lunes, 26 de febrero de 2024

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO CUARTO
ALGUNAS NOTAS DE LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL
Aguante, paciencia y mansedumbre


    119. No me refiero solo a las situaciones crudas de martirio, sino a las humillaciones cotidianas de aquellos que callan para salvar a su familia, o evitan hablar bien de sí mismos y prefieren exaltar a otros en lugar de gloriarse, eligen las tareas menos brillantes, e incluso a veces prefieren soportar algo injusto para ofrecerlo al Señor: «En cambio, que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien, eso es una gracia de parte de Dios» (1 P 2,20). No es caminar con la cabeza baja, hablar poco o escapar de la sociedad. A veces, precisamente porque está liberado del egocentrismo, alguien puede atreverse a discutir amablemente, a reclamar justicia o a defender a los débiles ante los poderosos, aunque eso le traiga consecuencias negativas para su imagen.


-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 27 de Febrero - San Mateo 23,1-12.


    Libro de Isaías 1,10.16-20.

    ¡Escuchen la palabra del Señor, jefes de Sodoma! ¡Presten atención a la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra!
    ¡Lávense, purifíquense, aparten de mi vista la maldad de sus acciones! ¡Cesen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien! ¡Busquen el derecho, socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan a la viuda!
    Vengan, y discutamos -dice el Señor-: Aunque sus pecados sean como la escarlata, se volverán blancos como la nieve; aunque sean rojos como la púrpura, serán como la lana.
    Si están dispuestos a escuchar, comerán los bienes del país; pero si rehúsan hacerlo y se rebelan, serán devorados por la espada, porque ha hablado la boca del Señor.


Salmo 50(49),8-9.16bc-17.21.23.

No te acuso por tus sacrificios:
¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!
Pero yo no necesito los novillos de tu casa
ni los cabritos de tus corrales.

"¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos
y a mencionar mi alianza con tu boca,
tú, que aborreces toda enseñanza
y te despreocupas de mis palabras?

Haces esto, ¿y yo me voy a callar?
¿Piensas acaso que soy como tú?
Te acusaré y te argüiré cara a cara.
El que ofrece sacrificios de alabanza,
me honra de verdad;
y al que va por el buen camino,
le haré gustar la salvación de Dios."


    Evangelio según San Mateo 23,1-12.

    Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: "Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.
    Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
    Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar 'mi maestro' por la gente.
    En cuanto a ustedes, no se hagan llamar 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.
    A nadie en el mundo llamen 'padre', porque no tienen sino uno, el Padre celestial.
    No se dejen llamar tampoco 'doctores', porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
    Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros,
porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 27 de Febrero - «El que se humilla será enaltecido»


Santa Catalina de Siena (1347-1380) terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa Diálogos, c. 4


«El que se humilla será enaltecido»

    [Santa Catalina oyó que Dios le decía:] Me pides conocerme y amarme a mí, la Verdad suprema. He aquí el camino para quien quiera llegar a conocerme perfectamente y gustarme, a mí la Verdad eterna: no dejes jamás de conocerte a ti misma, y cuando estés abajada en el valle de la humildad, entonces es en ti que me conocerás. Es en este conocimiento que sacarás todo lo que te falta, todo lo que te es necesario. Ninguna virtud tiene calidad en sí misma si no la saca de la caridad; ahora bien, la humildad es la que alimenta y gobierna a la caridad. En el conocimiento de ti misma llegarás a ser humilde, puesto que verás que tú, por ti misma, no eres nada y que tu ser viene de mí puesto que os he amado antes de que existierais. Es a causa de este amor inefable que siento por vosotros que, queriéndoos recrear de nuevo por la gracia, os he lavado y recreado en la sangre que mi Hijo único derramó con un fuego de amor tan grande.

    Sólo esta sangre, ella sola, hace conocer la verdad a aquel que ha disipado la nube del amor propio a través de este conocimiento de sí mismo. Es entonces cuando en este conocimiento de mí, el alma se abrasa con un amor inefable, y es a causa de este amor que experimenta un dolor continuo. No un amor que la aflige y la deja seca (lejos de eso, puesto que, bien al contrario, es fecunda) sino porque habiendo conocido mi verdad, sus propias faltas, la ingratitud y ceguera del prójimo, siente por todo ello, un dolor intolerable. Su aflicción es debida a su amor para conmigo, porque si no me amara no se afligiría.

SANTORAL - SAN GREGORIO DE NAREK

27 de Febrero


    En el monasterio de Narek, en Armenia, san Gregorio, monje, doctor de los armenios, ilustre por su doctrina, sus escritos y su sabiduría mística.

