANTORAL - SAN ISAÍAS

08 de Julio


    No todos los Profetas nos dejaron sus visiones en forma de escritos. De Elías y Eliseo, por ejemplo, sólo sabemos lo que nos narran los libros históricos del Antiguo Testamento, principalmente los libros de Samuel y de los Reyes.

    Entre los vates cuyos escritos poseemos es, sin duda, el mayor Isaías, hijo de Amós, de la tierra de Judá, quien fue llamado al duro cargo de profeta en el año 738 a.C., y cuya muerte ocurrió probablemente bajo el rey Manasés (693-639). Según una antigua tradición judía, murió aserrado por la mitad, a manos de verdugos de este impío rey. En 442 d. C. su restos fueron transportados a Constantinopla. La Iglesia celebre su memoria el 6 de julio.

    Isaías es el primero de los Profetas del Antiguo Testamento, desde luego por lo acabado de su lenguaje que representa el siglo de oro de la literatura hebrea, más sobre todo por la importancia de los vaticinios que se refieren al pueblo de Israel, a los pueblos paganos y a los tiempos mesiánicos y escatológicos. Ningún otro profeta vio con tanta claridad al futuro Redentor, y nadie, como él, recibió tantas ilustraciones acerca de la salud mesiánica, de manera que San Jerónimo no vacila en llamarlo "el Evangelista entre los Profetas".

     Distínguense en el Libro de Isaías un Prólogo (cap. 1) y dos partes principales. La primera (cap. 2 a 35) es una colección de profecías, exhortaciones y amonestaciones, que tienen como punto de partida el peligro asirio, y contiene vaticinios sobre Judá e Israel (2, 1 a 12, 6), oráculos contra las naciones paganas (13, 1 a 23, 18); profecías escatológicas (24, 1 a 27, 13); amenazas contra la falsa seguridad (28, 1 a 33, 24), y la promesa de salvación de Israel (34, 1 a 35, 10). Entre los profetas descuellan las consignadas en los capítulos 7 a 12. Fueron pronunciadas en tiempo de Acaz y tienen por tema la encarnación del Hijo de Dios, por lo cual son también llamadas El Libro de Emmanuel.

    Entre la primera y segunda parte media un trozo de cuatro capítulos (36 - 39), que forma algo así como un bosquejo histórico. El capítulo 40 da comienzo a la parte segunda del libro (cap. 40 a 66), que trae veintisiete discursos, cuyo fin inmediato es consolar con las promesas divinas a los que iban a ser desterrados a Babilonia, como expresa El Eclesiástico (48, 27 s.).

    Fuera de eso, su objeto principal es anunciar el misterio de la Redención y de la salud mesiánica, a la cual precede la pasión del siervo de Dios, que se describe proféticamente con la más sorprendente claridad. No es de extrañar que la crítica racionalista haya atacado la autenticidad de esta segunda parte, atribuyéndole a otro autor posterior al cautiverio babilónico. Contra tal teoría, que se apoya casi exclusivamente en criterios internos y lingüísticos, se levanta no sólo la tradición judía, cuyo primer testigo es Jesús, hijo de Sirac, (Ecli. 48, 25 ss.), sino también toda la tradición cristiana.

    Para la interpretación del profeta Isaías y de todos los profetas hay que tener presente el decreto de la Pontificia Comisión Bíblica, del 29 de junio de 1908, que establece los siguientes principios:

1. No es lícito considerar las profecías como productos de la historiografíapost eventum, es decir, compuestos después de los acontecimientos que se pretende vaticinar.

2. La opinión de que Isaías y los demás Profetas sólo anunciaron cosas fáciles de conjeturar, no se compagina con las profecías, especialmente con las mesiánicas y escatológicas; ni con la opinión general de los Santos Padres.

3. No se puede admitir que los Profetas debieran hablar siempre en forma inteligible, y que por esto la segunda parte del libro, en la cual el profeta consuela a las futuras generaciones, como si viviese en medio de ellas, no pueda tener por autor a Isaías.

4. La prueba filológica, sacada del lenguaje y estilo, para combatir la identidad del autor del libro de Isaías, no es de tal índole que obligue a reconocer la pluralidad de autores.

