viernes, 20 de noviembre de 2020

LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO


 

FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

    Estos dones son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se desarrollen. Necesitan de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.

5º LONGAMINIDAD

    Este fruto del Espíritu Santo, confiere al alma una amplitud de vista y de generosidad, por las cuales, ésta saber esperar la hora de la Divina Providencia, cuando ve que se retrasa el cumplimiento de sus designios y sabe tener bondad y paciencia con el prójimo, sin cansarse por su resistencia y su oposición. Longanimidad es lo mismo que gran coraje, y gran ánimo en las dificultades que se oponen al bien, es un ánimo sobrenaturalmente grande en concebir y ejecutar las obras de la verdad.

EVANGELIO - 21 de Noviembre - San Mateo 12, 46-50


        Lectura del libro de Zacarías 2, 14-17

    Grita de júbilo y alégrate, hija de Sión: porque yo vengo a habitar en medio de ti -oráculo del Señor-.
    Aquel día, muchas naciones se unirán al Señor: ellas serán un pueblo para él y habitarán en medio de ti.
    ¡Así sabrás que me ha enviado a ti el Señor de los ejércitos!
    El Señor tendrá a Judá como herencia, como su parte en la Tierra santa, y elegirá de nuevo a Jerusalén.
    ¡Que callen todos los hombres delante del Señor, porque él surge de su santa Morada!


Salmo Lc 1, 46-55

Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador.

Porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo!

Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón.

Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.

Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.


    Evangelio según San Mateo 12, 46-50

    Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte».
    Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 21 de Noviembre - «El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre»


        San Padre Pío de Pietrelcina, capuchino Escritos: Ayuda de María. Buena jornada, 6.8.9/5.

«El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, 
ese es mi hermano y mi hermana y mi madre» 

    María, la Madre de Jesús sabía bien que la redención se realizaría por la muerte de su hijo; y a pesar de ello ¡Cuánto lloró y sufrió! (GC 21).

    Si el Señor se os manifiesta, dadle gracias; y si se esconde, haced lo mismo; todo eso no es más que un juego de amor. Que la Virgen María en su gran bondad continúe alcanzándoos del Señor la fuerza para soportar sin doblegaros las numerosas pruebas de amor que él os da. Deseo que lleguéis incluso a morir con él en la cruz, y que con él podáis llegar a exclamar: «Todo se ha cumplido» (AdFP,563).

    Que María transforme en gozo todos los sufrimientos de tu vida (GC,24).

LA PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

21 de Noviembre

    Memoria de la Presentación de santa María Virgen. Al día siguiente de la dedicación de la basílica de Santa María la Nueva, construida junto al muro del antiguo templo de Jerusalén, se celebra la dedicación que de sí misma hizo a Dios la futura Madre del Señor, movida por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena desde su Concepción Inmaculada.

    «Los meses se sucedían para la niña. Y, cuando llegó a la edad de dos años, Joaquín dijo: llevémosla al templo del Señor, para cumplir la promesa que le hemos hecho, no sea que [Dios] nos la reclame, y rechace nuestra ofrenda. Y Ana respondió: esperemos al tercer año, a fin de que la niña no nos eche de menos. Y Joaquín repuso: Esperemos.

    Y, cuando la niña llegó a la edad de tres años, Joaquín dijo: llamad a las hijas de los hebreos que estén sin mancilla, y que tome cada cual una lámpara, y que estas lámparas se enciendan, para que la niña no vuelva atrás, y para que su corazón no se fije en nada que esté fuera del templo del Señor. Y ellas hicieron lo que se les mandaba, hasta el momento en que subieron al templo del Señor. Y el Gran Sacerdote recibió a la niña, y, abrazándola, la bendijo, y exclamó: El Señor ha glorificado tu nombre en todas las generaciones. Y en ti, hasta el último día, el Señor hará ver la redención por Él concedida a los hijos de Israel. E hizo sentarse a la niña en la tercera grada del altar, y el Señor envió su gracia sobre ella, y ella danzó sobre sus pies y toda la casa de Israel la amó.