    Nació hacia el 950 en una familia de eclesiásticos ilustrados. San Gregorio ingresó al monasterio de Narek, en el sudeste del lago Van (en la actualidad perteneciente a Turquía) siendo de joven edad. Cercano ya al primer milenio del cristianismo, el monasterio de Narek se alzaba como un floreciente centro de estudios. Eran estos tiempos de relativa calma, tiempos de creatividad, antes de que las invasiones mongolas y turcas cambiaran Armenia para siempre. Armenia experimentó en esa época un renacimiento de su literatura, pintura, arquitectura y teología, de los que san Gregorio fue una figura central. Su obra de madurez fue el «Libro de Oraciones». Él mismo pensó en esta obra como su testamento: «Sus letras son como mi cuerpo, y su significado como mi alma» (oración 54e), y llamó a su obra una «enciclopedia de oración para todas las naciones»; tenía la esperanza de que su obra sirviera de guía para todos los hombres en cualquier situación. San Gregorio busca responder a la pregunta de que podemos ofrecerle a Dios, que ya tiene todo, y encuentra que lo mejor que podemos es ofrecerle los «suspiros del corazón» (frase con la que encabeza cada oración), que él plasma en estas oraciones, a veces llamadas también Lamentaciones. Según parece, escribió su libro tras una penosa y debilitante enfermedad:

    Los tormentos de mis enfermedades [...] como un cáncer que se disemina, han tocado todas las partes de mi cuerpo, no hay bálsamo -como no lo hubo para Israel- para mis innumerables llagas, cada parte de mi cuerpo, de la cabeza a los pies, está enferma y alejada del auxilio de los médicos. Pero tú, misericordioso, benéfico, bendito, de largos sufrimientos, rey inmortal, escucha por misericordia las oraciones de mi asediado corazón cuando a ti grito, Señor, en el tiempo de mi necesidad. (oración 18k, trad. del inglés)

    En 95 oraciones llenas de gracia, san Gregorio lleva a plenitud la expresividad de la lengua clásica armenia para traducir los suspiros del corazón contrito y humillado en una ofrenda de palabras agradables a Dios; el resultado es un edificio de la fe para todas las edades, de rica imaginería, teología sutil, erudición bíblica, unidos a la inmediatez sincera de su comunicación con Dios. San Gregorio dejó este mundo hacia el 1005, pero a través de su obra su voz continúa hablando.

    Esta breve noticia proviene de un sitio web en inglés dedicado al Libro de Oraciones de san Gregorio. Lamentablemente las referencias al santo en Occidente son escasísimas, prácticamente no hay datos sobre él en los santorales, incluso en los muy completos, ya que su incorporación al Martirologio Romano es reciente. El lector puede atisbar la belleza de su obra en dicho web, donde está volcado por entero al inglés por Thomas J. Samuelian, autor también del web.

    San Gregorio fue un distinguido teólogo y uno de los poetas más importantes de la literatura armenia. Entre sus obras se destacan un Comentario sobre el Cantar de los Cantares, muchos panegíricos y una colección de noventa y cinco oraciones en forma poética llamada “Narek”, por el monasterio en el que vivió. Murió alrededor del año 1005 y fue enterrado en el mismo monasterio. Su tumba fue el destino de peregrinaciones hasta la época de las masacres perpetradas por los turcos.

-FRASE DEL DÍA-



 

domingo, 25 de febrero de 2024

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO CUARTO
ALGUNAS NOTAS DE LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL
Aguante, paciencia y mansedumbre

 
  118. La humildad solamente puede arraigarse en el corazón a través de las humillaciones. Sin ellas no hay humildad ni santidad. Si tú no eres capaz de soportar y ofrecer algunas humillaciones no eres humilde y no estás en el camino de la santidad. La santidad que Dios regala a su Iglesia viene a través de la humillación de su Hijo, ése es el camino. La humillación te lleva a asemejarte a Jesús, es parte ineludible de la imitación de Jesucristo: «Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas» (1 P 2,21). Él a su vez expresa la humildad del Padre, que se humilla para caminar con su pueblo, que soporta sus infidelidades y murmuraciones (cf. Ex 34,6-9; Sb 11,23-12,2; Lc 6,36). Por esta razón los Apóstoles, después de la humillación, «salieron del Sanedrín dichosos de haber sido considerados dignos de padecer por el nombre de Jesús» (Hch 5,41).


-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"

 


EVANGELIO - 26 de Febrero - San Lucas 6,36-38.


     Libro de Daniel 9,4b-10.

