domingo, 9 de febrero de 2025

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 10 de Febrero - San Marcos 6,53-56


    Libro de Génesis 1,1-19.

    Al principio Dios creó el cielo y la tierra.
    La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas.
    Entonces Dios dijo: "Que exista la luz". Y la luz existió.
    Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día.
    Dios dijo: "Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación entre ellas". Y así sucedió.
    Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él; y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el segundo día.
    Dios dijo: "Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo firme". Y así sucedió.
    Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno.
    Entonces dijo: "Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla y árboles frutales, que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro". Y así sucedió.
    La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno.
    Así hubo una tarde y una mañana: este fue el tercer día.
    Dios dijo: "Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra". Y así sucedió.
    Dios hizo los dos grandes astros - el astro mayor para presidir el día y el menor para presidir la noche - y también hizo las estrellas.
    Y los puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno.
    Así hubo una tarde y una mañana: este fue el cuarto día.


Salmo 104(103),1-2a.5.6-7.10.12.24.35c.

¡Bendice, alma mía, al Señor!

Bendice al Señor, alma mía:
¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
Estás vestido de esplendor y majestad
y te envuelves con un manto de luz.
Afirmaste la tierra sobre sus cimientos:
¡no se moverá jamás!

El océano la cubría como un manto,
las aguas tapaban las montañas;
pero tú las amenazaste y huyeron,
escaparon ante el fragor de tu trueno.
Haces brotar fuentes en los valles,
y corren sus aguas por las quebradas.

Las aves del cielo habitan junto a ellas
y hacen oír su canto entre las ramas.
¡Qué variadas son tus obras, Señor!
¡Todo lo hiciste con sabiduría,
la tierra está llena de tus criaturas!
¡Bendice al Señor, alma mía!


    Evangelio según San Marcos 6,53-56.

    Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí.
    Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba.
    En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 10 de Febrero - «Los que tocaban el borde de su manto, se ponían sanos»


San Agustín (354-430) obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia Sermón 306, passim


«Los que tocaban el borde de su manto, se ponían sanos»
      
    Todo hombre quiere ser feliz; no hay nadie que no lo quiera, y tan fuertemente, que lo desea por encima de todo. Aún más: todo lo que quiere además de esto, sólo lo quiere por eso. Los hombres van detrás de diferentes pasiones, uno ésta, el otro aquella; en el mundo hay también maneras distintas de ganarse la vida: cada uno escoge su profesión y la ejerce. Mas, cuando se comprometen en una forma de vida, todos los hombres actúan en ella buscando ser felices... ¿Qué cosa hay, pues, en esta vida capaz de hacer feliz, que todos la buscan pero que no todos la encuentran? Busquémosla...

    Si pregunto a alguno: «¿Quieres vivir?», nadie estará tentado de contestarme: «No lo quiero»... Igualmente si pregunto: «¿Quieres vivir con buena salud?», nadie me responderá: «No quiero». La salud es un don precioso a los ojos del rico, y para el pobre es, a menudo, el único bien que posee... Todos están de acuerdo en amar la vida y la salud. Ahora bien, cuando el hombre goza de vida y de una buena salud, ¿se puede contentar con esto?...

    Un joven rico preguntó al Señor: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?» (Mc 10,17). Temía morir y no podía escapar de morir... Sabía que una vida con dolores y tormentos no es una vida, sino que más bien debería llamarse muerte... Sólo la vida eterna puede ser feliz. La salud y la vida de aquí abajo nadie os la asegura, teméis mucho perderla: llamad a eso «siempre temer» y no «siempre vivir»... Si nuestra vida no es eterna, si no puede eternamente llenar nuestros deseos, no puede ser feliz, e incluso no es una vida... Cuando entremos en aquella vida de allá, estaremos seguros que permaneceremos siempre en ella. Tendremos la certeza de poseer eternamente la verdadera vida, sin ningún temor, porque estaremos en el Reino del cual se ha dicho: «Y su reino no tendrá fin» (Lc 1,33). 

SANTORAL - SANTA ESCOLÁSTICA, VIRGEN

10 de Febrero


    Memoria de la sepultura de Santa Escolástica, virgen, hermana de San Benito, la cual, consagrada desde su infancia a Dios, mantuvo una perfecta unión espiritual con su hermano, al que visitaba una vez al año en Montecasino, en la Campania, para pasar juntos una jornada de santas conversaciones y alabanza a Dios.

    Mientras su hermano residió en Monte Casino, ella se hallaba en Plombariola, fundando y gobernando un monasterio.

   Tenía la costumbre de visitar a San Benito una vez al año y como no estaba permitido entrar al monasterio, él salía a su encuentro para llevarla a una casa de confianza, donde los hermanos pasaban la velada orando, cantando himnos de alabanza a Dios y discutiendo asuntos espirituales. Sobre la última visita, San Gregorio hace una notable descripción, en la cual, la santa presintiendo que no volvería ver más a su hermano, le rogó que no partiera esa noche sino al día siguiente, pero San Benito se sintió incapaz de romper las reglas de su monasterio.

