jueves, 26 de mayo de 2016

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO

TIEMPO ORDINARIO
JUEVES DE LA SEMANA VIII
26 de mayo


    San Gregorio Magno (c. 540-604), papa y doctor de la Iglesia
     Homilías sobre los evangelios, 2


“Hijo de David, ten piedad de mí.”

    La Escritura nos presenta con razón a este ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna, ya que la Verdad mismo dijo: “Yo soy el camino.” 
(Jn 14,6) Así, cualquiera que ignora la claridad de la luz eterna está ciego.

    Si el ciego ya cree en el redentor es que está sentado en el borde del camino. Si cree ya pero descuida pedir que la luz eterna, si no la pide, este ciego, aunque esté sentado en el borde del camino no pide limosna. Pero si cree, si conoce la ceguera de su corazón y pide, por fin, recibir la luz de la verdad, entonces está bien sentado en el borde del camino pidiendo limosna.

    Aquel que reconoce las tinieblas de su ceguera y se da cuenta de la privación de la luz eterna, que grite desde el fondo de su corazón, con todas las fuerzas de su alma: “¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!”


Fuente: ©Evangelizo.org



    "Tu rostro buscaré, Señor". Con perseverancia insistiré en esta búsqueda; en efecto, no buscaré algo de poco valor, sino tu rostro, Señor, para amarte gratuitamente, dado que no encuentro nada más valioso.

    San Agustín

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