     ¡Ah, Señor, Dios, el Grande, el Temible, el que mantiene la alianza y la fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos!
    Nosotros hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos.
    No hemos escuchado a tus servidores los profetas, que hablaron en tu Nombre a nuestros reyes, a nuestros jefes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.
    ¡A ti, Señor, la justicia! A nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como les sucede en este día a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos, en todos los países adonde tú los expulsaste, a causa de la infidelidad que cometieron contra ti.
    ¡A nosotros, Señor, la vergüenza reflejada en el rostro, y también a nuestros reyes, a nuestros jefes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti!
    ¡Al Señor, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque nos hemos rebelado contra él!
    Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, para seguir sus leyes, que él puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas.


Salmo 79(78),8.9.11.13.

No recuerdes para nuestro mal
las culpas de otros tiempos;
compadécete pronto de nosotros,
porque estamos totalmente abatidos.

Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por el honor de tu Nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados,
a causa de tu Nombre.

Llegue hasta tu presencia el lamento de los cautivos,
preserva con tu brazo poderoso
a los que están condenados a muerte.
Y nosotros, que somos tu pueblo

y las ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias para siempre,
y cantaremos tus alabanzas
por todas las generaciones.


    Evangelio según San Lucas 6,36-38.

    Jesús dijo a sus discípulos: «Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
    No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
    Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 26 de Febrero - "La medida que uséis la usarán con vosotros"


      San Máximo el Confesor, La vida ascética, 40-42 : PG 90, 912


"La medida que uséis la usarán con vosotros"

    Habiendo aprendido en la Escritura qué es el temor del Señor y cuántas son su bondad y su amor, convirtámonos a él con todo nuestro corazón… Guardemos sus mandamientos; amémonos los unos a los otros con todo nuestro corazón.

    Llamemos hermanos incluso a aquellos que nos odian o nos detestan a fin de que el nombre del Señor sea glorificado y manifiesto con todo su gozo. Nosotros, que nos ponemos a prueba los unos a los otros, perdonémonos mutuamente… No tengamos envidia de los demás y si somos blanco de la envida de alguien, no nos volvamos feroces, sino al contrario, estemos más bien llenos de compasión los unos para con los otros, y a través de nuestra humildad curémonos los unos a los otros. No hablemos mal de los demás, no nos burlemos de nadie, porque somos miembros los unos de los otros.

    Amémonos los unos a los otros y seremos amados de Dios; tengamos paciencia los unos para con los otros y él tendrá compasión de nuestros pecados. No devolvamos mal por mal y no recibiremos lo que merecemos por nuestros pecados. Porque obtenemos el perdón de nuestros pecados perdonando a nuestros hermanos, y la misericordia de Dios se encuentra escondida en la misericordia que tenemos para con el prójimo… Ya lo ves: el Señor nos ha dado el medio para salvarnos y nos ha dado el poder celestial de llegar a ser hijos de Dios.

SANTORAL - BEATA PIEDAD DE LA CRUZ

26 de Febrero

   «Su ingreso en la vida religiosa fue el fruto de su perseverancia. Sin ceder al desánimo insistió cuántas veces fue preciso intentando vincularse a varios Institutos. Es fundadora de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús»

    La incertidumbre es frecuente en la vida santa. Acompaña al aparente fracaso de un sueño que no logra materializarse. Son momentos de prueba para un alma que se da de bruces contra las cuerdas de la soledad y el vacío. La porción del camino que desea recorrer, el único que ve, se le resiste y no sabe por qué. Dios, que conoce lo que está dentro del corazón de cada cual, que tiene constancia hasta del último de nuestros cabellos, permite circunstancias que la razón no entiende porque la explicación de los sucesos no discurre por esos derroteros. A quienes persisten en sus ruegos, a su debido tiempo, cuando Él juzga oportuno les da la luz y erradica los escollos, como hizo con esta beata.

    Tomasa, que ese era su nombre de pila, nació en Bocairente, Valencia, España, el 12 de noviembre de 1842. Era la quinta de ocho hermanos. Sintió la llamada a la vida religiosa cuando realizó la primera comunión: «Cuando recibí por primera vez la Sagrada Comunión, quedé como anonadada y experimenté que Jesús me llamaba a la vida religiosa». En esta época solía enseñarse a bordar y a recitar, y ella mostró buenas dotes no solo para la confección y la poesía sino también para la música, como constataron en el colegio de Loreto donde estudiaba. Pero la formación genuina, tanto humana como espiritual, se la proporcionaron las religiosas de la Sagrada Familia de Burdeos en Valencia.