    Entonces, Santa Escolástica apeló a Dios con una ferviente oración para que interviniera en su ayuda, y acto seguido, estalló una fuerte tormenta que impidió que su hermano regresara al monasterio. Los dos santos pasaron la noche hablando de las cosas santas y de asuntos espirituales. Tres días después, la santa murió, y su hermano que se encontraba absorto en la oración tuvo la visión del alma de su hermana ascendiendo al cielo en forma de paloma.


Oremos


    Oh Dios, que nos mostraste hacia donde la inocencia conduce, Tú hiciste que el alma de la virgen Santa Escolástica se elevara al cielo como una paloma en vuelo. Obtenedme a través de ella por sus méritos y sus oraciones que podamos así vivir en la inocencia para lograr las alegrías eternas. Te lo pedimos a través de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

-FRASE DEL DÍA-



 

sábado, 8 de febrero de 2025

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 09 de Febrero - San Lucas 5,1-11.


    Libro de Isaías 6,1-2a.3-8.

    El año de la muerte del rey Ozías, yo vi al Señor sentado en un trono elevado y excelso, y las orlas de su manto llenaban el Templo.
    Unos serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, y con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.
    Y uno gritaba hacia el otro: "¡Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos! Toda la tierra está llena de su gloria".
    Los fundamentos de los umbrales temblaron al clamor de su voz, y la Casa se llenó de humo.
    Yo dije: "¡Ay de mí, estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros, y habito en medio de un pueblo de labios impuros; ¡y mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos!".
    Uno de los serafines voló hacia mí, llevando en su mano una brasa que había tomado con unas tenazas de encima del altar.
    El le hizo tocar mi boca, y dijo: "Mira: esto ha tocado tus labios; tu culpa ha sido borrada y tu pecado ha sido expiado".
    Yo oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?". Yo respondí: "¡Aquí estoy: envíame!".


Salmo 138(137),1-2a.2bc-3.4-5.7c-8.

Te cantaré, Señor, en presencia de los ángeles.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
te cantaré en presencia de los ángeles.
Me postraré ante tu santo Templo.
y daré gracias a tu Nombre

por tu amor y tu fidelidad.
Me respondiste cada vez que te invoqué
y aumentaste la fuerza de mi alma.
Que los reyes de la tierra te bendigan

al oír las palabras de tu boca,
y canten los designios del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
y tu derecha me salva.

El Señor lo hará todo por mí.
Tu amor es eterno, Señor,
¡no abandones la obra de tus manos!


    Carta I de San Pablo a los Corintios 15,1-11.

    Hermanos, les recuerdo la Buena Noticia que yo les he predicado, que ustedes han recibido y a la cual permanecen fieles.
    Por ella son salvados, si la conservan tal como yo se la anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano.
    Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura.
    Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura.
    Se apareció a Pedro y después a los Doce.
    Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto.
    Además, se apareció a Santiago y de nuevo a todos los Apóstoles.
    Por último, se me apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto.
    Porque yo soy el último de los Apóstoles, y ni siquiera merezco ser llamado Apóstol, ya que he perseguido a la Iglesia de Dios.
    Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no fue estéril en mí, sino que yo he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios que está conmigo.
    En resumen, tanto ellos como yo, predicamos lo mismo, y esto es lo que ustedes han creído.


    Evangelio según San Lucas 5,1-11.

    En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret.
    Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes.
    Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca.
    Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes".
    Simón le respondió: "Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes".
    Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse.
    Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
    Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador".
    El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres".
    Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 09 de Febrero - “Te llama por tu nombre”


San John Henry Newman (1801-1890) teólogo, fundador del Oratorio en Inglaterra Sermón: “La providencia de Dios en el pensamiento y en la vida” PPS vol. 3, n°9


“Te llama por tu nombre”
    
    Dios te mira, quien quiera que fueras. Dios te llama por tu nombre. Te ve y te comprende, él que te hizo. Todo lo que hay en ti le es conocido; todos tus sentimientos y tus pensamientos, tus inclinaciones, tus gustos, tu fuerza y tu debilidad. Te ve en los días de alegría y en los tiempos de pena. Se interesa por todas tus angustias y tus recuerdos, todos tus ímpetus y los desánimos de tu espíritu. Dios te abraza y te sostiene; te levanta o te deja descansar en el suelo. Contempla tu rostro cuando lloras y cuando ríes, en la salud y en la enfermedad. Mira tus manos y tus pies, escucha tu voz, el latido de tu corazón y hasta tu aliento... 