    El creyente que lea este divino libro con espíritu de oración, no tardará en descubrir que las profecías no son simples anuncios, sino que contienen ricas enseñanzas de vida espiritual, preciosas para anunciar nuestra fe y esperanzas. Cristo ha constituído a unos, apóstoles; a otros profetas, a otros, evangelistas; a otros pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los fieles, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. (Ef. 4, 11-13 )

Oremos

    ¡Columnas de la Iglesia, piedras vivas! ¡Profetas de Dios, grito del Verbo! Benditos vuestros pies, porque han llegado para anunciar la paz al mundo entero. De pié en la encrucijada de la vida, del hombre peregrino y de los pueblos, lleváis agua de Dios a los cansados, hambre de Dios lleváis a los hambrientos. De puerta en puerta va vuestro mensaje, que es verdad y es amor y es Evangelio. No temáis, pecadores, que sus manos son caricias de paz y consuelo. Gracias, Señor, que el pan de tu palabra nos llega por tu amor, pan verdadero; gracias, Señor, que el pan de vida nueva nos llega por tu amor, partido y tierno. Amén

martes, 6 de julio de 2021

EVANGELIO - 07 de Julio - San Mateo 10,1-7.


        Libro de Génesis 41,53-57.42,5-7a.17-24a.

    Entonces terminaron los años en que Egipto gozó de abundancia, y comenzaron los siete años de hambre, como José lo había anticipado. En todos los países se sufría hambre, pero en Egipto había alimentos.
    Cuando también los egipcios y el pueblo sintieron hambre, y el pueblo pidió a gritos al Faraón que le diera de comer, este respondió: "Vayan a ver a José y hagan lo que él les diga".
    Como el hambre se había extendido por todo el país, José abrió los graneros y distribuyó raciones a los egipcios, ya que el hambre se hacía cada vez más intensa.
    Y de todas partes iban a Egipto a comprar cereales a José, porque el hambre asolaba toda la tierra.
    Así llegaron los hijos de Israel en medio de otra gente que también iba a procurarse víveres, porque en Canaán se pasaba hambre.
    José tenía plenos poderes sobre el país y distribuía raciones a toda la población. Sus hermanos se presentaron ante él y se postraron con el rostro en tierra.
    Al verlos, él los reconoció en seguida, pero los trató como si fueran extraños y les habló duramente. "¿De dónde vienen?", les preguntó. Ellos respondieron: "Venimos de Canaán para abastecernos de víveres".
    E inmediatamente, los puso bajo custodia durante tres días. Al tercer día, José les dijo: "Si quieren salvar la vida, hagan lo que les digo, porque yo soy un hombre temeroso de Dios.
    Para probar que ustedes son sinceros, uno de sus hermanos quedará como rehén en la prisión donde están bajo custodia, mientras el resto llevará los víveres, para aliviar el hambre de sus familias.
    Después me traerán a su hermano menor. Así se pondrá de manifiesto que ustedes han dicho la verdad y no morirán". Ellos estuvieron de acuerdo.
    Pero en seguida comenzaron a decirse unos a otros: "¡Verdaderamente estamos expiando lo que hicimos contra nuestro hermano! Porque nosotros vimos su angustia cuando nos pedía que tuviéramos compasión, y no quisimos escucharlo. Por eso nos sucede esta desgracia".
    Rubén les respondió: "¿Acaso no les advertí que no cometieran ese delito contra el muchacho? Pero ustedes no quisieron hacer caso, y ahora se nos pide cuenta de su sangre".
    Ellos ignoraban que José los entendía, porque antes habían hablado por medio de un intérprete.
    José se alejó de ellos para llorar; y cuando estuvo en condiciones de hablarles nuevamente, separó a Simeón y ordenó que lo ataran a la vista de todos.


Salmo 33(32),2-3.10-11.18-19.

Alaben al Señor con la cítara,
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas;
entonen para él un canto nuevo,
toquen con arte, profiriendo aclamaciones.

El Señor frustra el designio de las naciones
y deshace los planes de los pueblos,
pero el designio del Señor
permanece para siempre,
y sus planes, a lo largo de las generaciones.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.


    Evangelio según San Mateo 10,1-7.

    Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.
    Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
    A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: "No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos.
    "Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
    Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 07 de Julio - Enviado a las ovejas perdidas


       Isaac de la Stella, monje Sermón 35 (trad.cf SC 202, p.259)

   
 Enviado a las ovejas perdidas 

    Cristo vino a buscar a la única oveja que se había perdido (Mt 18,12). Es por ella que el Buen Pastor, cuya venida desde siempre había sido prometida, ahora ha sido enviado en el tiempo; es para ella que ha nacido y ha sido entregado. Ella es única, sacada de los judíos y de las naciones, sacada de todas las naciones; única en el misterio, múltiple en las personas, múltiple por el cuerpo según la naturaleza, única por el Espíritu según la gracia; en resumen, una sola oveja y una multitud innumerable. Es por eso que el que vino a buscar a la única oveja ha sido enviado «a las ovejas perdidas de la casa de Israel» (Mt 15,24)… Ahora bien, lo que el Pastor reconoce como suyo «nadie puede arrancárselo de su mano» (Jn 10, 28). Porque no se puede forzar el poder, engañar la sabiduría, destruir la caridad.