    Y sus padres salieron del templo llenos de admiración, y glorificando al Omnipotente, porque la niña no se había vuelto atrás. Y María permaneció en el templo del Señor, nutriéndose como una paloma, y recibía su alimento de manos de un ángel. Y, cuando llegó a la edad de doce años, los sacerdotes se congregaron, y dijeron: He aquí que María ha llegado a la edad de doce años en el templo del Señor. ¿Qué medida tomaremos con ella, para que no mancille el santuario? Y dijeron al Gran Sacerdote: Tú, que estás encargado del altar, entra y ruega por María, y hagamos lo que te revele el Señor. Y el Gran Sacerdote, poniéndose su traje de doce campanillas, entró en el Santo de los Santos, y rogó por María. Y he aquí que un ángel del Señor se le apareció, diciéndole: Zacarías, Zacarías, sal y reúne a todos los viudos del pueblo, y que éstos vengan cada cual con una vara, y aquel a quien el Señor envíe un prodigio, de aquel será María la esposa. Y los heraldos salieron, y recorrieron todo el país de Judea, y la trompeta del Señor resonó, y todos los viudos acudieron a su llamada...»

    ¿Fue presentada María en el Templo de Jerusalén? Seguramente, como todo hijo e hija era presentado a Dios y se ofrecía por él/ella un tributo a Dios, tanto para agradecer el buen nacimiento como para invocar protección sobre el vástago. Ahora bien, en qué consistía en concreto el rito de «presentación», no han quedado testimonios, y desde luego que la presentación de María tal cual la cuenta el «Protoevangelio de Santiago» es legendaria. Sin embargo se hace eco de la fe profunda de la Iglesia ya desde sus primeros instantes: aunque en su familia y en su pueblo no lo hayan visto, María venía siendo «preparada» como nueva Arca de la nueva Alianza desde toda la eternidad; y eso es a lo que la leyenda, en definitiva, apunta: a poner en evidencia que el papel de María en la historia de la salvación no es casual ni azaroso, ni tampoco el fruto de una decisión momentánea. Así como habrá sorprendido a María verse envuelta por el anuncio angélico, así también es cierto que toda su vida era un recto y firme encaminarse hacia una fidelidad plena y absoluta, hacia una completa disposición a quien la había elegido desde toda la eternidad para que se realizara en ella un misterio que recién terminará de comprender -como Iglesia y como figura de la Iglesia que ella misma es- con la luz del Espíritu Santo en Pentecostés.

    Un hermoso detalle de la escena que me gustaría destacar es que María se alimenta «de manos de un ángel»; no podemos dejar de recordar la expresión del salmo 77: «y el hombre comió pan de ángeles», que aunque se refiere al maná, el cristianismo lo ha entendido desde siempre como figura de la Eucaristía; María sería así la primera en comer del «pan de ángeles» que traerá su Hijo.

    Por más que, desde luego, todos estos pensamientos sobre María sean muy simbólicos, muy poéticos y muy agradables, no debemos sin embargo olvidar que no tenemos ninguna clase de fuente fidedigna para conocer la prehistoria de Jesús (e incluso muchos aspectos de su historia cotidiana); por ello el nuevo Martirologio quiere dejar bien explícito que el motivo de esta fiesta se relaciona más con una realidad cultual y de la vida concreta cristiana que con leyendas piadosas: es en definitiva la fiesta de la dedicación de la basílica de Santa María la Nueva, de Jerusalén, realizada el 20 de noviembre del año 543. Como fiesta litúrgica no es muy antigua, ni en Occidente ni en Oriente, donde tuvo su origen, quizás hacia el siglo X. En Occidente se celebraba con cierta solemnidad en el siglo XI en Inglaterra, pero después cayó de nuevo en el olvido, y a finales del siglo XIV se volvió a conmemorar en la Iglesia latina, hasta que en 1585 el papa Sixto V la inscribió en el calendario general.

Oremos

    Santa Madre María, tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, aceptando desde una libertad poseída el servirle plenamente como templo inmaculado, tú que confiando en tus santos padres, San Joaquín y Santa Ana, respondiste con una obediencia amorosa al llamado de Dios Padre, tú que ya desde ese momento en el que tus padres te presentaron en el Templo percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor; enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, anunciándolo en cada momento de nuestra vida desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios. Amén.

jueves, 19 de noviembre de 2020

LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO


 
FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

     Estos dones son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se desarrollen. Necesitan de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.

4º PACIENCIA

    Siendo la vida una permanente lucha contra enemigos, visibles e invisibles y contra las fuerzas del mundo y del infierno, es necesaria mucha paciencia para superar las turbaciones que estas luchas producen en nosotros, y para encontrarnos en armonía con las criaturas con que tratamos, de diferente carácter, educación, aspiraciones y a menudo dominadas por ideas fijas de todo tipo.