    Eres un ser humano rescatado y santificado, su hijo adoptivo; te hizo el don de una parte de la gloria y la bendición que emanan eternamente del Padre sobre el Hijo único. Has sido escogido para ser suyo... ¿Qué es el hombre, que somos, que soy, para que el Hijo de Dios tuviera por mí una preocupación tan grande? ¿Quién soy para que me... ascendiera a la naturaleza de un ángel, transformando la sustancia original de mi alma, me hubiera rehecho - yo que soy un pecador desde mi juventud - y para que hiciera de mi corazón su morada, de mí su templo? 

SANTORAL - SAN CIRILO DE ALEJANDRÍA

 09 de Febrero

    San Cirilo fue un hombre de carácter fuerte e impulsivo, pero a veces demasiado vehemente y aún violento. Hacia el 412, San Cirilo fue elevado a la sede de Alejandría, donde gracias a su intrepidez y labor, triunfó sobre la herejía, logrando sostener la fe de su Iglesia. Asistió como cabeza y representante del Papa Celestino, al Tercer Concilio General celebrado en Efeso en el 431.

    Se ha llamado a San Cirilo el Doctor de la Encarnación y los alejandrinos le dieron el título de Maestro del Mundo, mientras que el Papa Celestino lo nombraba "el generoso defensor de la fe católica" y "hombre apostólico".

    Pero sin duda, tenemos que agradecerle la firme y inflexible posición que tomó con respecto al dogma de la Encarnación, sobre la cual, muchas corrientes adversas como la del Arzobispo de Antioquía, Nestorio, quien negaba la encarnación de Dios hecho hombre, se convirtieron en una verdadera amenaza de la Iglesia católica. Así, la firme defensa del santo sobre este dogma permitió que en nuestras generaciones no tengamos duda alguna sobe lo que debemos creer con respecto al misterio sobre la cual fundamos nuestra fe como cristianos.

Un hogar luminoso y alegre


    Su autoridad sirvió santamente los designios de Dios. San Cirilo es famoso por su defensa de la ortodoxia contra la herejía, particularmente contra el nestorianismo.

    Arzobispo de Alejandría (Egipto). Defensor de la doctrina que proclama a María la Theotokos: Madre de Dios. Esta doctrina fue proclamada como dogma en el Concilio de Efeso (431) que San Cirilo presidió bajo la autoridad el Papa Celestino. Su gran oponente era Nestóreo, patriarca de Constantinopla.

    Al ponerse en duda que María es madre de Dios se ponía en duda la identidad de Jesucristo quien es una persona divina. Por eso San Cirilo no solo aportó a la Mariología sino también a la Cristología.

    El argumento de San Cirilo: María es la Theotokos, no porque ella existiese antes de Dios o hubiese creado a Dios. Dios es eterno y María Santísima es una criatura de Dios. Pero Dios quiso nacer de mujer. La persona que nace de María es divina por lo tanto ella es madre de Dios.

    Su santa defensa de la verdad le ganó la cárcel y muchas luchas pero salió victorioso. Murió en el año 444, siendo proclamado Doctor de la Iglesia Universal en 1882.

Oremos


    Señor, tú que hiciste de tu obispo San Cirilo de Alejandría un defensor invicto de la maternidad divina de la Virgen María, concédenos a cuantos la proclamamos verdadera Madre de Dios llegar, por la encarnación de tu Hijo, a la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén

-FRASE DEL DÍA-



 

viernes, 7 de febrero de 2025

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 08 de Febrero - San Marcos 6,30-34.


   Carta a los Hebreos 13,15-17.20-21.

    Y por medio de él, ofrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su Nombre.
    Hagan siempre el bien y compartan lo que poseen, porque esos son sacrificios agradables a Dios.
    Obedezcan con docilidad a quienes los dirigen, porque ellos se desvelan por ustedes, como quien tiene que dar cuenta. Así ellos podrán cumplir su deber con alegría y no penosamente, lo cual no les reportaría a ustedes ningún provecho.
    Que el Dios de la paz -el mismo que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, por la sangre de una Alianza eterna- los capacite para cumplir su voluntad, practicando toda clase de bien. Que él haga en nosotros lo que es agradable a sus ojos, por Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Salmo 23(22),1-3a.3b-4.5.6.

El Señor es mi pastor,
nada me puede faltar.
El me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas.

Me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,

porque Tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.
Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;

unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;

y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo.


    Evangelio según San Marcos 6,30-34.

    Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
    El les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.
    Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.
    Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
    Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 08 de Febrero - "Primero instruirse"


San Juan María Vianney (1786-1859) presbítero, párroco de Ars Pensamientos escogidos del Santo Cura de Ars


"Primero instruirse"
      
    Mis niños, ¡la Palabra de Dios no es poca cosa! Las primeras palabras de nuestro Señor dirigidas a sus Apóstoles fueron estas: «Vayan e instruyan» para hacernos ver que la instrucción va antes que todo. ¿Que nos permite conocer nuestra religión? son las instrucciones que hemos escuchado. ¿Qué es lo que nos da el horror al pecado, lo que nos hace percibir la belleza de la virtud, lo que nos inspira el deseo del cielo? las instrucciones.