    Así es como habla él con toda seguridad: «De los que me has dado, Padre, ninguno se ha perdido» (Jn 17,22). Ha sido enviado como verdad para los engañados, como sabiduría para los que eran insensatos, como remedio para los enfermos, como rescate para los cautivos, y como alimento para los que morían de hambre. Su persona es para todos, por ello se puede decir que ha sido enviado «a las ovejas perdidas de la casa de Israel», para que no estén perdidas para siempre.

SANTORAL - SAN PANTENO

 07 de Julio


    Conmemoración de San Panteno de Alejandría, varón lleno de celo apostólico, enriquecido con toda clase de sabiduría, conocedor en alto grado de la Palabra de Dios y amante apasionado de la misma, acerca del cual la tradición cuenta que su fe y ardiente caridad le impulsaron a ir a predicar el Evangelio a pueblos desconocidos de lejanas regiones de Oriente, y que al volver finalmente a Alejandría, en Egipto, allí descansó en paz, en tiempo del emperador Antonino Caracalla.

    «Cuando di con el último de mis maestros, el primero en realidad por su valor, a quien descubrí en Egipto, encontré reposo. Verdadera abeja de Sicilia, recogía el néctar de las flores que esmaltan el campo de los profetas y los apóstoles, engendrando en el alma de sus oyentes una ciencia inmortal» (Stromata 1,1,11).

    Así se refiere Clemente de Alejandría a su maestro Panteno. Esto y lo poco que nos cuenta Eusebio de Cesarea en el libro V de su Historia Eclesiástica (V,10) es todo lo que tenemos sobre él, ya que no hay escritos suyos, y no se sabe a ciencia cierta si puso por escrito su doctrina (Eusebio lo afirma, pero Clemente lo niega), exceptuando la hipótesis de H. Marrou (1951), que opina que Panteno es el autor de la famosa «Carta a Diogneto». De las palabras de Clemente sale la deducción de que era siciliano (aunque no es el único sentido posible de la frase).

    Panteno dirigía la escuela catequética de Alejandría, que en sus tiempos era aun una escuela de iniciación cristiana, antes de que Orígenes, el sucesor de Clemente al frente de la Escuela, la elevara a los altísimos niveles a los que llegó, siendo la escuela de Sagradas Escrituras y Teología más famosa e influyente de la antigüedad. Panteno llegó a Alejandría hacia el año 180; había sido filósofo estoico; se desconocen las circunstancias de su conversión, pero no es un hecho raro, ya que muchos pasaban del estoicismo al cristianismo, viendo en éste una perfección del ideal de sabiduría que la filosofía buscaba.

    Puesto que dejó la dirección de la escuela a Clemente, y éste, después de haberla dirigido un tiempo, huyó de Alejandría en la persecución de Septimio Severo (inicios del 200), no se termina de comprender por qué el elogio del Martirologio Romano dice que Panteno murió en época de Caracalla (211-217), que fue posterior a Septimio Severo. El testimonio de Eusebio más bien deja abierto el final de Panteno: «Lo cierto es, al menos, que Panteno, por sus muchos merecimientos, terminaba rigiendo la escuela de Alejandría, comentando de viva voz y por escrito los tesoros de los dogmas divinos.» (HE V,10,4).

    Eusebio nos cuenta una curiosa historia sobre Panteno; pero debe tenerse presente que él mismo la recibió de tradición oral, y la refiere más de un siglo después, con todo lo que puede tener de confuso un testimonio así: «Se cuenta, pues, que demostró un celo tan grande por la doctrina divina con su ardentisima disposición de ánimo, que incluso fue proclamado heraldo del Evangelio de Cristo para los paganos del Oriente y enviado hasta las tierras indias. […] y se dice que fue a la India, donde es tradición que se encontró con que el Evangelio de Mateo se le había adelantado en su llegada entre algunos habitantes del país que conocían a Cristo: Bartolomé, uno de los apóstoles, les había predicado y les había dejado el escrito de Mateo en los propios caracteres hebreos, escrito que conservaban hasta el tiempo mencionado.» (HE V,10,2-3) En la actualidad se tiende a identificar esta «India» que menciona aquí con el sur de la península arábiga, el actual Yemen, o quizás Etiopía. Eusebio, y luego san Jerónimo, y luego toda la tradición oral hasta hace unos pocos años, encontraba en este pasaje y algunos otros (todos vinculados a la escuela de Alejandría) la confirmación de que había existido un evangelio de san Mateo redactado en hebreo o arameo. Se tiende más bien a pensar que se trata del llamado «Evangelio de los hebreos», o del «Evangelio de los ebionitas», escritos apócrifos perdidos, de los que se conservan unos pocos fragmentos, pero que jugaron ese importante papel de ser precisamente la realidad que confirmaba el imaginario evangelio original en arameo o hebreo de san Mateo del que parece hablar Papías.

