jueves, 5 de noviembre de 2015

LITURGIA

Posturas y Gestos Corporales en la Misa

Liturgia en la Misa

Es un símbolo de unidad de aquellos que se han reunido para rendir culto.


Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea.

Desde los inicios de la Iglesia, esta postura corporal ha sido interpretada como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que están en la búsqueda de cosas superiores.

Cuando nos ponemos de pie para la oración, asumimos nuestra estatura completa ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos. Por medio del Bautismo, se nos ha dado a compartir una parte de la vida de Dios y la posición de pie es un reconocimiento de este don maravilloso.

Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, la cúspide de la revelación, las palabras y las escrituras del Señor y los obispos de los Estados Unidos han elegido la posición de pie como la postura que se debe observar en este país para la recepción de la Comunión, el sacramento que nos une de la manera más profunda posible con Cristo quien, ahora gloriosamente resucitado de entre los muertos, es la causa de nuestra salvación.

REFLEXIÓN

Reflexiones Espirituales

Jueves 05 de Noviembre


LA FRASE DEL DÍA

La Frase del Día de Hoy

Jueves 05 de Noviembre


EVANGELIO

Evangelio del Día de la Semana XXXI 

De la Feria. Salterio III

Jueves 05 de Noviembre



Carta de San Pablo a los Romanos 14,7-12.


Ninguno de nosotros vive para sí, ni tampoco muere para sí.
Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor: tanto en la vida como en la muerte, pertenecemos al Señor.
Porque Cristo murió y volvió a la vida para ser Señor de los vivos y de los muertos.
Entonces, ¿Con qué derecho juzgas a tu hermano? ¿Por qué lo desprecias? Todos, en efecto, tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios,
porque está escrito: Juro que toda rodilla se doblará ante mí y toda lengua dará gloria a Dios, dice el Señor.
Por lo tanto, cada uno de nosotros tendrá que rendir cuenta de sí mismo a Dios.



Salmo 27(26),1.4.13-14.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré?

Una sola cosa he pedido al Señor,
y esto es lo que quiero:
vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida,
para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.

Espera en el Señor y sé fuerte;
ten valor y espera en el Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO

Meditación del Evangelio del Día 

de la Semana XXXI De la Feria. Salterio III

Jueves 05 de Noviembre


HIMNO

Recemos con la Iglesia

Jueves 05 de Noviembre


SANTORAL

Santoral del Día de la Semana XXXI

 De la Feria. Salterio III

Jueves 05 de Noviembre





En la alborada de la Era Cristiana se encuentran personajes históricos que, viviendo intensamente las esperanzas mesiánicas, se transformaron e lazo de unión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

Entre éstos aparecen los padres de la Virgen María, Joaquín y Ana; los ancianos Simeón y Ana, que recibieron en sus brazos al Niño Jesús en la presentación al Templo y el glorioso matrimonio Zacarías e Isabel, padres de San Juan Bautista, de los cuales el Martirologio Romano hace hoy memoria. Los dos cónyuges ancianos eran descendientes de la tribu sacerdotal de Levì y contrajeron matrimonio dentro de la misma tribu.

Vivian en una pequeña aldea de Ain Karim, situada a pocos kilómetros de Jerusalén. El hecho de no tener hijos era una humillación, casi un castigo de Dios. Esta condición debió haber llevado a Zacarías e Isabel a intensificar sus oraciones a Dios. Cuando toda esperanza humana de tener hijos había desaparecido, el ángel Gabriel se le aparece a Zacarías en el ejercicio de sus funciones sacerdotales en el Templo y le dice. « No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, dará a luz un hijo, a quién pondrás por nombre Juan; será para ti gozo y alegría, y muchos se gozarán en su nacimiento» (Lc 1,13–14). Isabel quedó embarazada y se retiró al silencio y a la oración, aguardando el nacimiento de Juan, María, prima de Isabel estaba embarazada.

Partiò entonces con prontitud y fue al encuentro del santo matrimonio con el fin de congratularse con su prima y ayudarla en los delicados preparativos del parto. La Virgen María se quedó con Zacarías más o menos tres meses, hasta el nacimiento de Juan Bautista. El Evangelista San Lucas no dice nada sobre el futuro de Zacarías e Isabel.

La tradición de la Iglesia Romana y Oriental siempre tributó a los padres de San Juan Bautista la veneración que merecen por el propio elogio del Evangelio que dice: « ... los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos de Señor» (Lc 1,6)

miércoles, 4 de noviembre de 2015

LITURGIA

Posturas y Gestos Corporales en la Misa

Liturgia en la Misa

Es un símbolo de unidad de aquellos que se han reunido para rendir culto.


En los inicios de la Iglesia, la postura de rodillas simbolizaba la penitencia: ¡la consciencia del pecado nos derrumba!

La postura de rodillas estaba tan íntegramente identificada con la penitencia que a los antiguos cristianos se le prohibía arrodillarse los domingos y durante la Semana Santa, en que el espíritu prevalecedor de la liturgia era de gozo y acción de gracias.

Durante la Edad Media, la posición de rodillas significaba que un vasallo le rendía homenaje a su amo. Más recientemente, esta postura ha venido a significar adoración. Es por esta razón que los obispos de este país han elegido la posición de rodillas para que se ponga en práctica durante toda la Plegaria Eucarística.

Fuente: catholic.net

REFLEXIÓN

Reflexiones Espirituales

Miércoles 04 de Noviembre


LA FRASE DEL DÍA

La Frase del Día de Hoy

Miércoles 04 de Noviembre



EVANGELIO

Evangelio del Día de la Semana XXXI 

Del común de pastores: para un santo obispo. Salterio III

Miércoles 04 de Noviembre


Carta de San Pablo a los Romanos 13,8-10.

Hermanos:
Que la única deuda con los demás sea la del amor mutuo: el que ama al prójimo ya cumplió toda la Ley.
Porque los mandamientos: No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquier otro, se resumen en este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El amor no hace mal al prójimo. Por lo tanto, el amor es la plenitud de la Ley.



Salmo 112(111),1-2.4-5.9.

Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida.

Para los buenos brilla una luz en las tinieblas:
es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.
Dichoso el que se compadece y da prestado,
y administra sus negocios con rectitud.

Él da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO

Meditación del Evangelio del Día de la Semana XXXI Del común de pastores: para un santo obispo. Salterio III

Miércoles 04 de Noviembre