    ¿Mis niños porque somos tan ciegos e ignorantes? porque no hacemos caso a la Palabra de Dios. Con una persona instruida, siempre hay recurso. Puede perderse con toda clase de malos caminos, pero podemos esperar siempre que regresará al Buen Dios tarde o temprano, aun cuando sea la hora de su muerte. Una persona que no está instruida en su religión es como un enfermo agonizando, no conoce la gravedad del pecado, ni la belleza de su alma, ni el valor de la virtud, va arrastrándose de pecado en pecado. Una persona instruida tiene siempre dos guías que caminan junto a ella: el consejo y la obediencia.

SANTORAL - SANTA JOSEFINA BAKHITA

 08 de Febrero


    Santa Josefina Bakhita, virgen, nacida en la región de Darfur, en Sudán, que, siendo aún niña, fue raptada y vendida en diversos mercados africanos de esclavos, sufriendo dura cautividad. Al obtener la libertad, abrazó la fe cristiana e ingresó en el Instituto de Hijas de la Caridad (Canosianas), y pasó el resto de su vida en Schio, en el territorio italiano de Vicenza, entregada a Cristo y al servicio del prójimo.

    En su biografía Bakhita cuenta su propia experiencia al encontrarse con los buscadores de esclavos. "Cuando aproximadamente tenía nueve años, paseaba con una amiga por el campo y vimos de pronto aparecer a dos extranjeros, de los cuales uno le dijo a mi amiga: 'Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino, te alcanzaremos dentro de poco'. El objetivo de ellos era capturarme, por lo que tenían que alejar a mi amiga para que no pudiera dar la alarma.

    Sin sospechar nada obedecí, como siempre hacia. Cuando estaba en el bosque, me percate que las dos personas estaban detrás de mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un cuchillo con el cual me amenazó diciéndome: 'Si gritas, morirás! Síguenos!'". Los mismos secuestradores fueron quienes le pusieron Bakhita al ver su especial carisma.

    Luego de ser capturada, Bakhita fue llevada a la ciudad de El Obeid, donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado de esclavos. Nunca consiguió escapar, a pesar de intentarlo varias veces. Con quien más sufrió de humillaciones y torturas fue con su cuarto amo, cuando tenía más o menos 13 años. Fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. "Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal”

    El comerciante italiano Calixto Leganini compró a Bakhita por quinta vez en 1882, y fue "Esta vez fui realmente afortunada - escribe Bakhita - porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad".

    En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita se negó a dejar a su amo, y consiguió viajar con él y su amigo Augusto Michieli, a Italia.

    La esposa de Michieli los esperaba en Italia, y sabiendo la llegada de varios esclavos, exigió uno, dándosele a Bakhita. Con su nueva familia, Bakhita trabajo de niñera y amiga de Minnina, hija de los Michieli.

    Bakhita y Minnina ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, tras ser aconsejadas por las hermanas. Esta congregación fue fundada en 1808 con el nombre de Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, pero son más conocidas como hermanas de Canossa

    Recibió el bautismo, primera comunión y confirmación, al mismo tiempo, el 9 de enero de 1890, por el Cardenal de Venecia. En este momento, tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada. Ella misma cuenta en su biografía que mientras estuvo en el Instituto conoció cada día más a Dios, "que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma".

    La Señora de Michieli volvió de Sudán a llevarse a Bakhita y a su hija, pero con un gran coraje, Bakhita se negó a ir y prefirió quedarse con las Hermanas de Canossa. La esclavitud era ilegal en Italia, por lo que la señora de Michieli no pudo forzar a Bakhita, y es así que permaneció en el Instituto y su vocación la llevó a convertirse en una de las Hermanas de la Orden el 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad.

    Algo que le costó demasiado trabajo fue escribir su autobiografía en 1910, la cual fue publicada en 1930. En 1929 se le ordena ir a Venecia a contar la historia de su vida. La salud de Bakhita se fue debilitando hacia sus últimos años y tuvo que postrarse a una silla de ruedas, la cual no le impidió seguir viajando, aunque todo ese tiempo fue de dolor y enfermedad. Se dice que le decía la enfermera: "¡Por favor, desatadme las cadenas… es demasiado!". Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas palabras: "Madonna! Madonna!"

    En la ceremonia de beatificación, el Santo Padre reconoció el gran hecho de que transmitiera el mensaje de reconciliación y misericordia. "Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa".