EVANGELIO - 20 de Noviembre - San Lucas 19,45-48


       Apocalipsis 10,8-11.

    Y la voz que había oído desde el cielo me habló nuevamente, diciéndome: "Ve a tomar el pequeño libro que tiene abierto en la mano el Ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra".
    Yo corrí hacia el Ángel y le rogué que me diera el pequeño libro, y él me respondió: "Toma y cómelo; será amargo para tu estómago, pero en tu boca será dulce como la miel".
    Yo tomé el pequeño libro de la mano del Ángel y lo comí: en mi boca era dulce como la miel, pero cuando terminé de comerlo, se volvió amargo en mi estómago.
    Entonces se me dijo: "Es necesario que profetices nuevamente acerca de una multitud de pueblos, de naciones, de lenguas y de reyes".


Salmo 119(118),14.24.72.103.111.131.

Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas.

Porque tus prescripciones son todo mi deleite,
y tus preceptos, mis consejeros.

Para mí vale más la ley de tus labios
que todo el oro y la plata.

¡Qué dulce es tu palabra para mi boca,
es más dulce que la miel!

Tus prescripciones son mi herencia para siempre,
porque alegran mi corazón.

Abro mi boca y aspiro hondamente,
porque anhelo tus mandamientos.


    Evangelio según San Lucas 19,45-48.

    Jesús al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
    Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo.
    Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 20 de Noviembre - «Cada día subía al templo para enseñar al pueblo»


Beato Juan Taulero, fraile dominico Sermón: Que nuestro interior se convierta en casa de oración. Sermón 69.

«Cada día subía al templo para enseñar al pueblo» 

    Nuestro Señor mismo nos enseña lo que debemos hacer para que nuestro interior se convierta en una casa de oración, porque el hombre es verdaderamente un templo consagrado a Dios. Primero debemos echar de él a todos los vendedores, es decir, las imágenes y representaciones de los bienes creados y todo lo que significa satisfacción en las criaturas y gozos de la voluntad propia. Luego, hay que limpiar y purificar el templo con lágrimas. No todos los templos son santos por el mero hecho de ser casas habitables. Es Dios quien los santifica.

    Aquí se trata del templo amado por Dios, donde Dios se manifiesta de verdad si está purificado. ¿Cómo podría Dios morar en el alma si no ha puesto su pensamiento, por breve que sea, en Dios? ¿No será porque está abarrotada de otras cosas?

SANTORAL - SAN RAFAEL DE SAN JOSÉ

 20 de Noviembre


    Oriundo de una familia polaca, José Kalinowski, vio la luz en Vilna (Polonia) el 1 de septiembre de 1835. A sus ocho años, en 1843, entra como alumno interno en el Instituto de Nobles, del que su padre es profesor y del que , más tarde, llegará a ser director.

    En 1850, comienza sus estudios superiores en el Instituto de Agronomía de Hory-Horki. Dos años más tarde ingresa en la Academia Militar de Ingenieros del Zar Nicolás, en San Petersburgo. Después de obtener el título de Ingeniero en dicha Academia, en 1957, es nombrado profesor de matemáticas en la misma Academia y obtiene el grado de teniente.

    Entre 1858-1860, trabaja en el proyecto de la línea de ferrocarril Odessa-Kiew-Kursk. En noviembre de 1860, a petición propia, es destinado a la fortaleza de Brest Litowski, ascendiendo a capitán de Estado Mayor del ejército ruso.

    El 17 de mayo de 1863, obtiene la baja solicitada en el ejército del Zar. Un mes más tarde, se alista sin embargo en el levantamiento de Polonia para liberarla del poder zarista de ocupación, y ante las insistencias del Gobierno nacional polaco, clandestino, acepta el cargo de Ministro de la Guerra en Vielna, para toda la comarca de Lituania. Kalinowski, conocedor del poderío militar ruso, sabe cuál va a ser el resultado de aquella insurrección, pero su patriotismo le obliga a no claudicar. En el otoño de este mismo año la insurrección queda vencida.