Oremos

    Dios y Señor nuestro, que con tu amor hacia los hombres quisiste que San Panteno anunciara a los pueblos la riqueza insondable que es Cristo, concédenos, por su intercesión, crecer en el conocimiento del misterio de Cristo y vivir siempre según las enseñanzas del Evangelio, fructificando con toda clase de buenas obras. Por Jesucristo, tu Hijo. Amén

lunes, 5 de julio de 2021

EVANGELIO - 06 de Julio - San Mateo 9,32-38


        Libro de Génesis 32,23-33.

    Aquella noche, Jacob se levantó, tomó a sus dos mujeres, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Iaboc.
    Después que los hizo cruzar el torrente, pasó también todas sus posesiones.
    Entonces se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba.
    Al ver que no podía dominar a Jacob, lo golpeó en la articulación del fémur, y el fémur de Jacob se dislocó mientras luchaban.
    Luego dijo: "Déjame partir, porque ya está amaneciendo: .Pero Jacob replicó: "No te soltaré si antes no me bendices".
    El otro le preguntó: "¿Cómo te llamas?", "Jacob", respondió.
    El añadió: "En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido".
    Jacob le rogó: "Por favor, dime tu nombre". Pero él respondió: "¿Cómo te atreves a preguntar mi nombre?". Y allí mismo lo bendijo.
    Jacob llamó a aquel lugar con el nombre de Peniel, porque dijo: "He visto a Dios cara a cara, y he salido con vida".
    Mientras atravesaba Peniel, el sol comenzó a brillar, y Jacob iba rengueando del muslo.
    Por eso los israelitas no comen hasta el presente el nervio ciático que está en la articulación del fémur, porque Jacob fue tocado en la articulación del fémur, en el nervio ciático.


Salmo 17(16),1.2-3abcd.6-7.8b.15.

Escucha, Señor, mi justa demanda,
atiende a mi clamor;
presta oído a mi plegaria,
porque en mis labios no hay falsedad.

Tú me harás justicia,
porque tus ojos ven lo que es recto:
si examinas mi corazón
y me visitas por las noches,

si me pruebas al fuego,
no encontrarás malicia en mí.
Mi boca no se excedió
si examinas mi corazón

y me visitas por las noches,
si me pruebas al fuego,
no encontrarás malicia en mí.
Mi boca no se excedió

si examinas mi corazón
y me visitas por las noches,
si me pruebas al fuego,
no encontrarás malicia en mí.

Mi boca no se excedió
si examinas mi corazón
y me visitas por las noches,
si me pruebas al fuego,

no encontrarás malicia en mí.
Mi boca no se excedió
Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes:
inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras.

Muestra las maravillas de tu gracia,
tú que salvas de los agresores
a los que buscan refugio a tu derecha.
Escóndeme a la sombra de tus alas.

Pero yo, por tu justicia, contemplaré tu rostro,
y al despertar, me saciaré de tu presencia.


    Evangelio según San Mateo 9,32-38.

    En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a un mudo que estaba endemoniado.
    El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: "Jamás se vio nada igual en Israel".
    Pero los fariseos decían: "El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios".
    Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
    Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
    Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos.
    Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha."

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 06 de Julio - "Viendo a la muchedumbre, tuvo lastima de ella, porque erraban como ovejas sin pastor"


San John Henry Newman (1801-1890) teólogo, fundador del Oratorio en Inglaterra Sermón “Presencia Invisible de Cristo”, sermón nº 21

"Viendo a la muchedumbre, tuvo lastima de ella, porque erraban como ovejas sin pastor"