    S.S. Juan Pablo II la canonizó el 1 de octubre del 2000. Fue santificada por el pueblo, por lo que en 1959 la diócesis local comenzó las investigaciones para encontrarla venerable. Todo salió muy bien y fue así que el 1 de diciembre de 1978 fue declarada Venerable. Por tanto, el proceso para declararla santa empezó con gran auge y el 17 de mayo de 1992 fue beatificada por Juan Pablo II y se declaró día oficial de culto el 8 de febrero. Su espiritualidad y fuerza la han convertido en Nuestra Hermana Universal, como la llamó el Papa.

Oremos


    Dios de amor, que recompensas a los humildes, bendijiste a Santa Josefina Bakhita con caridad y paciencia. Que sus oraciones nos ayuden, y su ejemplo nos inspire a llevar nuestra cruz y a amarte siempre. Derrama sobre nosotros el espíritu de sabiduría y amor con el que llenaste a Santa Josefina Bakhita. Al servirte como ella lo hizo, que podamos complacerte con nuestra fe y nuestras acciones. Concédelo por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén

-FRASE DEL DÍA-



 

jueves, 6 de febrero de 2025

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 07 de Febrero - San Marcos 6,14-29.


   Carta a los Hebreos 13,1-9a.

    Perseveren en el amor fraternal. No se olviden de practicar la hospitalidad, ya que gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a los ángeles.
    Acuérdense de los que están presos, como si ustedes lo estuvieran con ellos, y de los que son maltratados, como si ustedes estuvieran en su mismo cuerpo.
    Respeten el matrimonio y no deshonren el lecho conyugal, porque Dios condenará a los lujuriosos y a los adúlteros.
    No se dejen llevar de la avaricia, y conténtense con lo que tienen, porque el mismo Dios ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré.
    De manera que podemos decir con plena confianza: El Señor es mi protector: no temeré. ¿Qué podrán hacerme los hombres?
    Acuérdense de quienes los dirigían, porque ellos les anunciaron la Palabra de Dios: consideren cómo terminó su vida e imiten su fe.
    Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre.
    No se dejen extraviar por cualquier clase de doctrinas extrañas. Lo mejor es fortalecer el corazón con la gracia, no con alimentos que de nada aprovechan a quienes los comen.


Salmo 27(26),1.3.5.8c-9abc.

¡El Señor es mi luz y mi salvación!

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré?

Aunque acampe contra mí un ejército,
mi corazón no temerá;
aunque estalle una guerra contra mí,
no perderé la confianza.

Sí, él me cobijará en su Tienda de campaña
en el momento del peligro;
me ocultará al amparo de su Carpa
y me afirmará sobre una roca.

Yo busco tu rostro, Señor,
no lo apartes de mí.
No alejes con ira a tu servidor,
tú, que eres mi ayuda.


    Evangelio según San Marcos 6,14-29.


    El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama se había extendido por todas partes. Algunos decían: "Juan el Bautista ha resucitado, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos: Otros afirmaban: "Es Elías". Y otros: "Es un profeta como los antiguos".
    Pero Herodes, al oír todo esto, decía: "Este hombre es Juan, a quien yo mandé decapitar y que ha resucitado".
    Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado.
    Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano".
    Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.
    Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea.
    La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré".
    Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
    Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.
    La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
    El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla.
    En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.
    El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.
    Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 07 de Febrero - "Juan Bautista, mártir por la verdad"


       San Cipriano (c. 200-258) obispo de Cartago y mártir Exhortación al martirio, 13; CSEL 3, 346


"Juan Bautista, mártir por la verdad"
       
     "No existe comparación entre los sufrimientos del tiempo presente y la gloria que un día Dios nos revelará " (Rm 8,18). ¿Quién pues, no trabajaría con todas sus fuerzas para obtener tal gloria, para hacerse amigo de Dios, regocijarse para siempre en compañía de Jesucristo, y recibir la recompensa divina después de los tormentos y los suplicios de este mundo?

    Para los soldados de este mundo, es glorioso volver triunfalmente a su patria después de haber vencido al enemigo. ¿No es una gloria mucho mayor volver triunfalmente, después de haber vencido al demonio, al paraíso de donde Adán había sido expulsado a causa de su pecado? ¿De devolver el trofeo de la victoria después de haber abatido al que lo había perdido? ¿De ofrecerle a Dios, como botín magnífico, una fe intacta, un coraje espiritual sin desfallecimiento, una devoción digna de elogios?... ¿De llegar a ser coheredero con Cristo, de ser igualado a los ángeles, de gozar con felicidad del reino de los cielos con los patriarcas, los apóstoles, los profetas? ¿Qué persecución puede vencer tales pensamientos, que pueden ayudarnos a superar los suplicios?...