    A causa de su participación en este movimiento de liberación en Polonia, en la noche del 24 al 25 de marzo de 1864 es arrestado por los rusos y el día 2 de junio condenado a muerte. La pena le es conmutada por 10 años de trabajos forzados en Siberia, hacia donde parte el 11 de julio.

    En Siberia en 1874, los condenados experimentan algunos cambios en su condición debido a sucesivas amnistías, pasando de deportados a expatriados, con las consiguientes mejoras de vida.

    Conseguida la libertad en septiembre de 1874, se traslada a Austria y en octubre a París donde es nombrado educador del príncipe Augusto Czartoryski. En 1875, viaja con el príncipe, que tiene síntomas de tuberculosis, a diversos lugares de Francia, Suiza, Italia y Polonia, buscando remedio para su salud.

    En 1877, el día 15 de julio ingresa al Carmelo Teresiano, llega al noviciado de Graz, en Austria. Después de unos meses de prueba, recibe el hábito el 26 de noviembre y cambia su nombre por el de Rafael de San José. De 1878 a 1881, hace sus estudios eclesiásticos en Giör (Hungría). Y en 1882, recibe la ordenación sacerdotal en Czerna (Polonia)

    De 1882 a 1907, el P. Rafael consumió el resto de su vida sirviendo en puestos de responsabilidad en la Orden: superior, organizador de la vida carmelitana y formador de varias generaciones de carmelitas. Dedicó mucho tiempo y esfuerzos a los monasterios de las carmelitas descalzas y colaboró en la fundación de dos nuevos conventos. El estudio y la investigación ocuparon buena parte de los últimos años de su vida. Fruto de estos trabajos fue la edición, en cuatro tomos, de las Crónicas de las Carmelitas Descalzas en Polonia durante los siglos XVII y XVIII. Publicó también algunos trabajos propios, así como algunas traducciones del francés al polaco.

    Se distinguió en el celo por la unidad de la Iglesia y la incansable dedicación al ministerio del sacramento de la penitencia y a la dirección espiritual. Muy devoto de María, acudían a él los fieles incluso desde muchos kilómetros de distancia, haciendo florecer en Polonia la Orden del Carmelo Teresiano.

    Siempre delicado de salud, sobre todo desde su permanencia en Siberia, entregó su alma a Dios en Wadowice el 15 de noviembre de 1907, y enterrado en el convento de Czerna el día 20 de noviembre. El 22 de junio de 1983 era beatificado en Cracovia, y el 17 de noviembre de 1991, canonizado por Juan Pablo II.


Oremos

    
Señor Dios, Tú has fortalecido a tu Sacerdote San Rafael en la adversidad y lo has llenado de un gran amor en la promoción de la unidad de la Iglesia. Por medio de sus oraciones, fortalécenos en la fe y en el amor los unos a los otros, para que nosotros también podamos trabajar generosamente juntos por la unidad de todos los creyentes en Cristo. Te lo pedimos por medio de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén. Oh querido siervo de Dios San Rafael de San José Kalinowski, ruega por nosotros para caminar con la fuerza de Dios en medio de las adversidades de nuestra vida. Amén. 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO


FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

Del Catecismo:

1832 Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce: ‘caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad’ (Gal 5: 22-23, vg.).

3º P A Z

La verdadera alegría lleva en sí la paz que es su perfección, porque supone y garantiza el tranquilo goce del objeto amado. El objeto amado, por excelencia, no puede ser otro sino Dios, y de ahí, la paz es la tranquila seguridad de poseerlo y estar en su gracia. Esta es la paz del Señor, que supera todo sentido, como dice San Pablo (Fil. 4,7) pues es una alegría que supera todo goce fundado en la carne o en las cosas materiales, y para obtenerla debemos inmolar todo a Dios
.

EVANGELIO - 19 de Noviembre - San Lucas 19,41-44

 

       Apocalipsis 5,1-10.

    Yo, Juan, vi en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos.
    Y vi a un Ángel poderoso que proclamaba en alta voz: "¿Quién es digno de abrir el libro y de romper sus sellos?".
    Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de ella, era capaz de abrir el libro ni de leerlo.
    Y yo me puse a llorar porque nadie era digno de abrir el libro ni de leerlo.
    Pero uno de los Ancianos me dijo: "No llores: ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David, y él abrirá el libro y sus siete sellos".
    Entonces vi un Cordero que parecía haber sido inmolado: estaba de pie entre el trono y los cuatro Seres Vivientes, en medio de los veinticuatro Ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra.
    El Cordero vino y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono.
    Cuando tomó el libro, los cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero. Cada uno tenía un arpa, y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los Santos, y cantaban un canto nuevo, diciendo: "Tú eres digno de tomar el libro y de romper los sellos, porque has sido inmolado, y por medio de tu Sangre, has rescatado para Dios a hombres de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones.
    Tú has hecho de ellos un Reino sacerdotal para nuestro Dios, y ellos reinarán sobre la tierra".