    Mirad a vuestro alrededor, hermanos: ¿por qué hay tantos cambios y luchas, tantos partidos y sectas, tantos credos? Porque los hombres están insatisfechos e inquietos. ¿Y por qué están inquietos, cada uno con su salmo, su doctrina, su lengua, su revelación, su interpretación? Están inquietos porque no han encontrado…; todo esto todavía no les ha llevado a la presencia de Cristo que es "la plenitud de la alegría y la felicidad eterna" (Sal. 15,11). Si hubieran sido alimentados por el pan de la vida (Jn 6,35) y probado el panal de miel, sus ojos se habrían vuelto claros, como los de Jonatan (1Sm 14,27 y habrían reconocido al Salvador de los hombres. Pero no habiendo percibido estas cosas invisibles, todavía deben buscar, y están a merced de rumores lejanos... Triste espectáculo: el pueblo de Cristo errante sobre las colinas "como ovejas sin pastor". En lugar de buscarlo en los lugares que siempre frecuentó y en la morada que estableció, se atarean en proyectos humanos, siguen a guías extranjeros y se dejan cautivar por opiniones nuevas, se convierten en el juguete del azar o del humor del momento y víctimas de su propia voluntad. Están llenos de ansiedad, de perplejidad, de celos y de alarma, "hechos bambolear y llevados por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres y su propia astucia que se equivoca en el error" (Ef 4,14). Todo esto porque no buscan el "Cuerpo único, el Espíritu único, la única esperanza de su llamada, el único Señor, la fe única, el bautismo único, el Dios único y Padre de todos" (Ef 4,5-6) para "encontrar el descanso de sus almas" (Mt 11,29).

SANTORAL - SANTA MARÍA GORETTI

06 de Julio


    Santa María Goretti nació en Corinaldo, Italia el 16 de octubre de 1890 hija de Luis Goretti y Assunta Carlini, ambos campesinos. María fue la segunda de seis hijo.

    Vivió en el seno de una familia humilde y perdió a su padre a los diez años por causa del paludismo. Como consecuencia de la muerte de su padre, la madre de María Goretti tuvo que trabajar dejando la casa y los hermanos menores a cargo de ésta quien realizaba sus obligaciones con alegría y cada semana asistía a clases de catecismo.

    A los once años hizo su primera comunión haciéndose, desde entonces, el firme propósito de morir antes que cometer un pecado. En la misma finca donde vivía María trabajaba Alejandro Serenelli, quien se enamoró de María que en ese entonces contaba con doce años. Serenelli, a causa de lecturas impuras, se dedicó a buscar a María haciéndole propuestas que la santa rechazaba haciendo que Serenelli se sintiera despreciado.

    El 5 de julio de 1902 Serenelli fue en busca de María quien estaba sola en su casa y al encontrarla la invitó a ir a una recámara de la casa a lo que María se negó por lo que aquél se vio obligado a forzarla. María se negaba advirtiéndole a Serenelli que lo que pretendía era pecado y que no accedería a sus pretensiones por lo que éste la atacó con un cuchillo clavándoselo catorce veces.

    María no murió inmediatamente, fue trasladada al hospital de San Juan de Dios donde los médicos la operaron sin anestesia porque no había y durante dos horas la santa soportó el sufrimiento ofreciendo a Dios sus dolores. Antes de morir, un día después del ataque, María alcanzó a recibir la comunión y la unción de los enfermos e hizo público su perdón a Serenelli.

    El asesino fue condenado a 30 años de prisión donde al principio no daba muestras de arrepentimiento. La tradición cuenta que después de un sueño donde María le dijo que él también podía ir al cielo, Serenelli cambió completamente volviéndose hacia Dios y ofreciendo sus trabajos y sufrimientos en reparación de sus pecados. Después de 27 años de cárcel fue liberado y acudió a pedir perdón a la madre de la santa, quien no solo lo perdonó sino que lo defendió en público alegando que si Dios y su hija lo habían perdonado, ella no tenía porque no perdonarlo.

    La fama de María Goretti se extendía cada vez más y fueron apareciendo las muestras de santidad, que fue fruto de su cercanía a Dios y su devoción a la Virgen María. Después de numerosos estudios, la Santa Sede la canonizó el 24 de junio de 1950 en una ceremonia que se tuvo que realizar en la Plaza de San Pedro debido a la cantidad de asistentes que se calculaban en más de quinientas mil personas.

    En la ceremonia de canonización acompañaron a Pío XII, la madre, dos hermanas y un hermano de María. Durante esta ceremonia Su Santidad Pío XII exhaltó la virtud de la santa y sus estudiosos afirman que por la vida que llevó aún cuando no hubiera sido mártir habría merecido ser declarada santa.

Oremos

    Señor Dios, que eres fuerza de las almas inocentes y te complaces en los corazones limpios, tú que otorgaste a Santa María Goretti la palma del martirio en la edad juvenil, concédenos, por su intercesión, la constancia en tus mandamientos, el perdonar a los que nos ofenden... y darnos a nosotros también, así como a esta virgen le diste la victoria en el combate, la posibilidad de que podamos librar el nuestro, tomados de la mano de María. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo y Señor Nuestro, que vives y reina en unidad con el Espíritu Santo Por los siglos de los siglos.... Amén