    La tierra nos encarcela por sus persecuciones, pero el cielo permanece abierto... ¡Qué honor y qué seguridad salir de este mundo con alegría, de salir glorioso atravesando pruebas y sufrimientos! ¡Cerrar un instante los ojos que veían a los hombres y al mundo, para volverlos a abrir enseguida y ver a Dios y a Cristo!... Si la persecución asalta a un soldado tan preparado, no podrá vencer su coraje. Aunque seamos llamados al cielo antes de la lucha, la fe que se había preparado así, no quedará sin recompensa... En la persecución Dios corona a sus soldados; en la paz corona la buena conciencia.

SANTORAL - BEATO PÍO IX

07 de Febrero


     En Roma, beato Pío IX, papa, que proclamó la verdad de Cristo, a quien estaba íntimamente unido. Instituyó muchas sedes episcopales, promovió el culto de la santísima Virgen María y convocó el Concilio Vaticano I.

    Giovanni Maria Mastai-Ferreti, Papa Pío IX, nació en Senigallia, Marcas, en 1792 y murió en Roma, en 1878. Procedente de la pequeña nobleza italiana, se ordenó sacerdote en 1819. Era obispo de Imola desde 1832 y cardenal desde 1840. En 1846 fue elegido para suceder en el Papado a Gregorio XVI, y ejerció el ministerio petrino por 32 años. Lo que sigue es el fragmento dedicado al nuevo beato en la homilía de SS Juan Pablo II en la misa de beatificación, el 3 de septiembre del 2000:

    Al escuchar las palabras de la aclamación del Evangelio: "Señor, guíanos por el recto camino", nuestro pensamiento ha ido espontáneamente a la historia humana y religiosa del Papa Pío IX, Giovanni Maria Mastai Ferretti. En medio de los acontecimientos turbulentos de su tiempo, fue ejemplo de adhesión incondicional al depósito inmutable de las verdades reveladas. Fiel a los compromisos de su ministerio en todas las circunstancias, supo atribuir siempre el primado absoluto a Dios y a los valores espirituales. Su larguísimo pontificado no fue fácil, y tuvo que sufrir mucho para cumplir su misión al servicio del Evangelio. Fue muy amado, pero también odiado y calumniado.

    Sin embargo, precisamente en medio de esos contrastes resplandeció con mayor intensidad la luz de sus virtudes: las prolongadas tribulaciones templaron su confianza en la divina Providencia, de cuyo soberano dominio sobre los acontecimientos humanos jamás dudó. De ella nacía la profunda serenidad de Pío IX, aun en medio de las incomprensiones y los ataques de muchas personas hostiles. A quienes lo rodeaban, solía decirles: "En las cosas humanas es necesario contentarse con actuar lo mejor posible; en todo lo demás hay que abandonarse a la Providencia, la cual suplirá los defectos y las insuficiencias del hombre".

    Sostenido por esa convicción interior, convocó el concilio ecuménico Vaticano I, que aclaró con autoridad magistral algunas cuestiones entonces debatidas, confirmando la armonía entre fe y razón. En los momentos de prueba, Pío IX encontró apoyo en María, de la que era muy devoto. Al proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción, recordó a todos que en las tempestades de la existencia humana resplandece en la Virgen la luz de Cristo, más fuerte que el pecado y la muerte.

Oremos


    Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que el Beato Pío IX, Papa, presidiera a todo tu pueblo y lo iluminara con su ejemplo y sus palabras, por su intercesión proteje a los pastores de la Iglesia y a sus rebaños y hazlos progresar por el camino de la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén

-FRASE DEL DÍA-



 

miércoles, 5 de febrero de 2025

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 06 de Febrero - San Marcos 6,7-13.


   Carta a los Hebreos 12,18-19.21-24.

    Hermanos: Ustedes, en efecto, no se han acercado a algo tangible: fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, tempestad, sonido de trompeta, y un estruendo tal de palabras, que aquellos que lo escuchaban no quisieron que se les siguiera hablando.
    Este espectáculo era tan terrible, que Moisés exclamó: Estoy aterrado y tiemblo.
    Ustedes, en cambio, se han acercado a la montaña de Sión, a la Ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne, a la asamblea de los primogénitos cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el Juez del universo, y a los espíritus de los justos que ya han llegado a la perfección, a Jesús, el mediador de la Nueva Alianza, y a la sangre purificadora que habla más elocuentemente que la de Abel.


Salmo 48(47),2-3ab.3cd-4.9.10-11.

¡El Señor es grande y digno de alabanza!

El Señor es grande y digno de alabanza,
en la Ciudad de nuestro Dios.
Su santa Montaña, la altura más hermosa,
es la alegría de toda la tierra.

La Montaña de Sión, la Morada de Dios,
es la Ciudad del gran Rey:
el Señor se manifestó como un baluarte
en medio de sus palacios.