    La época no era propicia para los que optaban por la consagración. Por eso, pero sobre todo porque la Providencia la había elegido para otra misión, las puertas del convento parecían cerradas para la beata, pese a que intentó en varias ocasiones cumplir su anhelo una vez que su familia dejó de oponerse a sus deseos. Pretendió ingresar con las carmelitas descalzas de Onteniente, y la enfermedad dio al traste con su aspiración. Fue un obstáculo que la obligó a regresar a su casa paterna. Y otro tanto le aconteció con las carmelitas de la caridad de Vich ya que estando junto a ellas contrajo el cólera. Entonces sus padres habían fallecido. De hecho, no dio ningún paso hasta que los perdió; había vivido dedicada a su cuidado mientras asistía a pobres y enfermos.

    En este proceso de búsqueda –ya había hecho voluntaria renuncia al matrimonio–, y dado que no identificaba el camino que debía emprender, sino muchos impedimentos a lo que se proponía, halló empleo como obrera textil en Barcelona y sirvió en el colegio de las mercedarias de la enseñanza. Intacto conservaba su deseo de consagración que decidió llevar adelante aunque tuviera que hacerlo fuera de un convento. Luego estuvo en Benicassim, en el desierto de Las Palmas pensando que quizá podía dedicarse a una especie de consagración eremítica. Su confesor no lo veía claro, y ella misma se dio cuenta in situ de que tenía razón. Así que volvió a Barcelona con el peso de su incertidumbre: «Tuya, Jesús mío, tuya quiero ser, pero dime dónde». La respuesta llegó a través de una experiencia mística. El Sagrado Corazón de Jesús le mostró su hombro izquierdo ensangrentado, diciéndole: «Mira cómo me han puesto los hombres con sus ingratitudes, ¿quieres tú ayudarme a llevar esta cruz?». Ella respondió como Samuel, sin dudar: «Señor, si necesitas una víctima y me quieres a mí, aquí estoy, Señor». Entonces, el Redentor le dijo: «Funda, hija mía, que de ti y de tu Congregación siempre tendré misericordia». Aún le quedaba por saber dónde se iniciaría la obra.

    Y obedeciendo a la sugerencia del obispo Jaime Catalá, se dirigió a su confesor determinada a cumplir sus indicaciones. La escasez de vocaciones y las necesidades que se presentaron en su tierra, anegada por la destructiva inundación del río Segura que arrasó la huerta murciana en 1884 como en 1879 lo hiciera la riada de Santa Teresa, fueron determinantes para encaminar sus pasos hacia allí. Y las inmediaciones de Alcantarilla alumbraron el nacimiento de la primera comunidad de terciarias de la Virgen del Carmen. Lidió con el cólera prodigando cuidados a los enfermos y a niñas huérfanas en un pequeño centro sanitario que denominó «La Providencia». Aumentaron las vocaciones y se abrieron nuevas casas, una de ellas en Albacete. Pero quería conocer si esa era realmente la voluntad de Dios, y el único signo para dilucidarlo era la cruz: «fundar en tribulación».

    Los problemas surgieron entre miembros de las casas de Alcantarilla y Caudete cuando la Congregación no había recibido aún aprobación diocesana. Fueron días de intensa oración y sufrimiento. El padre Tomás Bryan y Livermore la envió junto a otra religiosa, sor Alfonsa, la única que perseveró, al Convento de la Visitación de las Salesas Reales, en Orihuela, para hacer ejercicios espirituales y proyectar una nueva fundación. Y aquí se le dio a entender su verdadero carisma: los niños pobres y abandonados, los ancianos y los enfermos, a quienes mostraría el Corazón misericordioso de Jesús y el patrocinio de san Francisco de Sales para esta obra que debía poner en marcha. Así nació en 1890 la Congregación de Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús.

    Volcada en las necesidades de todos, ofrendó su piadosa vida abrazada a la cruz, confiada, perseverante hasta el fin. "La limosna del amor vale más que la del dinero», hizo notar. El año de su muerte, 1916, contrajo una grave enfermedad y el 26 de febrero murió sentada en su sillón en la casa de Alcantarilla. En otros momentos, mirando el crucifijo había dicho: «Aquél murió en la cruz y yo no debo morir en la cama, sino en el suelo». Fue beatificada el 21 de marzo de 2004 por Juan Pablo II.

Oremos

    Madre Piedad de la Cruz, amiga de los pobres y los niños. Dios te dio su Gracia, recorriste difíciles caminos, enseñando tu bondad. Para ser santa naciste, iluminaste a los sin techo, esperanza les diste. Damos gracias por tu ejemplo, ayúdanos. Té lo pedimos de todo corazón. Amén

-FRASE DEL DÍA-