Salmo 149(148),1-2.3-4.5-6a.9b.

Canten al Señor un canto nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que Israel se alegre por su Creador
y los hijos de Sión se regocijen por su Rey.

Celebren su Nombre con danzas,
cántenle con el tambor y la cítara,
porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes.

Que los fieles se alegren por su gloria
y canten jubilosos en sus fiestas.
Glorifiquen a Dios con sus gargantas;
ésta es la victoria de todos sus fieles.


    Evangelio según San Lucas 19,41-44.

    Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: "¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos.
    Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes.
    Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 19 de Noviembre - «Lloró sobre Jerusalén»

 

        Isaac el Sirio, monje Discurso: Llorar con Cristo. Discursos ascéticos, 1ª serie, n° 60.

«Lloró sobre Jerusalén» 

    No desprecies al pecador, porque todos somos culpables. Si por amor a Dios te levantas contra él, llora más bien por él. ¿Por qué lo desprecias? desprecia sus pecados, y reza por él, con el fin de ser igual a Cristo, que no se irritó contra los pecadores sino que rezó por ellos (cf Lc 23,34). ¿No ves cómo lloró sobre Jerusalén? Si nosotros también más de una vez hemos sido tentados por el diablo. ¿Por qué despreciar al que como nosotros ha sido tentado por el diablo que se burla de todos nosotros? ¿Por qué, tú que eres sólo un hombre, desprecias al pecador? ¿Por qué no es justo como tú? ¿Pero dónde está tu justicia, si no tienes amor? ¿Por qué no lloraste por él? Al contrario, lo persigues. Algunos, por ignorancia se irritan contra otros, porque creen tener el discernimiento de las obras de los pecadores.

SANTORAL - SANTA ISABEL DE HUNGRÍA

 19 de Noviembre

    Su padre era rey de Hungría y fue hermano de Santa Eduvigis. Nacida en 1207, vivió en la tierra solamente 24 años, y fue canonizada apenas cuatro años después de su muerte. La Iglesia Católica ha visto en ella un modelo admirable de donación completa de sus bienes y de su vida entera a favor de los pobres y de los enfermos. Cuando ella sólo tenía veinte años y su hijo menor estaba recién nacido, el esposo murió luchando en las Cruzadas. La Santa estuvo a punto de sucumbir a la desesperanza, pero luego aceptó la voluntad de Dios. Renunció a propuestas que le hacían para nuevos matrimonios y decidió que el resto de su vida sería para vivir totalmente pobre y dedicarse a los más pobres. Daba de comer cada día a 900 pobres en el castillo.

    Un día, después de las ceremonias, cuando ya habían quitado los manteles a los altares, la santa se arrodilló ante un altar y delante de varios religiosos hizo voto de renunciar a todos sus bienes y de vivir totalmente pobre, como San Francisco de Asís hasta el final de su vida y de dedicarse por completo a ayudar a los más pobres. Cambió sus vestidos de princesa por un simple hábito de hermana franciscana. Cuando apenas iba a cumplir sus 24 años, el 17 de noviembre del año 1231, pasó de esta vida a la eternidad.

    Los milagros que sucedieron en su sepulcro movieron al Sumo Pontífice a declararla santa, cuando apenas habían pasado cuatro años de su muerte, y además, Santa Isabel de Hungría fue declarada patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.

Oremos

    Oh Dios misericordioso alumbra los corazones de tus fieles; y por las súplicas gloriosas de Santa Isabel, haz que despreciemos las prosperidades mundanales, y gocemos siempre de la celestial consolación. Oh dulce Isabel, tú que superaste el sufrimiento con el gozo de elevar himnos a Dios, infunde en nosotros tu espíritu de paciencia ante la adversidad. Concédenos el don de saber perdonar. Líbranos de las pasiones dañinas, de manera que podamos seguir sirviendo al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Que así sea. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.