Hemos visto lo que habíamos oído
en la Ciudad de nuestro Dios,
en la Ciudad del Señor de los ejércitos,
que él afianzó para siempre.

Nosotros evocamos tu misericordia
en medio de tu Templo, Señor.
Tu alabanza, lo mismo que tu nombre,
llega hasta los confines de la tierra.
Tu derecha está llena de justicia.


    Evangelio según San Marcos 6,7-13.

    Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.
    Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias, y que no tuvieran dos túnicas.
    Les dijo: "Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir.
    Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos".
    Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 06 de Febrero - “Les dio poder sobre los malos espíritus”


      Papa Francisco Mensaje para la Jornada mundial de las misiones 19/5/2013 


“Les dio poder sobre los malos espíritus”
    
    Vivimos en una época de crisis que afecta a muchas áreas de la vida, no sólo la economía, las finanzas, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, sino también la del sentido profundo de la vida y los valores fundamentales que la animan. La convivencia humana está marcada por tensiones y conflictos que causan inseguridad y fatiga para encontrar el camino hacia una paz estable. En esta situación tan compleja, donde el horizonte del presente y del futuro parece estar cubierto por nubes amenazantes, se hace aún más urgente el llevar con valentía a todas las realidades, el Evangelio de Cristo, que es anuncio de esperanza, reconciliación, comunión; anuncio de la cercanía de Dios, de su misericordia, de su salvación; anuncio de que el poder del amor de Dios es capaz de vencer las tinieblas del mal y conducir hacia el camino del bien.
 
    El hombre de nuestro tiempo necesita una luz fuerte que ilumine su camino y que sólo el encuentro con Cristo puede darle. Traigamos a este mundo, a través de nuestro testimonio, con amor, la esperanza que se nos da por la fe. La naturaleza misionera de la Iglesia no es proselitista, sino testimonio de vida que ilumina el camino, que trae esperanza y amor. La Iglesia –lo repito una vez más– no es una organización asistencial, una empresa, una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción del Espíritu Santo, que han vivido y viven la maravilla del encuentro con Jesucristo y desean compartir esta experiencia de profunda alegría, compartir el mensaje de salvación que el Señor nos ha dado. Es el Espíritu Santo quién guía a la Iglesia en este camino. 

SANTORAL - SANTOS PABLO MIKI Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES

 06 de Febrero


    Memoria de los Santos Pablo Miki y compañeros, mártires en Nagasaki, ciudad de Japón. Allí, declarada una persecución contra los cristianos, fueron apresados, duramente maltratados y, finalmente, condenados a muerte ocho presbíteros o religiosos de la Orden de la Compañía de Jesús y de la Orden de los Hermanos Menores, procedentes de Europa o nacidos en Japón, junto con diecisiete laicos. Todos ellos, incluso los adolescentes, por ser cristianos fueron clavados cruelmente en cruces, mas manifestaron su alegría al haber merecido morir como murió Cristo.

    "Llegado a este momento final de mi existencia en la tierra, seguramente que ninguno de ustedes va a creer que me voy a atrever a decir lo que no es cierto. Les declaro pues, que el mejor camino para conseguir la salvación es pertenecer a la religión cristiana, ser católico."

     Fueron 26, martirizados el mismo día, 5 de febrero del año 1597. En el año 1549 San Francisco Javier llegó al Japón y convirtió a muchos paganos. Ya en el año 1597 eran varios los miles de cristianos en aquel país. Y llegó al gobierno un emperador sumamente cruel y vicioso, el cual ordenó que todos los misioneros católicos debían abandonar el Japón en el término de seis meses. Pero los misioneros, en vez de huir del país, lo que hicieron fue esconderse, para poder seguir ayudando a los cristianos. Fueron descubiertos y martirizados brutalmente. Los que murieron en este día en Nagasaki fueron 26. Tres jesuitas, seis franciscanos y 16 laicos católicos japoneses, que eran catequistas y se habían hecho terciarios franciscanos.

    Los mártires jesuitas fueron: San Pablo Miki, un japonés de familia de la alta clase social, hijo de un capitán del ejército y muy buen predicador: San Juan Goto y Santiago Kisai, dos hermanos coadjutores jesuitas. Los franciscanos eran: San Felipe de Jesús, un mexicano que había ido a misionar al Asia. San Gonzalo García que era de la India, San Francisco Blanco, San Pedro Bautista, superior de los franciscanos en el Japón y San Francisco de San Miguel.

    Entre los laicos estaban: un soldado: San Cayo Francisco; un médico: San Francisco de Miako; un Coreano: San Leon Karasuma, y tres muchachos de trece años que ayudaban a misa a los sacerdotes: los niños: San Luis Ibarqui, San Antonio Deyman, y San Totomaskasaky, cuyo padre fue también martirizado.

    A los 26 católicos les cortaron la oreja izquierda, y así ensangrentados fueron llevados en pleno invierno a pie, de pueblo en pueblo, durante un mes, para escarmentar y atemorizar a todos los que quisieran hacerse cristianos.

    Al llegar a Nagasaki les permitieron confesarse con los sacerdotes, y luego los crucificaron, atándolos a las cruces con cuerdas y cadenas en piernas y brazos y sujetándolos al madero con una argolla de hierro al cuello. Entre una cruz y otra había la distancia de un metro y medio. La Iglesia Católica los declaró santos en 1862.

    Testigos de su martirio y de su muerte lo relatan de la siguiente manera: "Una vez crucificados, era admirable ver el fervor y la paciencia de todos. Los sacerdotes animaban a los demás a sufrir todo por amor a Jesucristo y la salvación de las almas. El Padre Pedro estaba inmóvil, con los ojos fijos en el cielo. El hermano Martín cantaba salmos, en acción de gracias a la bondad de Dios, y entre frase y frase iba repitiendo aquella oración del salmo 30: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". El hermano Gonzalo rezaba fervorosamente el Padre Nuestro y el Avemaría".

    Al Padre Pablo Miki le parecía que aquella cruz era el púlpito o sitio para predicar más honroso que le habían conseguido, y empezó a decir a todos los presentes (cristianos y curiosos) que él era japonés, que pertenecía a la compañía de Jesús, o sociedad de los Padres jesuitas, que moría por haber predicado el evangelio y que le daba gracias a Dios por haberle concedido el honor tan enorme de poder morir por propagar la verdadera religión de Dios. A continuación añadió las siguientes palabras:

    "Llegado a este momento final de mi existencia en la tierra, seguramente que ninguno de ustedes va a creer que me voy a atrever a decir lo que no es cierto. Les declaro pues, que el mejor camino para conseguir la salvación es pertenecer a la religión cristiana, ser católico. Y como mi Señor Jesucristo me enseñó con sus palabras y sus buenos ejemplos a perdonar a los que nos han ofendido, yo declaro que perdono al jefe de la nación que dio la orden de crucificarnos, y a todos los que han contribuido a nuestro martirio, y les recomiendo que ojalá se hagan instruir en nuestra santa religión y se hagan bautizar".

    Luego, vueltos los ojos hacia sus compañeros, empezó a darles ánimos en aquella lucha decisiva; en el rostro de todos se veía una alegría muy grande, especialmente en el del niño Luis; éste, al gritarle otro cristiano que pronto estaría en el Paraíso, atrajo hacia sí las miradas de todos por el gesto lleno de gozo que hizo. El niño Antonio, que estaba al lado de Luis, con los ojos fijos en el cielo, después de haber invocado los santísimos nombres de Jesús, José y María, se pudo a cantar los salmos que había aprendido en la clase de catecismo. A otros se les oía decir continuamente: "Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía". Varios de los crucificados aconsejaban a las gentes allí presentes que permanecieran fieles a nuestra santa religión por siempre.

    Luego los verdugos sacaron sus lanzas y asestaron a cada uno de los crucificados dos lanzazos, con lo que en unos momentos pusieron fin a sus vidas. El pueblo cristiano horrorizado gritaba: ¡Jesús, José y María!

Oremos

    Oh Dios, fortaleza de todos los santos, que has llamado a san Pablo Miki y a sus compañeros a la vida eterna por medio de la cruz; concédenos, por su intercesión, mantener con vigor, hasta la muerte, la fe que profesamos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

-FRASE DEL DÍA-



 

martes, 4 de febrero de 2025

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"

 


EVANGELIO - 05 de Febrero - San Marcos 6,1-6

 

    Carta a los Hebreos 12,4-7.11-15.

    Hermanos: En la lucha contra el pecado, ustedes no han resistido todavía hasta derramar su sangre.
    Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes.
    Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo.
    Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre?
    Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella.
    Por eso, que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean.
    Y ustedes, avancen por un camino llano, para que el rengo no caiga, sino que se cure.
    Busquen la paz con todos y la santificación, porque sin ella nadie verá al Señor.
    Estén atentos para que nadie sea privado de la gracia de Dios, y para que no brote ninguna raíz venenosa capaz de perturbar y contaminar a la comunidad.


Salmo 103(102),1-2.13-14.17-18a.

Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.

Como un padre cariñoso con sus hijos,
así es cariñoso el Señor con sus fieles;
él conoce de qué estamos hechos,
sabe muy bien que no somos más que polvo.

Pero el amor del Señor permanece para siempre,
y su justicia llega hasta los hijos y los nietos
de los que lo temen y observan su alianza.

 
    Evangelio según San Marcos 6,1-6.

    Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos.
    Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: "¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos?
    ¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?". Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo.
    Por eso les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa".
    Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos.
    Y él se asombraba de su falta de fe. Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente.

    Palabra del Señor